1. Dabi

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Debía admitir que una de mis actividades favoritas era observar y escribir sobre mis divagaciones, ordenándolas como no podía hacerlo con mi mente y recuerdos, aunque, claro, si no había recuerdos no había forma de que pudiera ordenarlos de todas formas.

Me encaminé hacia la sala de rayos x para cumplir con mis radiografías y alguna que otra resonancia que me hacía cada semana, la última quedaba en la habitación al frente de la de rayos x, así que, por fortuna, no iba a tener que volver a darme un nuevo paseo por todo el centro de rehabilitación, cuando ya me lo sabía al revés y al derecho.

Mi paso fue mermando en cuanto pude divisar a Shigaraki-san junto a la persona que se había presentado como su tutor y dueño del centro en el que me encontraba, hablaban justo delante de la puerta de la habitación en la cual tenía que entrar, y como me encontraba cerca de ellos pudieron notarme, aunque aún no pudiera escuchar lo que hablaban, incluso, parecía que estaban hablando lo más bajo que pudieran.

—Y-yo vengo a l-las radiografías de la semana... —mi voz salió temblorosa debido a la atención que recibí del hombre que poseía una máscara de color negro cubriendo la mayor parte de su cabeza.

—Midoriya-kun, no estés nervioso, el maestro solo quería ver tu progreso en este tiempo. —dirigí mi vista al hombre que no había quitado su rostro de mi dirección, como no tenía ojos no podía saber con exactitud que me miraba, pero la sonrisa que tenía parecía que me divisaba en frente suyo de alguna extraña forma.

—E-es un g-g-gusto, yo... estoy muy agradecido con usted, señor, gracias por cuidar de mí este tiempo. —me incliné lo más que pude haciendo que pudiera ver a la perfección sus zapatos negros perfectamente lustrados, para luego escuchar una leve risa que me resultó escalofriante.

—No debes agradecerme, mi muchacho —puso una mano en mi hombro provocando que me enderezara de inmediato, un escalofrío terrorífico se instaló en mi sistema en cuanto su extremidad hizo contacto con mi cuerpo, hasta parecía que algo dentro de mí gritaba: "corre"—. Esto que hacemos es parte del afecto que te hemos tomado y ahora vamos a comenzar contigo un nuevo proyecto que estuvimos preparando durante este tiempo. ─mi vista se tornó un poco más interesada debido a lo que me dijo.

¿Proyecto?

─¿Q-qué clase de proyecto? ─mi voz tembló un poco, siempre poseía ese mismo tono al estar con alguien que no fuera Dabi, incluso, Shigaraki-kun no podía llegar a poseer la habilidad de mantener mis nervios a raya, a pesar de que intentaba siempre tener conversaciones conmigo, el tinte sombrío en su voz no podía pasar desapercibido para mis entrañas haciendo que en el momento que mirara mi cuerpo por completo comenzara a temblar, al igual que con todos aquí, pero, en definitiva, el mentor de Shigaraki ganaba con creces el puesto de la persona más escalofriante que me había topado en mi tiempo aquí.

─Un dispositivo que buscará los recuerdos que tienes en tu cerebro, hará que los codifiques y puedan volver a ti como si estuvieras viendo una película en alta definición. El proyecto ha sido probado en algunas personas, se puede decir que algunos de los efectos secundarios varían entre dolor de cabeza y fuertes mareos con vomito, pero funciona a la perfección, al cabo de un par de semanas podrás recordar al menos los últimos diez años de tu vida, y si te esfuerzas estoy seguro de que podrás recordar muchos más ─escuché cada palabra que emitía con mucha atención, apenas mencionó lo de mi memoria había captado todo mi interés─. ¿No te parece eso genial? Podrás recordar tu pasado, es por lo que has estado luchando a lo largo de todo este año, pues quiero cumplir tu sueño. Espero que no olvides todo esto, después de todo, me incentiva mucho que seas el chico de esfuerzo que veo delante de mí, joven Izuku.

¿Joven Izuku?

¡Joven Midoriya!

Pegué un salto ante el repentino dolor de cabeza cuando escuché esa voz potente y cálida, parecía un pequeño vistazo de un recuerdo de mi pasado, pero tan pronto como vino, se fue.

Kenbōshō || KatsuDeku ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora