Una perspectiva diferente

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-Alex-
Hoy desperté demasiado cansada, lo cual no debería ser extraño si tomamos en cuenta que he pasado la última semana de fiesta, en cuanto mi padre se entere sin duda me matara, así que lo mejor será que disfrute por ahora , decidí ir a desayunar pero me di cuenta que realmente solo me quedaban unas cuantas monedas, por lo que decidí dirigirme a el mundo mágico para así poder aparecer en Grimmauld Place, le pediría algo de dinero al elfo de mi abuela y estoy segura que no se negaría, quizá inclusive me deje quedarme en su casa un tiempo, no puedo volver a con Draco, lo adoro y a mi padrino también, pero seguro terminaran diciéndole a mi padre por ¨mi bien¨, debo disfrutar al menos hasta que mi padre se entere que estoy en Inglaterra y venga a buscarme a punta de crucio, mierda, sentí un escalofrió.

¿Si tan solo no me hubiese metido en esa estúpida pelea todo seguiría igual, inclusive le había dado mucho dinero a la escuela como "donación" para que olvidaras mis pequeñas bromas, pero no, todo se salió de control y termine aquí, escondiéndome de mi padre y acabándome toda la plata que tenía conmigo, de que sirve tener mucho dinero si no puedes acceder a el?

En cuanto logré llegar al mundo mágico me dirigí hacia la red flu, pero todo mi plan se fue a la basura en cuanto Cruce esa chimenea, sabía qué hace tiempo la abuela había muerto, pero esperaba hablar con su retrato, sin duda no creí ver a todas esas personas, de las que pude distinguir rápidamente a mi padre, sin duda alguna ya estaba muerta.

Me encontraba perdida en mis pensamientos, tratando de inventar una excusa creíble cuando pude oír su voz, tenía un tono serio pero calmado así que supuse que aún no estaba tan enojado.

- que estás haciendo aquí?-pregunto mi padre , no pude inventar nada tan rápido así que comencé a excusarme.
-padre puedo explicarlo- dije tratando de lucir lo más serena posible para que no se enojara, en ese momento pude oír que alguien se unía a la conversación.

Era un tipo con cabello largo y su ropa parecía una mezcla de prendas del mundo muggle y mágico que de alguna manera le quedaban, Tenia cabello largo y ojos grises, claramente era un black, tenía el porte y los rasgos de los black, pero actuaba de manera diferente, más rebelde de lo que deben ser, sabia quién era, pero algo dentro de mí se reusaba a creerlo.

- ¿Padre? – escupió el hombre con rabia, claramente no se molestó en ocultar los celos dentro de su comentario.

Podía ver que todos en la sala se veían confundidos y comprendía el porqué, nadie sabía que Severus Snape tenía una hija, mucho menos el quien era mi otro "padre".
Sin duda mi padre no perdió tiempo en comenzar a interrogarme.

-Explícate, se supone que deberías estar en América con Anthony, no aquí...¿puedo saber que estás haciendo aquí?- dijo mi padre sin basilar.
Decidí que lo mejor sería poner mi mejor cara triste y resignarme , así que comencé en hablar , sabía que a mi padre le molestaba que no le contestara de inmediato.

-veras, todo esto tiene una explicación, pero creo que no te gustará, además este no me parece el mejor lugar ni momento para hablarlo- dije con la mejor cara de tristeza que pude.

En ese momento alguien interrumpió nuestra conversación y pude notarlo era un hombre bastante mayor con una túnica de un color peculiar y una larga barba blanca, sin duda lo conocía, su cromo me había salido un par de veces en ranas de chocolate y sabía que era el director de Hogwarts la escuela donde mi padre trabaja.

-Espera, Severus, mi muchacho ¿podrías explicarnos que está sucediendo? O por lo menos ¿quién es nuestra pequeña invitada? - se le veía curioso y como no estarlo, nadie sabía de mi existencia o por lo menos no sabían quién es mi padre.

Pude ver que mi padre estaba pensando en cómo debería actuar y después escuché un gruñido proveniente de él mismo hombre de antes, esto aparentemente lo sacó de sus pensamientos y comentó.

El secreto de Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora