Pollo Frito

980 108 3
                                    

Yo no soy de las personas que siempre se quejan de ir al hospital o alguna clínica, cuando hay que ir hay que ir. Pero lo que no me gusta es el tener que ayunar para hacerme las pruebas de sangre y más hoy que amanecí con un humor de perros. 

Tengo náuseas y hambre pero en vez de estar en mi humilde morada disfrutando de algo salado para calmar las náuseas estoy aquí con el gato pálido esperando para que nos saquen sangre y poder seguir nuestro camino a algún restaurante. Espero que sea uno que tenga pollo...

— ¿Qué estás pensando?— Me interrumpe de mis pensamientos el pálido mientras se levanta del asiento golpeando mi pecho con la parte posterior de su mano —Ven, ya nos están llamado.

— Bruto— Suelto sobándome la parte izquierda de mi pecho. —Me dolió. — Se pasa de salvaje. Me dio justo en el pezón con sus flacuchas pero pesadas manos. — Ten más cuidado, casi me mueves el pecho de sitio.

—A penas te toqué, deja el drama. — Yoongi pone sus manos en los bolsillos delanteros mientras esperaba a que yo me levantara. En su rostro se veía que ya estaba cansado de aguantar todas mis quejas, las cuales cada vez se hacían más repetitivas, y eso que apenas son las nueve y media de la mañana.  — No sé qué tienes hoy pero estás insoportable. —Se gira bufando y sigue hasta donde está la enfermera que mira a Yoongi con rabia.

— No debería hablarle así a su pareja y menos ahora. — Lo reprende y yo solo veo una perfecta oportunidad para molestarlo en venganza de la masacre de mi pezón.

—Eso cariño, deberías tratarme con más amor. — Los sigo a ambos, yo todavía me seguía sobando el pezón. Cuando ya estamos en la puerta la enfermera nos deja entrar primero y yo aprovechando la situación le tomo la mano a Yoongi y este me la quita con molestia.

—Vi eso— Vuelve a hablar la enfermera mirando a Yoongi con casi odio— Sigan hasta la penúltima habitación, los atiendo en un instante. — Sigo mi camino junto al pálido hasta la habitación que la enfermera nos dijo y ya ahí comencé a reír. O, como dice mi mejor amigo a chirriar.

— ¿Viste cómo te miró? — Digo entre carcajadas. Yoongi al otro lado me miraba incrédulo — No le caíste bien, cariño. — Suelto otra ronda de carcajadas mientras me aguanto el estómago debido al dolor que se me había instalado en el abdomen. Hace un momento estaba de mal humor pero esto sin duda me hizo sentir mejor. Molestar a Yoongi siempre me hará sentir mejor así como él disfruta sacarme de mis casillas cada vez que puede.

—Ya corta con la actuación Jin— El pálido se acomodó en el asiento con el respaldar mientras yo me iba al de espera. A Yoongí siempre le gusta ser el primero en esto para —según él— salir de esto más rápido. Yo al contrario, trato de posponerlo lo necesario. —Si algo le pasa a mis venas será tu culpa. — Exagerado.

Quería replicarle pero por la mirada que me lanzó prefiero quedarme callado. Calladito me veo más bonito, es algo que siempre me han dicho. Así que en silencio, busco un cuadro que me llame la atención y me quedo contemplándolo.

Ahí está, en la pared posterior derecha, encime de la camilla hay un cartel sobre el sistema respiratorio y cómo lo afecta es cigarrillo. No es un cuadro ni tampoco fumo pero al menos no es el cartel de la importancia de lavarse las manos que está al otro lado de la habitación.

Ahí estuve enfocado por cinco minutos hasta que la misma enfermera de antes entró sonriéndome mientras ignoraba a Yoongi. — ¿Cómo te sientes dulzura? —Me pregunta directamente y rápido me siento un poco nervioso. Su sonrisa es cálida y casi cómplice como la que te daría una hermana o mejor amiga, pero yo sé que lo hace porque va a perforar mi hermosa piel con una aguja.

No es mío, es tuyo°• Namjin •° MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora