SOUL MATE (GenSen)

13

Diez días llevaba quedándose en aquel campamento. Que había apodado “El imperio de Tsukasa”

Había estado intentando recordar que era aquello que había olvidado. Cada día sentía un vacío en su interior y tener silencio en su cabeza era una sensación de lo más extraña. Muy a pesar de haber estado por muchísimos años petrificado y tener completo silencio para sí mismo, por alguna razón sentía que debía de haber mucho ruido en ella.

“¿Ruido?”

Sí. Ruido. Una voz particular que no se callaba nunca.

Gen estaba caminando por los alrededores. Fue hasta el “Laboratorio científico” del tal chico Senku que Tsukasa estaba tan empeñado en que fuera a verificar si estaba muerto. Pero él requería de información para poder dar con el otro.

Encontró muchas cosas hechas a mano en el lugar.

Un lugar con objetos que se usaron con fines de experimentos científicos que sin saber porque a Gen le causaban cierta nostalgia.

Estaba concentrado en observar el lugar cuando escucho algo.

Era ese zumbido extraño que recordaba haber escuchado antes. Un murmullo que se le hacía familiar.

–  ¿Esto es…?

“¿Quién iba a decir que se podía hacer ramen de almorejo?”

Lo escucho claramente. De nuevo su corazón latió desbocado, estaba muy conmovido. Por primera vez en tanto tiempo escuchaba aquella voz de la que se había enamorado, era la misma voz que le quito el sueño muchas veces y lleno la cabeza de todo tipo de conocimientos, la misma voz que le torturaba en su trabajo todos los días a toda hora, durante un año y medio. Tantas cosas que conformaban la mente de esa persona excepcionalmente inteligente, con tanta hambre de conocimiento.

No pudo evitar que las lágrimas se derramaran unas tras otras, como finos y delgados cristales que empañaban su rostro. Hubo una avalancha de recuerdos que le hicieron sentir una calidez en su interior.

“Ah, así que eso era...”

Pensó.

Estaba feliz de haberlo recordado, de que lo hubieran des petrificado, de que su Soul mate estuviera des petrificado. Sintió que si extendía su mano hasta podría tocarlo. No quería seguir esperando más años, ni un minuto más.

Se concentró en controlar su mente y evitar que algún pensamiento suyo viajara hasta su Soul mate. O al menos eso pensó.

La verdad es que se concentró en ello luego de que se conmovió por escuchar de nuevo su voz. Y no antes. Pero si tenía algo que decirle a su Soul mate no sería un: “¡Hola! Soy Asagiri Gen y me han ordenado verificar tu muerte, aunque ahora que sé que estas vivo podría delatarte para evitar que me maten”

Definitivamente no podía decir eso.

Se iría de allí ahora mismo.

En base a lo que le había explicado Tsukasa sabía que a la persona que tenía que buscar era un científico, era alguien excepcional, y había sido la primera persona en des petrificarse. Si no era él su Soul mate no lo seria nadie más. Gen estaba completamente convencido de eso. Además de que todas las voces de todas las personas que acababa de conocer distaban mucho de ser la del chico que resonaba en su cabeza.

Ishigami Senku era el nombre de su Soul mate. Era el nombre que tanto había intentado averiguar. Se había trasnochado pensado quien podría ser, haciendo planes para poder dar con él y pedirle que dejara de atormentarlo por lo menos por las noches. Había parecido un maniático o un acosador por husmear tanto en los pensamientos ajenos del joven científico, todo en pro de conocerlo.

Tantas cosas que ahora recordaba con nostalgia y hasta risa le daban actualmente.

–  Te voy a encontrar Ishigami Senku, ahora si no te me escaparas.