Katsuki
—¡Deku! —mi cuerpo respondió solo al correr para no dejar que ese nerd cayera al suelo.
Lo sostuve en mis brazos y lo atraje a mi pecho sintiendo el calor que emanaba su cuerpo, mis manos temblaban ante el contacto con él, uno que había esperado por mucho tiempo y ahora que me encontraba en la situación que siempre soñé, no podía hacer más que seguir estupefacto.
¿Él parecía no recordarme? ¿no recordar a nadie?
Mi vista enfocó su rostro, que, en definitiva, se trataba del suyo, mismas pecas adornando sus mejillas, misma piel blanca, mismas mejillas suficientemente rellenas, y su cabello lleno de rizos verdes rebeldes. Lo cargué manteniéndolo bien cerca de mí, acunándolo justo del lado de mi corazón sabiendo que siempre le gustó estar de esta manera, aun cuando no dijéramos nada, el silencio siempre parecía algo de lo cual disfrutar cuando nos encontrábamos juntos.
Solo estemos así unos segundos, Kacchan, y, realmente, nunca eran solo unos segundos, idiota.
Suspiré evitando que mis ojos brillosos dejaran escapar lágrimas delante de todos esos extras que se hacían llamar mis compañeros, ya era suficiente del Bakugou Katsuki que se la pasaba llorando porque la culpa quería comerme vivo en medio de mi dolor por perderlo.
Sí, estaba sufriendo, pero ¿por qué todos deberían de saberlo? Me bastaba con el bastardo del pelos de mierda y su novio entrometido con complejo de pikachu.
—Hey, Ground Zero, ¿estás bien? Debemos llevar a Midoriya-kun de inmediato a la ciudad, el lugar donde lo encontramos no va a ser seguro por mucho tiempo. —me giré hacia la chica cola de caballo y asentí sin más.
Caminé a paso lento luego de que Kaminari dijera que yo también me iba a ausentar, aquí solo estábamos la cola de caballo, cuatro ojos, el cargador con patas y pelos de mierda, seguro que iban a decirle al bastardo mitad-mitad que deje de patrullar los alrededores para ocupar mi lugar acá.
—No te preocupes, Ground Zero, todo va a estar bien, ahora que Deku está con nosotros, ambos lo van a estar. —miré levemente al novio de mi amigo, sus ojos ámbar denotaban su sorpresa y dolor, pero quería tranquilizarme, no pude decirle nada, al menos, no ahora.
Me subí a una ambulancia en donde me pidieron dejar a Deku en una camilla, casi exploté toda el maldito vehículo porque no quería separarme de él nunca más, solo había pestañeado cinco segundos esa vez y lo perdí, no podía dejar que volviera a pasar.
—Bakubro, tranquilo, solo quieren revisarlo, necesita un estabilizador, esa herida en su cien no se ve bien tampoco —Kirishima intentaba tranquilizarme, pero parecía que me estaba irritando más—. Anda, lo estamos mirando, cualquier cosa que suceda estaremos ambos aquí, ¿bien? —dirigí mi mirada hacia la suya, lo único que pudo convencerme fue la determinación que tenían sus ojos, así que dejé que Deku descansara en la camilla con cuidado, aquel pijama que traía estaba algo roto en el pantalón y la camisa tenía arrancados los primeros botones, podía ver parte de su pecho ya no trabajado.
Izuku había adelgazado sin duda alguna, era menudo y hasta frágil a la vista, además de que sus mejillas solían ser un poco más abultadas, tenía una herida en la cien que dejó un camino de sangre por su rostro que noté recién ahora, pero por lo demás se veía bastante saludable, no había señales de maltrato ni nada, aunque esos imbéciles igual se las verán conmigo.
💥💥💥
—Familiares de Midoriya Izuku.
—Soy su novio, ¿qué mierda le pasa a Deku? —no di mucha información sobre mi relación con él, necesitaba saber lo que le sucedía.
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Kenbōshō || KatsuDeku ||
Fiksi PenggemarLa única cosa que Izuku tenía claro es que un día despertó en un cuarto oscuro, encadenado y sin recordar tan siquiera su nombre. Luego de un año lleno de estudios sobre su memoria en un lugar que se hizo su hogar, hubo un ataque repentino que amena...