Cassy quedó perpleja, no supo qué hacer en ese momento. ¿Y si realmente todo lo que Miguel le dijo fue para hacerla caer en un chantaje? Cassy sintió terror, sentía como si al momento que diera un paso hacia la salida, habría muchos tipos como los enormes gorilas vestidos de guardias que estarían ahí esperándola. Sólo se dignó a permanecer en silencio. Peter y Jenny estaban viendo todo a través de aquella cámara, ella se sentía entre la espada y la pared. Cassy deseaba con todas sus fuerzas no haber estado allí en ese momento, pero tampoco sabía cómo huir de allí.
Se centró en una sola cosa a partir de ese momento: escapar de allí.
-Debo irme-dijo Cassy poniéndose de pie a un costado de Miguel.
Miguel la notó e hizo un gesto de asentimiento. La chiquilla se dispuso en dirección a la puerta de entrada a aquella lujosa oficina. Al momento de abrir la puerta, la rota voz de Miguel fue quien la interrumpió.
-Gracias por todo, pequeña. Cuídate, chiquilla.
Cassy le dirigió la mirada y sólo se dignó a asentir con la cabeza. Echó un último vistazo a aquellos papeles que estaban desordenados encima del escritorio y salió de allí.
Y aquello que tanto temió allí adentro, efectivamente estaba allí afuera. Había un grupo de aproximadamente seis tipos que prácticamente le doblaban la estatura y estaban chequeando cada una de las salas que había allí en el pasillo.
La chica de cabellos castaños avanzó paso a paso en dirección al ascensor, y mientras más cercana estaba de aquellos enormes gorilas, más sentía su corazón latir en su pecho. Al pasar por el lado de aquellos enormes tipos desvió la mirada y siguió caminando como si nada. Hasta que llegó frente al ascensor y pulsó el botón para poder bajar y por fin salir de aquel lugar.
-¡Eh! ¡Niñata! ¿Cuál es tu nombre? -dijo uno de aquellos tipos en dirección a la pequeña chica.
Y las puertas de aquel ascensor se abrieron. Cassy no les dirigió la mirada y sintió cómo dos de ellos venían en dirección a ella a paso apresurado. La chiquilla subió al ascensor rápidamente y pulsó los botones para bajar.
-¡Es ella! -alcanzó a oír Cassy mientras bajaba por aquel ascensor.
La primera reacción que tuvo ella fue pulsar de manera rápida y repetidamente el botón para bajar al primer piso, como si pudiera hacer algo para que el ascensor bajara más rápido. El ascensor por fin se detuvo y se abrieron las puertas, ella bajó rápidamente y en cuanto escuchó los sonidos de cómo bajaban las escaleras rápidamente se dirigió corriendo a la puerta trasera de aquel lujoso edificio.
Se giró para observar si había alguno de aquellos gorilas tras de ella. Y como era de esperar, los dos gigantes tipos que estaban siempre en la puerta de entrada corrían en dirección a ella. La castaña abrió de golpe aquella puerta trasera y salió disparada en búsqueda de algún escondite temporal.
Cassy al notar los enormes botes de basura de una de las cafeterías cercanas, se escondió ágilmente entre dos de ellos. Pero no se había liberado por completo de aquellos tipos, aún se oían sus pisadas corriendo en búsqueda de ella, cada vez más fuertes pisadas, como si estuvieran a tan solo unos cuantos metros de ella.
-No sé qué carajos quiere el jefe de esa niñata -murmuró uno de los guardias del lugar.
-Probablemente se deshaga de ella como lo hizo con la tipa loca que era fanática del holograma.
La voz de ese último era áspera y escalofriante.
Y los pasos se alejaron poco a poco. Cassy juró haberse visto en semejante oscuridad y ahora mismo dudaba si continuar con su misión. Se sentía débil en aquel momento, como si fuera una muñeca de trapo. Aspiró una buena bocanada de aire y salió de su escondite. Verificó que efectivamente no hubiera uno de esos gorilas por allí merodeando y se dirigió a su casa.
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Holograma Perfecto
Science FictionCassy es una fan de Cherry Ava, la más conocida famosa dentro del ámbito musical que arrasa entre jóvenes. Gracias a ella, conoció a sus amigos más cercanos: Peter y Jenny, y gracias a sus habilidades, el trío de amigos pueden sobrepasar muchísimos...