Abrió los ojos cuando una voz llamaba su nombre y sentía como su cuerpo adolorido era remecido fuertemente por los hombros, logró reconocer a Clint.
—Hey Mia, ¿puedes oírme? ¿estás bien? ¿puedes ponerte de pie? —decía mientras la jalaba del brazo— Debemos buscar a los demás, arriba.
—¿Qué diablos fue eso? —preguntó la chica sobando su cabeza y quitando pedacitos de escombros de su cabello.
Barton negó ligeramente.
—No lo sé kid, pero tenemos que movernos, ahora —dijo mientras con ayuda de la pequeña linterna en su muñeca localizaba el guante con las gemas.
Un ruido a sus espaldas llamó la atención de la desorientada chica.
—Clint —lo llamó despacio, sin quitar su vista del pasillo oscuro al frente. Pero el ya estaba lanzando una flecha a lo largo de la oscuridad dejándolos ver a unas bestias amontonadas.
—¡Corre!
Pero ella no se movió, esperando a que se acercaran más haciendo un movimiento suave con ambas manos desde adentro hacia afuera permitió que la neblina purpura con pequeños destellos brillosos desprendiera de sus manos. Tomando un pequeño impulso lanzó una ráfaga hacia los monstruos haciéndolos chillar y retroceder.
—Vete, llévatelo —le gritó al ex agente, repitiendo la acción y señalándole con un movimiento de cabeza el guante.
—¿Estás loca? ¡Muévete ya, tú vienes conmigo! —sentenció duramente.
—¡Puedo con esto!
—¡Lo sé! —respondió mientras tomaba una flecha y la lanzaba, agarrando su muñeca agregó— Pero no te dejaré aquí.
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—¡No!
Mientras trataba de recuperar el aliento, el arquero posó su brazo frente a ella indicándole que no se moviera mientras las extraterrestres se enfrentaban, Nebula le había disparado a su versión del pasado y Clint nuevamente se puso de pie tomando el guante debajo su brazo.
—Vamos, kid —le dijo apresuradamente a la hija de su amigo.
Ambos corrieron entre los escombros del lo que había sido el complejo, llegando hasta la orilla, encontrándose con la pelea entre Thanos y los tres vengadores, un soplo de tranquilidad muy fujas se disipó en el pecho de la chica al ver a su padre con vida.
—¡Tenemos que hacer algo! —habló angustiada mientras presenciaba la paliza que su progenitor recibía por parte del titán— ¡Clint! —le llamó mientras este mantenía su mirada en la pelea.
Al otro lado del desastre Thanos habló mientras miraba a Steve
—En todos mis años de conquista... violencia... masacre... nunca fue personal—afirmó— Pero te diré algo —pausó— Lo que voy a hacerle a tu exasperante y testarudo planeta... lo voy a gozar como no lo puedes imaginar —a su espalda sus tropas comenzaban a avanzar, pero eso no evitó que el capitán se pusiera nuevamente de pie ajustando las correas del derrotado escudo en su brazo mientras dejaba soltar un gruñido, en su camino hacia el enfrentamiento algo lo detuvo.
—¿Cap, me escuchas? Cap, soy Sam, ¿me escuchas? —oyó, llevando su mano atónito hacia su auricular— A tu izquierda.
—Oh por dios... —chilló Mia soltando su aire mientras sonreía, con los ojos vidriosos observó los conocidos círculos del hechicero que se formaban por todas partes. a su lado Clint la tomó nuevamente del brazo, pero esta vez le tendió el guante mirándola con determinación.
—Vamos —lo aceptó sin vacilar, pasando por su costado buscando un camino para llegar a la batalla.
En medio de esta Rogers exclamó.
—Vengadores —llamó el hombre con la estrella en el pecho— Unidos.
Todos comenzaron a precipitarse mientras gritaban rumbo a enfrentar a las tropas alienígenas, finalmente Mia pudo llegar abajo junto a ellos, no sabiendo realmente que hacer con el objeto entre sus manos, tenía claro que debía protegerlo y evitar que fuera tomado nuevamente por el titán pero también quería pelear, había sufrido mucho luego de la primera derrota cuando la mitad de la población en el universo desapareció y su corazón todavía no se reponía por completo por la pérdida reciente de Nat, tenía la ira viva aún y no dejaría que todo fuera en vano otra vez.
Esquivaba como podía a las bestias, andando desesperadamente llevó su mano al auricular.
—¿Qué hago con esta cosa?!
—¡llévate las gemas lo más lejos posible! —determinó Steve a través de la comunicación.
—¡No! —se negó Banner— Hay que devolverlas al lugar donde pertenecen.
—No tenemos como, Thanos destruyó el túnel cuántico —finalmente pudo escuchar la voz de su padre— ¿Estás bien, cariño?
—¡Eso creo —respondió en un tono no muy convencido— no vuelvas a dejarme así, me reúso a pasar mis últimos momentos de vida junto a Clint!
—Agradece que no salí de ahí sin ti, kid — contestó el aludido.
—Salvé tu trasero Barton, se dice "gracias".
—Un segundo —intervino Scott— No era la única máquina del tiempo.
—¿Alguien ha visto una horrible ban por ahí? —preguntó Steve.
—Si, pero no te va a gustar donde...-Mia no logró escuchar lo ultimo ya que había sido arrojada hacía la tierra por una bestia, dejando caer el guante.
Se tomó un segundo para sacudirse mientras se ponía de pie con el ceño fruncido, la chica movió sus manos desatando nuevamente su poder.
—Eso no fue nada cool, Sullivan —dijo por el parecido del secuaz con el personaje, tomando un escombro a su costado lo lanzó hacia el, dejándolo fuera de combate. Visualizó el guante y fue en su búsqueda mientras establecía la conexión nuevamente — Tuve un pequeño problema, ¿Qué hago con esto, entonces?
—Hay que llevarlo con Scott, Alexa —le indicó su padre.
—Entendido.
La castaña comenzó a correr apresuradamente otra vez, pero de un momento a otro se vio acorralada entre el ejercito enemigo, buscando una salida con desespero, como si fuera cosa del destino la princesa de Wakanda, Shuri apareció derribando a gran cantidad permitiéndole seguir. con el gran guante en manos era difícil defenderse y pensó que pasar desapercibida en buena medida estaría a su favor, cubriéndose con el mismo Mia retrocedió al ver una explosión a su lado, con la intención de retomar el camino hacia la ban intentó vislumbrar otra vía pero se topó de frente con el amigo de Steve, a unos metros se encontraba el soldado del invierno que apuntaba hacia ella con su arma, se quedó pasmada como si de un ciervo frente a un auto se tratase, cuando el disparó varias veces. La joven Stark no se movió, inconscientemente esperando un impacto que no llegó, se volvió cuando escuchó un chillido de dolor detrás de ella, uno de los soldados de la orden oscura yacía muerto a sus pies.
Él la había ayudado.
Su mirada de encontró con la del ex asesino, nunca lo había mirado con detenimiento, la vez anterior fue en el aeropuerto en Alemania hace unos años pero estaba muy ocupada tratando de frenar los autos que Wanda le lanzaba a Tony como para detenerse a admirarlo. Por todas esas situaciones y las que vinieron, no se esperaba su ayuda, pero podía decir con certeza que sus ojos eran espectaculares. El la miró dudoso y con un movimiento de cabeza le dijo que continuara su camino.
—Te debo una —le dijo haciendo una mueca presionando sus labios, mientras comenzaba a andar nuevamente.
