El secreto de Severus Snape

Lo correcto

-Señorita Prince, ¿puedo saber la razón por la que golpeo a su compañero?- pregunto Dumbledore, en el despacho  se encontraban sus padres, la profesora Macgonagall y un chico de Gryffindor que se sostenía la nariz rota, para así evitar que esta siguiera sangrando.

-Se lo merecía - fue lo único que dijo Alex, para luego quedarse callada y sentarse en la silla frente al escritorio del director.

-Bien, señor Pierce puede retirarse, vaya a la enfermería para que le arreglen eso, le llamaré más tarde para pedirle su versión- dijo dumbledore, para después sentarse frente a la chica.

El chico salió de la oficina dejando a Alex sola con los adultos.

-Alexandra prince Black Stark,¿ que diablos paso?- dijo Severus con un tono autoritario.
-Stark-gruñó Sirius.
-¿Enserio Black?- dijo Severus para luego rodar los ojos y volver a dirigir su mirada hacia Alex.

-Solo hice lo que me dijiste papi- dijo la menor con una mirada inocente.

-¿El profesor Snape te pidió golpear a un chico de Gryffindor?- pregunto Macgonagall asombrada.

-Severus, se que no te gustan los Gryffindor, pero no crees que pedirle a tu hija que los golpee es demasiado?- pregunto dumbledore mientras colocaba una mano sobre el hombro de Severus, acción que fue repelida al instante por el hombre.

-Yo nunca le pediría a Alexandra que golpe a uno de mis alumnos, así que que fue lo qué pasó- pregunto Severus a la menor.

-El tipo, no dejaba de coquetearme, usualmente no me molesta eso, pero el dijo que una mujer jamás podría ser ni la mitad que un hombre, le dije que eso era estupido, el dijo que si quería conseguir algo solo debía abrir mis piernas, así que lo golpeé, como tú y mi papá Tony dijeron padre- dijo Alex se miraba las uñas.

-Severus te dijo que si alguien te molestaba lo golpearas- pregunto Black asombrado.

-Am, esas no fueron sus palabras exactas, pero supongo que la idea es la correcta-dijo la chica.
-Exactamente que te dijo el profesor Snape- pregunto Dumbledore con interés.

-Simple, el dijo que nunca nadie lo había protegido de esos idiotas, ellos lo lastimaron y nadie hizo nada, ni siquiera el, pero que yo debía defenderme, cuando era niña unos chicos empezaron a molestarme, no siempre he sido tan extrovertida, en ese tiempo estaba muy centrada, así que ellos empezaron a fastidiarme, Papa Tony se enteró y me dijo que si alguien volvía a molestar a su princesa se encargaría de arruinar a su familia- dijo Alex con una sonrisa, estaba teniendo un recuerdo agradable- ellos no pararon y padre se enteró, así que el me dijo algo muy importante.

-Que te dijo?- pregunto Sirius, reflejaba tristeza al recordar todo lo que le hizo al hombre que amaba.

-Ve a la calle- empezó Alex para luego ser interrumpida por su padre.

-Ve a la calle, disfruta del mundo, pero si algún día alguien te molesta, golpéalo, humillalo, porque si te lastiman a ti yo te lanzaré un crucio- dijo Severus sin inmutarse, para después acariciar la cabeza de la chica como Muestra de cariño.

-Y por eso no voy a permitir que ningún idiota cuestione mi fuerza o mi inteligencia, soy mejor que todos y nunca nada me va a parar-dijo Alex con una sonrisa- eso me lo enseño mi papa- menciono las menor.

Sirius se forzó a sonreír, se sentía orgulloso de su hija, pero no podía evitar pensar como otras personas la habían apoyado, mientras el paso años encerrado por un crimen que no cometió.

- sin embargo no es correcto el lastimar a otros alumnos, así que serás castigada, Tony se enterará de esto, yo hablaré con ella y como su jefe casa le asignaré un castigo, espero que usted haga lo mismo con su alumno, profesora- y sin más se dio la vuelta y se retiró acompañado de ambos Black- vamos a mi despacho, necesitamos hablar- dijo el mayor sin volver a dirigirle la palabra a ninguno el resto del camino, al llegar a su oficina Severus y Alex se miraron fijamente, la menor sonrió y se lanzó a abrazar a su padre.