Estoy embarazada - One Shoot JK

Mina

Jungkook me había besado. Pero no fue un beso normal. Al menos no para mí. Fue un beso que me descontroló todas las hormonas que de por sí ya tengo descontroladas.
Un escalofrío me recorrió todita, me puse demasiado nerviosa. Cómo adolescente que acaba de besar a su crush.
Nos separamos lentamente, en eso se abrieron las puertas del elevador y salimos. Kookie me traía de la mano y por alguna razón eso me hacía feliz. Por un momento imaginé que todo esto se podría repetir en un par de ocasiones más. Y me reí ante mis ocurrencias.
El hecho de que vayamos a tener un hijo juntos no significa que vayamos a tener más, ¿cierto?
De repente me sentí triste,  me preocupa no encontrar a alguien con quien pueda vivir tan feliz como con él. Ahora me siento muy bien al lado de Jungkook y perderlo me da miedo.
Cuando subí al carro empecé a imaginar a cada quien con su vida. Ambos con un hijo en común, pero yo con otro hombre y el con otra mujer. Y no me agradó para nada la idea.

— ¿Qué tienes? — me sacó de mi trance. Ni tan si quiera me di cuenta que ya llevábamos una buena parte del camino.

— Ah, nada.

— Tienes cara de enojada — dijo entre risas — ¿te sientes mal?

— No, solo pensaba... — nos quedamos callados otro ratito hasta que él rompió el silencio.

— Este... Mina, a ti — estaba nervioso, su voz le temblaba. Se veía muy tierno — a ti ¿te gusta cuando te beso?

Me quedé helada. Volteé a verlo y me di cuenta de que él también me veía. Ahora yo estaba nerviosa. Otra vez.
Empecé a reírme como idiota. Claro que me encanta cuando me besa, pero no sabía cómo decirle.

— Pues — dije todavía riéndome, pero ya menos — si... ¿Por?

— Porque a mí sí me gusta besarte y cuando tú me besas. En el elevador, mi corazón latía muy rápido y pude sentir que el tuyo también.

Se orilló y apagó el auto. Me llene de coraje y aproveché que se había estacionado para decirle todo de una buena vez.

— Jungkook, no sé que pienses al respecto. Y la verdad es que tampoco me importa mucho — ambos reímos — pero, cuando me viste con cara de enojada, hace ratito fue porque imaginé a cada quien con su propia vida. Sí, con nuestro hijo o hija, pero cada quien con su pareja aparte. Y la verdad no me gustó. Me gusta cuando estamos juntos, me encantó aquella noche en que me llevaste hasta la recámara cargando, como besabas cada parte de mi cuerpo mientras me desnudabas, pero sin llegar a algo más. Al ir saliendo del elevador imaginé que lo que pasó allí podría repetirse algunas muchas veces más. Así que, si te preguntas realmente si me gusta cuando me besas, sí, me gusta más de lo que imaginas.

Me veía atento. Sin despegar sus ojos de mí y bastante feliz diría yo.

— ¿Y si lo intentamos? — me le quede viendo incrédula ante su repentina propuesta — piénsalo. Nos conocemos mejor que nadie, sabemos lo que nos hace enojar, lo que nos hace reír, nuestros secretos más raros, nuestras costumbres, nuestras familias son muy unidas. Ahora también hemos descubierto que nos gusta besarnos, tocarnos — su tono mostraba seguridad. Sabía lo que estaba diciendo, y eso me transmitió confianza. Era verdad todo lo que decía, incluso lo de tocarnos, aunque fuera en doble sentido. Ambos sonreímos algo tímidos por eso — el punto es que... A ambos nos gusta estar juntos y estamos embarazados. ¿Qué podría salir mal?

En una ocasión, una psicóloga me dijo que cuando un hombre dice un "estamos embarazados" en vez de "está embarazada" es porque realmente se siente involucrado en aquello y le emociona ser parte de. Escucharlo de la boca de la persona que ahora hace que me lata desbocado el corazón fue algo indescriptible.

Una sonrisa gigante se dibujo en mi rostro y no podía evitarla. Realmente me siento muy feliz a su lado.

— ¿Quieres intentarlo?

— No solo eso Mina, quiero que funcione. Y si tú me dejas — tomo mis manos y me miró fijamente — juró que juntos vamos a sobrepasar cualquier altibajo y seremos más que solo marido y mujer. Si me dejas.

No pude más que abrazarlo fuertemente. Me había dejado sin palabras. Era más de lo que me imaginaba. Mucho más.
Sentí como algunas lágrimas resbalaban por mi mejilla. Malditas hormonas.
Y también sentía nuestros corazones hechos un desastre, jajaja, otra vez.

— Claro que sí Kookie. Si quiero intentarlo. Y hacer que funcione.

Nos separamos tantito y lentamente juntamos nuestros labios. A un ritmo lento y romántico. Este ha sido, definitivamente, uno de los mejores días de mi vida.