Capítulo 21 - Here we go again.

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- ¿Cómo me veo? - pregunta Adrien mientras se acomoda un poco la camisa que llevaba puesta.

- Perfecto. - le responde su hermana menor.

Nervioso es poco para describir el estado del pobre chico. Dentro de quince minutos debía estar en casa de Angel para llevarla a la cita.

- Relájate. Inhala amor, - le dice Sabrina haciendo que su hermano inhale con ella. - exhala paz. -

- Eso no me ayuda. Angel fue la que te enseñó eso. -

- Sólo tranquilízate. - le pide la rubia y los dos empiezan a bajar las escaleras de su casa, encontrándose con su padre y Evangeline haciendo la cena.

- ¿Ya te vas?. - le pregunta Steve.

- Sí. ¿Tienes algún consejo?. -

Steve se limpia las manos con un paño de cocina y se acerca a él.

- Siempre fuí malo para las citas, no sé cómo se enamoró tu madre de mí. - dice y Eva ríe por lo bajo. - Pero, te puedo decir que seas tú mismo... - Le dice y lo abraza rápidamente. - Lo harás bien. -

- Gracias, papá. - le sonríe.

Eva se acerca con pasos firmes y aleja un poco a su padre de su gemelo.

- Primero, - cuenta con sus dedos - deja el nerviosismo. Relájate. - Adrien asiente. - Segundo, diviértete. - Dice con voz calmada. - Es una cita con Angel, no con el presidente. -

- Okay. - asiente Adrien.

- Ahora, vete. No llegues tarde. - le dice Eva y él se va, no sin antes despedirse.

Entra al auto y mete las llaves para encenderlo, abre la puerta del garaje con el control remoto y empieza el camino a la casa de la chica que le gustaba desde hace tiempo.

Al llegar, toca la corneta y espera a que ella salga. Los nervios, que durante el camino se habían calmado, volvieron con más fuerza.

La pelirroja salió, con un vestido de verano blanco con estampado de flores moradas, sandalias con tacón y el cabello suelto.

Adrien, luego de salir del shock, salió del auto y le abrió la puerta a ella, quien le agradeció con una sonrisa, y él volvió al asiento del piloto.

- ¿A dónde iremos?. - pregunta ella una vez que el auto arranca.

- Eh... Pensaba llevarte a un lindo sitio que encontré... Es un lugar agradable. -

- Okay. - ella volteó su cabeza al frente, mirando el interesantísimo asfalto del camino. - ¿Puedes poner música?. -

- Obvio, claro, sí... Pon lo que quieras. -

Un rato después llegaron al lugar que mencionó Adrien: una especie de cafetería, dónde servían diversos platos y postres, más que todo. El lugar era realmente bonito, las paredes eran de madera, con iluminación media; había plantas y luces de navidad blancas decorando, además de varios cuadros en las paredes. Música suave y variada y el mostrador a un lado.

- Tenías razón, es lindo. - le dijo ella viendo todo el lugar.

Su fueron a una mesa, un poco lejos de las demás personas, que de hecho no eran muchas.

Luego de que los dos comieran y se quedaran un rato hablando de temas triviales, salieron a caminar un rato por las calles de Nueva York.

Hacía frío, no faltaba mucho para empezar a nevar. Los dos llevaban abrigos.

- Entonces... Te gusto. - se atrevió a decir Angel algo que llevaba guardando un rato.

- Eh... Sí. - respondió Adrien rascándose la nuca. - Por eso te invité a salir. - Angel sonríe y él también.

Los dos se quedan callados un rato mientras se pasean por una plaza. Los árboles casi no tenían hojas ya. El ambiente se veía en tonos naranja y rojo por el otoño que pronto acabaría.

Angel mantenía su mirada a los árboles y el resto del paisaje, y Adrien pretendía hacer lo mismo y le daba miradas fugaces de vez en cuando.

- ¿Vas a besarme sí o no?. - le preguntó ella volteando su cabeza hacia el rubio, quien se parecía que tenía una pequeña parálisis.

Ella lo jaló del cuello de la camisa y estampó sus labios contra los de él. Adrien le respondió el beso y posó sus manos en la cintura de la chica, atrayéndola hacia él.

Unos momentos después se separaron por la falta de aire. Se quedaron mirándose por unos instantes.

- Creo que es hora de volver a casa... ¿No lo crees?. - dijo la pelirroja con cierto nerviosismo por primera vez durante toda la velada.

- Sí.

Un rato después, se encontraban los dos en el auto frente a la casa de la pelirroja.

Adrien estaba a punto de bajarse del auto para abrirle la puerta a su acompañante, pero ella misma se lo impidió dándole un corto beso en los labios.

- Me divertí hoy. - le dijo ella al separarse. - Te veo mañana. - Dice y se baja del auto.

Adrien se queda embobado viendo como entra a su casa.

Una vez dentro, Demon cierra la puerta y se queda allí, mordiéndose el labio mientras recuerda lo ocurrido esa noche.

- ¡Sí!. - se escucha la voz de Adrien desde afuera y la joven no puede evitar soltar una carcajada.

- Parece que te fue bien. - le dice Nat a su hija, quien acababa de notar su presencia.

- Eso creo... ¿Sería muy loco si te digo que me está empezando a gustar?. -

- No es la primera vez que oigo eso de una chica que sale con un Rogers. -

- ¿A qué te refie... Oh, no. No me digas que vamos a defender al mundo, luchar contra un Thanos, se muere Tony, nos casamos y tenemos unos gemelos con poderes y una niñita bien tierna y cuchi que luego le contará la misma historia a otra pobre chica por ahí que luego terminará enamorándose de otro Rogers. -

- Ya hasta se te está pegando lo dramático de él. -

Nota de la autora:

Así, es: sigo viva 🙂👍🏼.

¿Quedó bien el cap? Ay, no sé.

Cada ves estoy más crazy.

Sorry por no actualizar en un mes.

¡No olviden votar!

¡Los amo!

Bye!.

Inmortal: Nueva Generación. || AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora