No es mío, es tuyo°• Namjin •° Mpreg

Primer Dolor de Cabeza

Que cómodo me siento, mi camita huele a mí, la temperatura de mi cuarto es perfecta y las sabanas de seda se apegan a la perfección con mi desnudez...

¡Espera! ¿Qué hago desnudo?

Me levanto de golpe pero me arrepiento al instante. Mi cabeza comienza a martillar, tengo náuseas y al levantarme de tal manera mi cerebro quiso apagarse por dos segundos haciendo que caiga de culo contra el suelo haciéndome sentir un agudo dolor extendiéndose desde mis nalgas hasta lo más profundo de mi próstata. Decenas de veces me he caído después de levantarme de una buena borrachera, pero en ninguna había sentido un dolor tan fuerte como este.

Doblo mis rodillas y escondo mi rostro entre ellas intentando recuperar mis fuerzas y de una vez, rebuscar en mis recuerdos qué rayos pasó anoche como para estar así y sí, lo encontré, pero no fue gracias a mis recuerdos. Sino más bien a todo ese semen ya seco que se encontraba entre mis muslos.

A la mierda con el dolor, me levanto en busca de mi espejo favorito, uno de cuerpo completo que siempre uso para tirarme fotos. Me paro ante este y veo mi cuerpo y por la puta madre que doy asco. Tengo semen en todo mi abdomen —supongo que mío— y otro montón de semen que recorre desde mi culo hasta los muslos. Mi cuello y clavícula están llenos de moratones de distintos tonos, tengo una marca de dientes en uno de mis pezones, mis labios están hinchados, tengo unas ojeras MUY marcadas pero mis ojos... ¿Brillan? y para completar mis nalgas están coloradas y tienen leves marcas de manos, unas grandes y masculinas...

Yo sí que pasé unas muy buenas noches.

Pero ¿Con quién?

— Mierda, mierda, mierda—Comienzo a vocear. ¿Cómo carajos se supone que...? —Mejor así, no me acuerdo, no pasó, sigo viviendo mi vida loca. — Ya parezco desquiciado— Quizás algún día me acuerde y me ría con Yoongi mientras nos contamos nuestras anécdotas de borrachos. — ¡Yoongi! A la mierda con no acordarse.

Me lanzo a la cama otra vez en busca de mi teléfono —con el cuál siempre duermo— pero no está ahí, está en el suelo; roto por toda la pantalla. ¿¡Qué carajos pasó anoche!?

Lo levanto con cuidado, más por mi cabeza —la cual sigue martillando— que por el mismo teléfono. Lo prendo y pongo mi huella. Al menos sigue funcionando. Busco el icono de llamadas y dejo apretado el dos ya que lo tengo agendado en mi "speed dial", lo coloco en alta voz y me dirijo a la cocina —no sin antes ponerme un pantalón deportivo— para prepararme mi desayuno, que, aunque me esté muriendo no lo salto y mucho menos ahora que me tengo que preparar durante tres meses para una producción.

—Buenos días Reina — Se escuchó por el teléfono— ¿Esa cabeza tuya está pasando cuenta de anoche?

— Buenos días gatito— Lo molesto, él odia ese apodo, así como yo odio que se refiera a mí en femenino... o al menos eso le hago creer. — Ni lo menciones, ahora me estoy tomando unas pastillas para el dolor corporal.

— ¿Corporal?— se queda callado, yo tampoco digo nada por unos segundos, es un silencio incomodo, sugerente que se interrumpe por las carcajadas de Yoongi al otro lado de la línea — Ya veo que moreno de anoche logró domar a la bestia inalcanzable, lo felicito. Me imagino que ni te acuerdas de anoche.

Suspiro resignado, él me conoce, o más bien, soy muy predecible. — Por eso te llamo Yoon...— Trago saliva antes de hablar, que vergonzoso — ¿Con quién me acosté ayer? — Termino preguntando.

— Voy a tu apartamento, prepara el desayuno

—No, no ¡Espera Min Yoongi! Contéstame— sin más terminó la llamada

Puto gato de mierda, lo hace a propósito.

En lo que llegaba me dispuse a cocinar el desayuno de ambos y andar por las redes. De pronto sonaron varias notificaciones de Google con el cuál logré que me avisara de todos los reportajes sobre mí. —Como artista siempre tengo que estar pendiente de lo que ponen de mí en los medios. Miro los titulares con la espera de que hablen sobre como ya terminamos de grabar la novela pero ninguno hablaba de eso, sino de mi ¿relación oculta con un misterioso hombre?