Prólogo

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Hoy era día de grabación, me dieron uno de los mejores papeles de toda mi carrera, esta vez me tocó trabajar con el mejor director de toda Corea, algo que muy pocas personas lograban experimentar debido a la exigente y estricta selección de reparto que el propio director se encargaba de hacer. 

Fue una grata sorpresa cuando mi representante me llamó gritando de emoción por el llamado que ella misma recibió del propio director el cual decía que me quería personalmente a mí para el papel de protagonista de su próxima producción la cual el mismo llamó "La película más esperada del año"

Pero todo lo bueno tiene sus sacrificios y en definitiva con él era el tiempo...

14 horas... catorce putas horas de producción y todavía íbamos por la penúltima escena de grabación. Vamos bien

— ¡Prevenidos!— Se escuchó que gritaron por el megáfono a la par que yo me volvía a mi puesto y la continuista se aseguraba de que no haya ningún error.

— Ya sabes Jin, la miras a los ojos, dices tú línea, la besas y se acaba todo por hoy— Me repetía el director con calma mientras todos corrían hechos un lio acomodándose en sus puestos. Continuó dando direcciones a mi compañera, A.K.A amor imposible según el libreto mientras yo volvía a entrar en personaje. No es fácil el ser actor, ni mucho menos pasar por todos los "castings" los cuales te drenaban pero gracias a ellos es que ahora mismo estoy aquí y si tuviera que volver a pasar todo eso otra vez lo haría sin dudarlo dos veces.

—Cámara— se volvió a escuchar por el megáfono —Sonido— cierro los ojos y me concentro en repetir las líneas una por una en mi cabeza. — Claqueta

— Escena 15A, toma 1— Demuestra de qué estás hecho, Jin.

—Acción— Es mi momento de brillar.

Así como me había dicho el director miré a los ojos a mi compañera y comencé a llorar — Noona, no me haga esto— La agarré de las manos y me lancé al suelo entre suplicas—No te vallas, la necesito.

—Tienes que entenderlo, ya estoy casada y por más que sienta algo por ti, yo...— Me miró directo a los ojos justo como decía el guion— No puedo dejarlo

—Pero... yo— Me levanto mirándola a los labios —Bésame noona, una última vez quiero sentir tus labios — Ella relamió sus labios y subió la puntas de sus pies porque, aunque ella era mayor, yo seguía siendo más alto.

Nuestros rostros estaban a muy cerca, solo faltaba el beso y la toma terminaba. Me inclino un poco para consumar nuestro cometido pero un ruido nos despabila por completo a ambos sacándonos de personaje.

Miro la fuente de tremendo escándalo y lo veo, alto, piel morena y muchas miradas molestas asechándolo.

Es uno de la decena de los asistentes de producción que se había llevado enredado un cable de luz­—que no debería estar ahí— haciéndolo caer de bruces.

—Lo siento, tuve que tener más cuidado—Decía el moreno mientras se levantaba para seguir con inclinaciones hacia todos lados en forma de disculpas.

— ¡Corten!— se volvió a escuchar por el megáfono y todos retuvieron la respiración. — ¿Quién dejó el cable sin ninguna protección? — El dueño de dicho megáfono se levantó echando humos en busca de los luminotécnicos. — ¡Hice una pregunta! ­­— Uno de los gaffers que estaban encargados de los cables se echó hacia delante con la cabeza baja tomando la culpa — ¡Pudiste haberlo matado!— me sobresalto con el grito que volvió a pegar el encargado del megáfono.

—Señor, está bien no me pasó nada, yo...—el PA intentó apaciguar el momento pero fue interrumpido otra vez.

—Estás despedido— Todos se quedaron callados, a nadie le gusta escuchar esa frase y mucho menos si va dirigida a ti mismo. Pero peor debe ser escuchar eso y no saber si va dirigido a ti o a otra persona como se debería estar sintiendo el moreno que comenzó a balbucear.

No es mío, es tuyo°• Namjin •° MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora