Capítulo 30 - Fuertes confesiones.

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Dentro de la Base, en una sala de estar, Mía reía por un chiste que le acababa de contar Terry.

- Eres muy ingenioso. - dijo entre risas.

- Sí. - soltó una risa nerviosa mientras se rascaba la nuca. - Me preguntaba si tienes algo que hacer el viernes por la tarde. - se quedó callado esperando la respuesta.

Como Sabrina y Angel habían predicho, Terry y Mía habían pasado tiempo juntos mientras ellos entrenaban, mas no pensaron que fueran a dar el primer paso tan rápido.

Mía se sonrojó ante la pregunta.

- No, estoy libre. - respondió sonriendo tímidamente mirando al suelo; un par de mechones de su rizado cabello cayeron a su cara. El pelinegro los puso detrás de su oreja, haciendo que se sonrojara más.

- Entonces, ¿Qué te parece si vamos a hacer algo?. - preguntó sonriéndole.

- Me encantaría. - pequeños oyuelos se formaban en sus mejillas al sonreír.

De repente, arruinando el momento, se escucharon gritos provenientes de la cocina, parecía ser una discusión muy fuerte. Los dos chicos, al igual que los demás que estaban en el patio, acudieron rápidamente. Los que discutían eran los padres de Mía, Sam y Shuri.

- ¡¿Sabes qué?!, ¡A la mierda todo!; ¡Ya no te amo, ¿Entiendes?!. ¡Estuve engañándote desde hace años y ni cuenta te diste, porque eres un tonto!. - le gritó finalmente Shuri a Sam, dejándolo completamente destrozado. Y sí, era cierto; cuando aún eran novios ella lo engañó con otro hombre, saliendo embarazada de Elizabeth. No volvió a hacerlo y le dijo a Sam que era de él el bebé. Luego de eso, sí llegó a sentir amor por él, pero desde hace un par de años que eso se acabó y volvió a verse con el mismo hombre, y ya no podía ocultárselo más.

Mía comenzó a llorar y Terry la abrazó para consolarla. Beth, por su parte, se sorprendió, pero de alguna manera lo veía venir; últimamente estaban discutiendo mucho y este fue el momento en el que al fin detonó la bomba.

Sam se fue de allí, necesitando tiempo para procesar lo que la mujer que ama, y que ahora sabía que no le correspondía, le acababa de confesar.

- Hora de ir a casa, chicas. - les dijo su madre a Mía y Beth.

Elizabeth se despidió de los chicos y se fue con su madre, pero Mía se quedó allí, sorda ante las palabras de su progenitora.

- Mía, vamos. - repitió sin mucha paciencia.

- No. - se negó con lágrimas en los ojos. - ¡Ni siquiera te reconozco!. - Mía, al igual que su padre, no se imaginaba en lo absoluto que su madre fuera capaz de tal cosa. - ¿Soy hija de Sam, o del idiota con el que lo engañas?. - preguntó sintiendo por montones enojo y decepción hacia la mujer a la que llamaba madre.

- ¡A mí no me hables con ese tono!. - la regañó, aunque a ella le importó poco. - Y sí, tú sí eres hija de él, Beth no lo es. - La susodicha alzó las cejas, un poco sorprendida.

- Bien, entonces me quedaré con mi papá, ¿Okay?. - dijo con los ojos vidriosos y la voz rota, nuevamente al borde del llanto.

- Como gustes. - dijo y se fue de la Base, seguida por su hija.

Mía rompió a llorar otra vez y Terry volvió a consolarla. Parecía que esa salida tendría que posponerse.

Los demás que habían presenciado la escena aún estaban procesando la información. Steve y Bucky fueron con Sam para darle apoyo y compañía. Sabrina y Angel abrazaron a Mía que estaba realmente afectada.

Desde ese día estuvieron viviendo separados y no se volvieron a ver, hasta unas unas semanas después, para divorciarse oficialmente. Quedaron con custodia compartida de las dos hijas. Mía decidió irse a vivir con su papá, aunque le doliera separarse de su hermana, quien decidió quedarse con su madre, pues Sam no era su verdadero padre después de todo. Él aún sentía que estaba viviendo en una sueño, o más bien una pesadilla.

Nota de la autora:

No soy buena con el drama, sorry 😔👊🏼.

El cap que viene da inicio a la fase final de esto, no me creo que ya se vaya a acabar 😖.

¡No olviden votar!

¡Los amo!

Bye!✨.

Inmortal: Nueva Generación. || AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora