El apartamento se sentía más cálido bajo los ojos de la mujer, mientras compartía una copa de vino que Leon había tenido el honor de traer. Poco se decía de aquellas miradas que ambos se dirigían, cargadas del más absoluto deseo y cariño, aquellas miradas que te hacían sentir como si todo estuviera bien, aún cuando nada lo estaba.
El joven se había tomado el trabajo de viajar hasta Alaska por ella, pasando de su trabajo por primera vez en toda su carrera. Le había pedido a Nick que tomara las cartas en el caso de Either mientras él se encargaba de unos asuntos personales, por suerte su compañero aceptó más que contento.
Ahora, ambos se hallaban sobre la alfombra frente a la chimenea, sentados uno junto a otro mientras disfrutaban simplemente de la presencia del otro. Leon la abrazaba hacia él desde lo hombros, sintiéndose completo al fin de poder tenerla con él de esa forma tan íntima.
Acarició suavemente la mejilla hinchada de la chica, logrando que ella soltara un gruñido y se separara un poco de él. Leon frunció el ceño preocupado nuevamente por las pequeñas heridas que ella presentaba luego del arrebato de aquel hombre, ahora muerto.
-dejame ver- pidió él, tomando suavemente el rostro de Either entre sus manos. Se había vuelto más suave y cariñoso desde su reencuentro, había dejado de intentar acallar sus sentimientos. Después de todo, le gustaba sentirse de esa forma con la castaña.
-cuidado, duele- murmuró ella. La gran mancha morada que gobernaba en su mejilla se veía dolorosa y denotaba lo reciente que era. Leon tensó su mandíbula, odiando al ser que hizo aquello, que se animó a tocarla de una forma tan brusca, mas se relajó cuando recordó su estado actual. Muerto.
-tranquila, no voy a lastimarte- susurró, dándole una pequeña sonrisa que tuvo un gran impacto en ella. Su pulgar acarició con suavidad la zona afectada, intentando esparcir la sangre coagulada allí. Either seguía cada uno de sus movimientos, embobada por su cercanía.
La mirada de Either se hallaba nada más que en los carnosos labios del joven, mientras que él estaba concentrado en aliviar el dolor del golpe que ella tenía. Dejó dulces besos allí, colocando las mejillas de la chica de un color rojizo y adorable. Kennedy soltó una ligera risa enternecido y rozó sus labios con los de la castaña, robándole un suspiro.
Sus labios se tocaron por primera vez en toda la noche, logrando que en ambos exploten sensaciones nuevas y completamente placenteras. Sus bocas se conocían y se conectaban de una manera perfecta, como si estuvieran hechas la una para el otro.
Las manos de Either fueron hacia el cabello del rubio, quien la recostó lentamente sobre la alfombra, colocándose sobre ella pero teniendo cuidado de no aplastarla. Sus besos eran tan pasionales y dulces que lograban hacer temblar las piernas de la joven. Los labios de Either eran una nueva adicción para Leon, quien se veía complemente embobado por Moon y cada cosa de ella.
Leon le quitó el suéter, logrando que su piel se pusiera de gallina gracias al frío del lugar. El apaciguó su frío con pequeños besos y mordidas que empezaban en su cuello y se detenían sobre el escote de su musculosa, en el valle de sus pechos. Either soltó un jadeo al percibir una mordida en la piel de sus senos, mientras que sus piernas encerraban la cintura del joven contra ella.
El calor había aparecido de un momento a otro, dándole una cálida sensación a ambos. Las manos de ella se dirigieron al pantalón de Leon, bajando su bragueta y buscando su miembro entre la tela de su bóxer. El agente soltó un bajo gemido al sentir las manos frías de la chica acariciar su miembro ya duro, logrando que se calentara aún más.
Él, sin poder esperar más por ser uno con ella, bajó los pantalones de la abogada junto con sus bragas, dejándola con su musculosa desarreglada y su sostén, completamente desnuda de la cintura para abajo. Se quitó su camisa Blanca para poder estar más cómodo, y no se molestó en quitarse los pantalones antes de ingresar en ella con sumo cuidado.
Observó desde arriba las muecas de placer que ella hacía con cada embestida. Amaba ver su bello rostro reflejando perfectamente lo mucho que estaba disfrutando aquello. Leon no se quedó atrás, tomándola de la cadera e intentando entrar en ella lo más posible, queriendo sentir cada parte de ella en él. Acarició su cuerpo con anhelo mientras dejaba algunos besos sobre su abdomen, cegado por el deseo y cariño que le tenia.
Sus embestidas eran lentas y duras, algo que ambos amaban. Los besos y caricias persistían, sacándole dulces sonrisas a los dos en medio de tanta pasión y calentura. Se sentían en casa después de tanto solos y hundidos en un frío con el que se habían acostumbrado a convivir. Pero ahora que conocían la calidez en los brazos del otro no podían apartarse, no podían ni querían hacerlo.
Un par de embestidas más bastaron para que ambos llegaran al abismo del placer, echándose sobre el otro para culminar con Leon acabando dentro de ella. Ambos soltaron un fuerte gemido de placer, para después darle lugar a sus agitadas respiraciones, que eran lo único que se oía en el apartamento.
Leon salió de ella con cuidado, dándole un beso en los labios antes de echarse a su lado, atrayendola a él con uno de sus brazos. Either recostó su cabeza sobre el fornido pecho del agente, mientras aún temblaba ligeramente por las recientes sensaciones que el orgasmo había dejado sobre ella. Kennedy los cubrió con una manta que estaba sobre el sofá y ambos se mantuvieron calmados en los brazos del otro, con el calor de la chimenea golpeandolos.
La prófuga levantó la cabeza y dejó un beso en la nariz del rubio, acción que él amó. Ambos estaban experimentando el sentirse queridos por primera vez, y acciones como esa, a la que no estaban acostumbrados, enloquecía todo su sistema de manera positiva. Era algo soñado para el dúo, el sentirse tan bien en brazos de un desconocido, ya no tan desconocido.
-Either- la llamó, algo adormilado, resultado del increíble orgasmo que había arrasado con él. Ella rió suavemente enternecida antes de besar su pecho y murmurar.
-mhm?-
-te quiero-
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❝𝗨𝗡𝗞𝗡𝗢𝗪𝗡❞ LEON S. KENNEDY ©
Fanfic「 𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁 𝗲𝘃𝗶𝗹 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 」 A pesar de que trataron de olvidar al otro se les hizo imposible. Y, gracias a las vueltas de la vida, poco a poco ambos jóvenes dejarían de ser simples desconocidos. ❥ 𝗟𝗲𝗼𝗻 𝗦. 𝗞𝗲𝗻𝗻𝗲...