Stiles nadava con gran calma y sonrisa de satisfacción.
Se dejaba llevar por las olas más fuertes, se sentía como un niño jugando con su primer juguete.
En las profundidades más oscuras del océano, alguien le miraba con sorpresa y admiración.
Oculto/a entre las algas lo observa con interés.
- ¿Es, él.? - preguntó con asombro sacándole un susto al observador/a.
- Es hermoso, es lo más bello que mis ojos han visto. - suspiró con anhelo
- No creo que esto le guste mucho a poseidón. - dijo con miedo su "acompañante"
- Me preocuparé luego, ahora vete quiero estar sola/o. - para cuándo su vista volvió al frente se llevó la sorpresa de que lo tenía en su campo de visión
- Hola hermosa señorita.
- ¿Señorita? -preguntó sin comprender la frase- Soy la princesa, Venus.
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— Stiles ... mi nombre es: Stiles. — estaba hechizado por su belleza
— Que nombre más extraño. — contestó ella
— De hecho ese no es mi nombre, solo es un abreviado. –dijo con altanería–. Pueda que algún día te lo diga.
Ella asintió con una sonrisa encantadora.
Stiles no sabía cómo sentirse, eran una ola de sentimientos que lo atacaron sin piedad.
— ¿Hacia dónde te diriges?
— Hacía el reino de Poseidón. –ella le miró con sorpresa– ¿Puedes guiarme y enseñarme el océano? — preguntó con una diminuta sonrisa
— Será un placer.
Ambos desaparecieron entre la profundidad del océano, ella en ningún momento dejó de mirarlo y analizar sus expresiones. Su belleza atrayente la tenía hechizada; sin saber que también él sentía lo mismo y sin que ella sé percatase, él, la miraba. ...
