Esa perra no está sola, Iker está con ella y la protegerá de todos.
Su amor es enfermizo igual que el amor que ella siente por mí.
La reina Seelie me había contactado para contarme todo lo que Iker estuvo averiguando.
Lo siento por él pero ella tendrá que pagar lo que hizo.
Necesito hablar con Lucifer, si algo se sale de control no correré el riesgo de asesinarlo.
— Sti, una chica te busca. — dijo Liv con una mirada de pocos amigos y un tono nada agradable
— ¿Amiga? — salí a ver y con qué me encuentro
Con la nada más ni nada menos que con la bruja insoportable
— Lilith, cómo has llegado aquí.
— Sabía que estarías aquí.
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— ¿Qué quieres?
— Quiero saber dónde están mis hombres. –Liv está confundida, puedo notarlo– Sigo esperando una respuesta Haniel.
— No se dónde están y si lo supiera no te lo diría, ahora vete.
— Bien, pues entonces tendrás que complacerme tú.
— Estás loca mujer, ve a otro lado a buscar una víctima.
— No quiero.
Pensé en Iker y sonrei para mis adentros, la aparición de esta víbora me servirá de mucha ayuda.
— Sabes, creo que Iker está en Inglaterra pasándola bomba con el amor de su vida. –ella está furiosa– Ten, está es la dirección, no me delates o te arrepentirás.
— Entendido. — sonrió ella, tomo la nota e hizo un portal por el cual entró hecha una furia
— Quién era esa loca.
— Lilith.
— La primera mujer de Adán.
— Si, veo que has leído la biblia.
Ella se sonrojo
— Desde que supe tu identidad me interesé por la angeologia.
Interesante, la estreche en mis brazos y nos sentamos en el sofá para tener una larga conversación.
Necesito estar al tanto de todo lo que a pasado durante estos siglos.
