Final: Twenty six

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3🐺

Antes que nada.. aun falta el epilogo y unos extras así que aun no se vayan  jeje:)

Por otro lado... ese capitulo esta medio norteño jsjsjs ,ya entenderán ...

***

Al día siguiente al nacimiento de Aris, Emilio salió de maternidad determinado a acabar con todo ese sufrimiento. Joaquín aun dormía tranquilamente y Emilio solo dejó un beso en su frente, verificó a su niño que también dormía, pero cuando el pequeño alfa sintió los dedos de su padre, el niño abrió uno de sus azules ojos e hizo un pucherito con la boca. El alfa mayor solo sonrió, acentuando los hoyuelos y murmuró bajito hacia el bebé: 

- Papá necesita resolver un asunto ahora, Aris. – dijo, mirando fijamente al bebé que no despegaba los ojos de los suyos - ¿Cuidas a tu papa por mí? ¿Serás un buen bebé? – Aristóteles comenzó a removerse y Emilio rió – Está bien, amor. Papá vuelve enseguida. 

Finalmente, dio un besito en la frente del pequeño y salió del cuarto, encontrando dos guardaespaldas en la puerta. 

- Preston, Higgins. – Emilio los saludó – Necesito salir, Higgins ven conmigo y Preston llama a Alberto para que quede cuidando aquí contigo. Necesito de toda la atención posible y avísale a Joaquín que no tardaré, solo dile que necesitaba resolver una cuestión del certificado de nacimiento de Aristóteles.

- Sí, alteza. – dijo Preston y fue tomando el walkie-talkie para pedir que Alberto viniese. 

Emilio y Paul salieron del hospital y cuando los dos entraron en el auto, el rey habló: 

- Quiero que me lleves hasta la penitenciaría donde se encuentra mi padre. 

- ¿Vuestra majestad cree que él está envuelto en la tentativa de secuestro del pequeño príncipe? – el guardaespaldas preguntó. 

- Estoy seguro. – Emilio asintió – Por eso es que ni me estoy tomando el trabajo de ir hacia la estación de policía a enfrentar a la muchacha, estoy yendo directo a la fuente. 

Higgins solo asintió y se concentró en la dirección. La penitenciaría quedaba en las afueras de Londres, entonces sería demorado. Pero cuando llegaron fueron recibidos con muchísima educación, obviamente, pues era el rey el que estaba allí. Emilio entró en la sala del director y el mismo hizo una reverencia. 

- ¿A qué debo la honra de la presencia de vuestra majestad? – el director Fitzgerald preguntó.

- Me gustaría hablar con mi padre y necesito que ustedes estén grabando toda la conversación. – Emilio pidió, serio. 

- Con toda seguridad. – el director asintió y tomó el teléfono, pidiendo para que fueran a buscar al detenido y lo llevaran hacia una de las salas de visita - ¿Sucedió algo, majestad? 

- Sí, mi padre intentó secuestrar a mi hijo. – Emilio respondió, como si fuese algo muy común. 

- ¿Pero cómo? Él está preso aquí y- 

- Señor Fitzgerald. –Emilio lo interrumpió – Sé que por más que el sistema penitenciario sea muy bueno, siempre hay personas corruptas en cualquier lugar. – el rey miraba al director con firmeza – No le estoy acusando de nada, entienda bien. Pero conozco a mi padre y sé muy bien que él es bueno manipulando a las personas, puede no haber sido usted, pero pudo ser uno de los agentes carcelarios. Él sabe muy bien cómo usar las palabras. Yo solo quiero conversar con él y arrancarle la verdad. Necesito terminar con esta payasada. 

- Comprendo. – el director asintió – Solo quiero sepa, majestad, que de mi parte no fue. Yo realmente le doy la razón, y si puedo ayudar en algo, no hesite en pedírmelo. 

Royals [omegaverse] (EMILIACO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora