Hasta ese momento, Cassy sintió como si le hubieran lanzado un balde de agua fría encima. Algo temblorosa, se desplomó sobre la cama. Una parte de ella seguía pensando en todo lo que habían pasado, pero la otra estaba insistente en seguir adelante.
Se le puso la piel de gallina, pensó que podía ser por la fiebre. Tras una gran parte de su vida escuchando esas canciones que tanto le fascinaban, hoy se veía involucrada en algo tan importante y chocante al mismo tiempo para ella. Sabía que podía meterse en líos, pero confiaba en sus dos amigos. A estas alturas no le importaba si intentaban sobornar su plan, o comprar sus evidencias, ellos tenían un objetivo que cumplir. Vio a Cherry frente a sus narices hace un par de días, y la emoción le traicionó la realidad en la que vivía, hubo una falla en frente de sus narices y ella no lo vio, y eso fue lo que le había hecho cambiar de opinión. ¿Y si la compañía se va en contra de ellos? Cassy no había tenido en cuenta esa pequeña y a la vez gran barra, se sintió indefensa, con una sensación de parálisis.
No sabía si darles a saber a sus amigos ese punto, ni cómo. Ella sabía que Peter y Jenny estarían ahí para ella, y viceversa. Acababa de regresar a su vida normal y cotidiana, pero con ganas de más, quería seguir sabiendo qué ocurría en ese círculo secreto de Cherry. No quería que nadie más se decepcionara, que nadie más pagara por una farsa.
Y con ese firme convencimiento, Cassy por fin, pudo quedarse dormida.
A la mañana siguiente, un martes nublado pero feliz para Cassy, se encontraba animosa, su padre le había dejado desayuno preparado. Ella tuvo unas enormes ganas de contarle todo, hasta el último detalle de lo que tenían planeado con sus amigos, y preguntarle si creía que si era muy loco todo eso.
Pero su padre estaba ausente, sólo estaba la presencia de una nota que le había dejado, decía que lo sentía mucho y que se comió uno de los sándwiches que le había preparado a ella. Luego, ella se dio una larga ducha, escuchando Never Tear Us Apart de fondo, una y otra vez. Al cabo de la ducha, se sintió mucho mejor, se sentía como nueva; el recuerdo de su experiencia con sus amigos en aquel show que le cambió la vida pasó por su cabeza, y sonrió.
El resto del día lo pasó hablando por teléfono con Peter y Jenny, salió a correr un par de kilómetros, se echó una siesta y comió un perfecto almuerzo. Al final, se sentó frente a su consola de videojuegos, quería acabar sus energías allí. Cuando vibró su celular, había mensajes de sus dos amigos en la bandeja de entrada.
Parecía que todo iba tranquilo, sin nuevas noticias más que cuentas regresivas para el siguiente show. Muchos ansiaban saber qué ocurriría, pero la compañía no podía ser combatida por mucha gente, bueno, en opinión de Cassy, era algo muy potente. Sus amigos admitieron que la tarea no será nada fácil, pero no imposible. Cherry era falsa, y sólo necesitaban reunir las pruebas para sacarlas a la luz y, entre muchísimas más, mejor.
Estaban solos en esto, y era muy seguro que muchas personas y empresas se habían planteado el mismo objetivo, cada uno esperando tomar ventaja por sobre otro. Cassy no pretendía averiguarlo, tenía miedo de encontrar con un montón de gente allí afuera que tomara ventaja y su plan se fuera por la borda. Debían estar preparados mentalmente para lo que fuera que viniera.
Cassy y sus amigos terminaron la conversación hablando de videojuegos y que se encontrarían más tarde en la cancha de patinaje de hielo, irían a pasar el rato y dejar atrás, por un momento, el asunto.
Sin embargo, antes de salir, Cassy entró a una de las redes sociales de Cherry Ava, con la mínima esperanza de poder encontrar una publicación que negara lo ocurrido el show anterior, y en lugar de poder encontrarse con el perfil de la artista, no hubo más que unas letras en negro:
CUENTA SUSPENDIDA TEMPORALMENTE
La cuenta estaba suspendida y probablemente la eliminarían.
Cassy intentó revisar cada una de las otras redes sociales que Cherry poseía, pero se encontraba con la misma frase. Intentó llamar a sus amigos, pero sus celulares sonaban apagados. Entró al chat con sus amigos, pero no era el mejor medio para hacerles saber.
Se bloqueó por un instante. Se bloqueó por completa.
Lo único que hizo fue recostarse en su cama, quedarse allí mirando el techo fijamente. ¿Cómo demonios van a continuar si Cherry borró sus cuentas? En cuestión de dos días se había algo verdaderamente intrigante para Cassy, algo que se estaba apoderando de su vida y se está viendo amenazada por menos evidencias. Cassy comenzaba a extrañar los días en que iba al colegio con normalidad, colocándose sus audífonos y encerrándose en su burbuja con su música de fondo.
Cassy estaba en lo correcto, todo cambiaría, además, una compañía tan poderosa como la de Cherry, poseía el poder de hacer que la gente viera y experimentara cualquier cosa que a ellos les beneficiara, y que, habría cosas peores que jamás saldrían a la luz.
Alguien eliminó la cuenta de Cherry, lo que era lo más importante en estos momentos. ¿Se llevaría a cabo el concierto de todas formas ese día? Necesitaba contactarse con sus amigos ahora más que nunca. A lo mejor todo lo que tenían planeado se iba a ir por la borda.
Decidió por fin levantarse de la cama y dejó de alimentar todos aquellos malos comentarios. Sabía que podrían lograrlo, que tendrían otra oportunidad, podía sentirlo. La atrocidad de lo que fue el fallo por la degeneración de la mano de Cherry arriba de un escenario estaba pagando las consecuencias. Y Cassy comenzaba a pensar que nada de todo lo que conocía era real. Y que, sin sus amigos, ni con los mejores dotes que pudiera tener, habría notado aquellos detalles que podían pasar desapercibidos, y quizá, todavía estaría apoyando a un ser inexistente. Y Cherry era buena cantante, tenía una gran voz, unos excelentes videos musicales, pero... al fin y al cabo, sólo era alguien inexistente.
Cassy se sintió lista para el nuevo escalón para llegar a su objetivo y se avergonzó de sí misma por aquellos intentos de tirar la toalla.
Jenny, quien vestía una camiseta negra de Queen y tenía todo el cabello enmarañado, estuvo a punto de sufrir un infarto cuando Cassy tocó su puerta. La abrió con los ojos como platos, y con la cara cubierta con una mascarilla para los puntos negros.
- ¿Qué demonios haces aquí?, ¿No nos íbamos a ver dentro de un rato? -dijo entornando los ojos con gesto de asombro-. ¿Estás bien?
-Sí, ya lo sé. Escucha, necesitaba decírtelo en la cara.
Jenny puso las manos en jarra.
- ¿Justamente ahora? No podías... no lo sé, ¿esperar a vernos más tarde?
Cassy se obligó a calmarse y dijo:
-Lo siento muchísimo. Pero sus teléfonos estaban apagados y...hablarlo por chat no es muy emocionante que digamos-dijo, mirando sus manos con algo de vergüenza-.
- ¿Podrías soltarlo ya? Si al menos llegas así de eufórica, y me ves en pijama en mitad de una limpieza facial, pues que valga la pena.
Las clases de ese martes parecían lo más lento posible, como si Cassy hubiera tenido que padecer sentada frente a un pizarrón toda su vida. Ansiaba más que nunca que cayera la tarde y pudiera hablar con sus amigos mientras patinaban sobre el hielo, debían iniciar otra investigación más tarde.
Los tres estaban decididos a actuar con disimulo y cautela. Tendrían códigos para comunicarse por las redes...sólo, como precaución. Cassy imaginó que esta misión les pertenecía a sus amigos y a ella, y nunca pudo estar tan agradecida de tenerlos con ella. Lo eran todo.
<<Podemos hacerlo>>, se repitió varias veces, una tras otra vez.
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Holograma Perfecto
خيال علميCassy es una fan de Cherry Ava, la más conocida famosa dentro del ámbito musical que arrasa entre jóvenes. Gracias a ella, conoció a sus amigos más cercanos: Peter y Jenny, y gracias a sus habilidades, el trío de amigos pueden sobrepasar muchísimos...