ʜᴜᴍᴀɴ ᴇʟᴇᴍᴇɴᴛ

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—¿Berlín? —preguntó Pepper siguiéndola dentro de su habitación.

—¿Qué? No, claro que no —respondió velozmente abriendo las puertas del armario y dejándose caer de rodillas.

—Alex —presionó la rubia desde la cama.

Mia sacó la cabeza de entre las camisetas.

—Okay, Berlín, —confesó resignada— hay algo que debo resolver, volveré pronto, lo prometo —agarró una blusa del mueble extendiéndola— Por cierto, ¿Cómo supiste qué...?

—Tu tarjeta.

—¿Espías mi tarjeta? Wow, eso es violación a la privacidad, Pepp —comentó volviendo a inclinarse dentro del armario.

—Bueno, desapareciste un día entero y no recuerdo la última vez que eso sucedió, estaba algo preocupada —declaró Pepper suavemente.

Mia gruñó antes de ponerse recta y acomodar su cabello que se encontraba sobre su rostro.

—Podrías haberme —se jactó y no completó la oración cuando vio la ceja levantada de su figura matera— de acuerdo, es probable que no hubieran existido muchas respuestas al respecto, —se puso de pie para deslizar los ganchos con más facilidad— ¿has visto mi chaqueta con flecos?

—¿La que parece de vaquero?

—Si, esa.

—No, la verdad no, con algo de suerte está en la basura —comentó con sinceridad ya que siempre odió la prenda— No voy a seguir preguntando, solo cuídate mucho ¿sí?

La joven cerró las puertas para girarse y apoyarse con las manos sobre las manijas.

—Claro que sí, extráñame. —le giño un ojo antes de caminar hacia el pasillo principal, pero volvió a entrar en reversa con el antebrazo sobre la pared— ¿has visto a Rhodey?

Pepper frunció las cejas, confundida.

—¿Rhodey? No ¿por qué?

—Nada, solo curiosidad —aseguró con una sonrisa cerrada que tan pronto llegó, se fue. Salió finalmente hacia el pasillo y exclamó— ¡Maguna, ven a despedirte porque si encuentro buenas razones allá afuera, no volverás a verme!

La voz de la menor respondió de la misma forma.

—¡Mamá, Mia está amenazándome otra vez!

—Es una probabilidad Morgan, te estoy ayudando a formar carácter —señaló y se volvió a dirigir hacia la mujer sentada a los pies de su cama— Pepp, me llevaré tu crema de mango, gracias.

—Tienes una cerrada allí —indicó hacia la mesa de noche donde descansaba el recipiente perfectamente sellado.

—Pero no es de mango, —objetó frunciendo su labio inferior mientras se acercaba y dejaba un suave beso sobre el flequillo de la mujer— Te amo.

𝗙𝗮𝘂𝗹𝘁 ⸻ Bucky Barnes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora