SOUL MATE (GenSen)

6

Había vuelto a su departamento y estaba agotado. Ni una sola bendita vez se había callado ese chico.

Apenas entro a su cuarto se dejó caer en la cama mientras que se esforzaba por guardar la calma. Sí, guardar la calma.

Calma.

Calma…

–  ¡Al diablo la calma! ¡Es un completo desconsiderado!

Expreso mientras daba vueltas en su cama.

–  Entiendo que no me escuches. Entiendo que no sepas que yo te escucho. Pero por favor ya cállate.

Soltó entre lloriqueos infantiles mientras se sostenía la cabeza.

Se estuvo quejando un buen rato y luego se resignó a no tener paz hasta quien sabe qué hora y se fue a bañar mientras arrastraba sus pies.

Tomo un baño largo mientras que intentaba relajarse, estaba tan cansado que apenas y noto que había silencio en su cabeza luego de tantas horas. Soltó un suspiro de alivio. Por fin ese otro chico se había ido a dormir o quien sabe qué estaría haciendo que por fin dejo de atormentarlo con tanto sonido.

Termino su baño y ceno algo ligero mientras admiraba la hermosa vista de la ciudad desde su ventana. En la ciudad había muchas luces que lucían preciosas desde su alto piso en ese edificio. Decidió mirar el cielo buscando alguna estrella.

Era obvio que no se veía ninguna con tanta contaminación lumínica, pero se rio de igual forma.

–  Ese chico había dicho que hoy habría una lluvia de estrellas. Pero por supuesto él debe tener una mejor vista del cielo desde donde sea que viva, porque aquí no se puede apreciar nada de nada. Pero… Si viera una de esas estrellas fugaces ¿Podría pedir un deseo?

Dicho eso vislumbro una hermosa estela que cruzo el cielo a toda velocidad. Gen se sorprendió. Era una de esas estrellas fugaces.

“Deseo conocer el nombre de ese chico o al menos que se calle y me dé un poco de paz metal más seguido, por favor”

Pidió.

Luego se rio de sí mismo por su actuar tan infantil y se dirigió a su cama a descansar. De verdad estaba cansado. Y estuvo a punto de pegar el ojo cuando de nuevo escucho esa otra voz en su cabeza.

“Buenas noches a quien sea que este allí”

Fue lo único que dijo y luego hubo silencio total.

Gen se sorprendió por las palabras del otro y luego sonrió. Por lo menos le deseo buenas noches luego de torturarlo todo el día.

“Buenas noches a ti también”

Respondió aún sabiendo que no podían escucharle y luego se durmió.