Twenty five

1K 101 48
                                    

4🐺

perdón la tardanza :(

***

Los días comenzaron a pasar más deprisa después de la coronación de Emilio. El nuevo rey era un hombre demasiado ocupado ahora, sin embargo siempre encontraba una forma de estar con su omega. Aún más ahora, que Joa estaba al final de la gestación.

El jóven era pequeño y Aristóteles estaba muy grande, pesado y dejaba sus pies hinchados, además de que arruinaba su espalda. Joaquín no tenía más una posición para dormir, él dormía sentado y a veces de lado cuando Ari lo dejaba. Pero Joaquín estaba feliz, no veía la hora de tomar a su bebé en brazos y mirar su carita. 

Él quería saber si el pequeño alfa sería igual a su papá, y era lo que Joaquín más quería. Un mini Emi sería la realización de sus sueños. El cuarto del niño ya estaba terminado, solo esperando a que su dueño llegara, sus maletas también y todo eso dejaba a Joaquín aún más ansioso. 

El omega ya tenía 37 semanas, su barriga estaba más abajo, eso era una señal de que el parto sería pronto. Habían tenido dos falsas alarmas, las contracciones vinieron con fuerza, pero la primera vez – era de madrugada – Joaquín estaba a los gritos y Emilio lo llevó deprisa hacia el hospital. Él quedó en observación, las contracciones fueron cronometradas, pero cuando la médica lo examinó, le dijo que era solo una falsa alarma.

La segunda vez, era de tarde y Emilio estaba en el medio de una reunión con líderes internacionales cuando un empleado llegó alarmando al alfa, avisándole que Joaquín había entrado en trabajo de parto. Y una vez más fue una falsa alarma. 

¿Joaquín estaba cansado de eso? Con toda certeza. 

Pero, él no podía hacer nada, infelizmente. 

*

 En aquella tarde específicamente, él estaba tomando té con la reina y Romina, Emilio estaba en otra reunión. Alex estaba por allí también, sentado en el regazo del tío Joa y tocándole la enorme barriga. Él ya podía hablar algunas palabras, pero muy pocas. 

- ¿Beebee? – preguntó el niño.

- Si, amor, bebé. – respondió Joaquín, con una sonrisa cansada. 

- Joaquín, ¿estás bien? – Romina indagó, observando la expresión de su cuñado. 

- Más o menos. – el omega suspiró – Estoy con cólicos desde que desperté. 

- ¿No son contracciones, querido? – la reina Niu inquirió, preocupada. 

- No...Creo que no. – Joaquín se encogió de hombros – Creo que me voy a recostar un poquito. 

- Ve, Joa. Cualquier cosa llámanos, ¿ok? – Romina concordó y se levantó para tomar a su hijo del regazo de su cuñado. 

Joaquín asintió y se levantó después de que devolvió al niño a su madre, pero cuando lo hizo, terminó gritando fuertemente de dolor. Era una contracción y una muy fuerte, nada comparada a las anteriores. 

- Te dije que eran contracciones. – dijo Niurka, levantándose para socorrer a su yerno – Joaquín, querido, respira con calma. Recuerda las clases de *Lamaze.

Joaquín respiró hondo algunas veces, sujetándose de su suegra, cuando de repente sintió un líquido escurrir por entre sus piernas. 

- Oh joder, ¡la bolsa se rompio! – sollozó. 

- Romina, ve a buscar a Emi y avísale a una empleada que tome las maletas de Joaquín y de Aris, y también pídele a alguien que prepare un auto y avise al hospital. – Niurka pidió a su hija – Yo voy con Joaquín, para ayudarle a cambiarse de ropa. 

Royals [omegaverse] (EMILIACO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora