No es mío, es tuyo°• Namjin •° Mpreg

Algo parecido a celos que no son celos

— Jungkook, ponte tu camisa que no estás en tu casa. — le regañó la madre del maknae de la casa al ver a su hijo pavonearse con el pecho descubierto. — Ni tan siquiera SeokJin se la pasa por la casa así.

— A hyung le gustan mis abdominales omma, debería agradecerme — Mencionó el menor flexionando sus bíceps mostrando el cuerpo que con mucho tiempo y esfuerzo logró conseguir. — ¿No es así hyung? — preguntó dirigiéndose al embarazado que estaba viendo una serie junto a Namjoon el cual no se había despegado de Jin desde el ultrasonido.

Y eso que habían pasado ya dos semanas desde este.

Dos tortuosas semanas.

¿Por qué?

Porque Jin estaba caliente.

Muy caliente.

Y no por fiebre exactamente.

Añadiendo el que Namjoon dormía justo a su lado y tenía esa manía de abrazarlo en medio de la noche formando una cucharita la cual era tierna hasta que amanecía con un pequeño- gran bulto apretándose a su trasero.

Todas las mañanas Jin le rezaba al Señor que le enseñe a decir que no a eso porque él no quiere decirle que no.

— ¿Jin? — El culpable de su calentura lo llamó desviándolo de sus pensamientos con respecto a sus amaneceres justo a tiempo ya que si seguía pensando en eso tendría una erección. — Jungkook te preguntó algo.

— Oh, sí. — desvió su vista al menor encontrándose con la tremenda vista de un Jungkook muy bien dotado flexionando sus bíceps y pidiendo entre gestos faciales ayuda. — mucho, es cierto Kookie, tienes razón.

Dijo lo primero que se le ocurrió sin saber exactamente cuál era la pregunta y sin sorprenderse mucho de ver al menor sin su ropa superior ya que desde que Hye comenzó a atender a sus pacientes desde videoconferencias (obviamente no lo más efectivo pero era la mejor forma de mantener monitoreadas a las madres y sus síntomas.) se pasaba sin camisa procurando que su madre no lo viera. Cosa que al parecer falló esta vez y juzgando por la mirada acusatoria de la mujer y la las muecas de Jungkook necesitaba una tapada urgente.

Qué mejor que un sí para tapar todo.

La mujer dio un resoplido y siguió a lo que iba.

Si el dueño de la casa no estaba mal con ello ella no podía irse por encima de Jin.

Por otro lado Namjoon se sintió molesto,

¿A Jin le gustaba el cuerpo de Jungkook?

¿Qué tenía ese mocoso que él no?

Un puchero se formó en los labios del moreno y miró a Jin que había devuelto su vista al televisor como si no acabara de afirmar lo mucho que le gustaba el cuerpo de su (aún menor de edad) hermano.

Esas palabras se mantuvieron dando vueltas por su mente.

Es cierto que Jungkook parecía un conejito con un tanque de guerra por cuerpo pero Namjoon tampoco estaba mal.

Puede sonar presumido pero Namjoon sabía que tenía un cuerpo incluso más trabajado que el menor.

Aunque no se notara gracias a toda la ropa que utilizaba por encima para evitar el frío.

Aun así esa no era excusa para que adoraran el cuerpo de su hermano menor y no el suyo.

Namjoon de verdad quería recibir un cumplido por parte de su mayor como los que recibía el galleto.