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La habitación se encontraba en casi completo silencio a excepción del sonido de su respiración y el pequeño tintineo de las esposas en sus adoloridas muñecas, de las que no se había podido zafar cuando llegaron a la estación finalmente, un oficial la había dejado sola hace unos diez minutos en el frio lugar que carecía de alguna ventana o acceso para algo de luz natural. Se removió incomoda una vez más en la silla de metal, no sabía cuántos escenarios posibles para esto había planteado en su cabeza a esas alturas, demasiados para enumerarlos y sentir que no tenia algo de control sobre lo que estaba sucediendo afuera no estaba mucho mejor.
Su mente se desvió en Bucky unos momentos, rogó internamente porque ya estuviera fuera de esto, quizás Sam pudo ayudar en algo.
El sonido de unas pisadas cercanas la sacó de sus pensamientos, la puerta se abrió revelando a un hombre de cabello oscuro, con un saco azul oscuro acompañado del oficial que la había escoltado hasta allí anteriormente.
El hombre de rasgos asiáticos tomó asiento frente a ella y dejó una carpeta de un impecable color beige sobre la mesa, mientras el oficial se mantenía de pie detrás de él con las manos juntas sobre la parte baja de su estómago.
Mia estudió todos sus movimientos en silencio.
—Señorita Stark, soy el agente James E. Woo, del-
—FBI —completó señalando con su barbilla la placa que colgaba de su cuello.
—Así es.
Ella no lo dejó continuar
—¿Qué diablos hace un agente del FBI aquí?
—Verá, estamos recaudando información y su apoyo nos sería de mucha ayuda.
—¿O sea que en realidad no había una orden de arresto? ¿Esto fue para poder hablar conmigo? —indagó irritada.
—Técnicamente si falló en su acuerdo —señaló el agente.
—No hay ningún acuerdo, yo no he acordado ni mucho menos firmado nada.
Él dudó unos segundos antes de abrir la carpeta y aparentemente buscar una información en específico, hasta hallar el papel impreso y elevarlo ligeramente para poder verlo mejor.
—¿Por qué no deja todo este suspenso de una vez y me dice que es lo que está pasando? Ha sido día bastante largo.
—Bueno, su gestor a cargo tiene mucho papeleo por delante, él sí tendrá días largos por delante —comentó con una mueca sin quitar la vista de los papeles.
—¿Mi qué?
—Escuche señorita Stark yo-
Fue nuevamente interrumpido mientras un rubio desconocido entraba confiadamente a la sala con un café en su mano izquierda.
