Capítulo 19: Reputación

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La obtención del holograma en las manos de Miguel no fue una tarea fácil en absoluto. Desde el momento en el que Miguel llegó a trabajar para Star Records, él comenzó como un simple asistente que debía ayudar a sus jefes, quienes también estaban en búsqueda que grandes y jóvenes chicos talentosos.

Aunque es un ámbito de trabajo en el que consigues dinero con facilidad si sabes cómo movilizarlos dentro del terreno musical, es al mismo tiempo un trabajo difícil si no consigues a los individuos adecuados para trabajar. Algo que en realidad la compañía esperaba era captar bandas musicales que influenciaran con facilidad entre las jovencitas quienes, estadísticamente, más asistían a conciertos a diferencia de los varones.

Miguel vivía con la sensación de que perdería su trabajo debido a lo complejo que era el sistema y la enorme competencia que tenía allí afuera, pero lamentablemente no dependía de él directamente. Star Records tampoco sabría que él les iba a dar un enorme favor de vuelta en cuanto Cherry Ava llegara al camino de la compañía misma. Miguel por mucho tiempo sólo tuvo que sonreír y asentir en silencio, pero siempre se sentía mucho más inquieto y con ganas de participar dentro del campo.

Había algo que dentro de Star Records no podía encontrar y que les estaba debilitando con el tiempo. ¿Pero cuál era el problema? ¿Será que los adolescentes eran muy inmaduros para enfrentar un gran desafío como llevar a cabo una gira mundial? ¿O los adultos que se presentaban eran muy mayores? ¿Por qué nadie de los que llegaba a presentarse y entablar una conversación con los sujetos que allí trabajaban llegaba a satisfacer sus expectativas?

Y cuanto más lo pensaba, más preguntas llegaban a su cabeza y menos respuestas tenían. El sujeto siempre vivía con la respuesta en mente, sabía que aquella muchacha habría podido brillar y traer a la compañía una enorme cantidad de ganancias, pero lamentablemente aquella muchacha no estaba viva.

Pero con una pérdida más de una jovencita de aproximadamente diecisiete años que salió por la puerta del pequeño edificio de aquel entonces, Miguel se obligó a ponerse de pie y ser un pedestal importante dentro de la empresa.

El joven adulto de aquel entonces, se dispuso a ver videos de jóvenes en Youtube cantando covers de diversas canciones, desde canciones de Shakira hasta Shawn Mendez, pero ninguno fue capaz de alcanzar los altos estándares que los jefes mayores a él poseían.

Pero aquello no lo detuvo, fue todo lo contrario, lo impulsó a tratar de conseguir aquello "perfecto" que los jefes esperaban. A continuación, decidió visitar como público uno de los programas que más atraía talentos jóvenes: "Factor X".

Una vez en su lugar, en cuanto vio a un joven de aproximadamente unos dieciséis o diecisiete años con cabello castaño y que vestía una camisa de color lila, una corbata de color negro y un suéter simple, que se presentó cantando "Hey There Delilah". Sintió que podía ser aquello que tanto buscaban, aparentaba ser un chiquillo sencillo y que podía influir en el corazón de aquellas jovencitas del momento. Así que, una vez finalizado el show del día, se dispuso a salir en búsqueda de aquella oportunidad.

-¿Te gustaría ser un artista, chiquillo? -preguntó Miguel en cuanto llegó al lado de aquel jovencito sin más rodeos.

-Lo agradezco, pero honestamente creo que me van a juntar con otros cuatro chicos para participar juntos.

El jovencito respondió con suma sinceridad, tanto así que Miguel quedó sorprendido.

-¿De veras?

-Sí. Pero si está en búsqueda de talentos, lo que le recomiendo es que hable con alguno de los que no estén con negociaciones o reinventarse. Usted puede conocer más adolescentes con las mismas aspiraciones por internet también.

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