Amores Dormidos - Chebis [TERMINADA]

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David:

Las cosas habían cambiado, de la noche a la mañana tengo una hija de 12 años, con Laura, como se supone que me lo tengo que tomar? En su momento los dos habíamos hablado de formar una familia, y me hubiese encantado que hubiese sido así, pero joder...

Me fui unos días a un pueblo perdido a las afueras de la comunidad de Madrid, apenas tenía 200 habitantes, y casi todos personas mayores, por lo que no me reconocían.

Nadie sabía de mi paradero, no quería hablar con nadie, solo quería pensar y aclararme, aún que está claro que cuando te pasa algo así, es muy difícil asumirlo.

Al final decidí hablarlo con alguien que pudiera darme alguna solución coherente para todo lo que me estaba pasando.

Llamé a Campanilla, ella había sido un pilar fundamental los años pasados, de vez en cuando me contaba algo sobre cómo estaba Laura, pero lo de que tenía una hija y que era mía como que lo había pasado por alto.

Decidí llamarla, lo cogió al tercer pitido

G: hola!

D: hey... supongo que ya sabrás por qué te llamo

G: si...

D: necesito hablarlo con alguien... si te digo dónde estoy me prometes que no dices nada y te vienes a verme?

G: si, supongo... me sorprende que me hayas llamado a mí... pero si, claro que voy - Le expliqué un poco la ubicación y quedé en pasarsela más tarde por Whatsapp

G: Mira, este finde iba a ir a Madrid a ver a Busta, si quieres uno de esos días me invento algo y me acerco a verte

D: No te inventes nada, venid los dos, creo que me vendrá bien, y dos opiniones son mejor que una, no?

Poco más hablamos antes de colgar, intenté canalizar la rabia que me daba ser el último en enterarme de este tipo de cosas, intenté entender su parte, pero por más que lo intentaba no lo conseguía, joder, en que cabeza cabe?

Tenía una mezcla de emociones increíble, rabia por no haberlo sabido antes, quizá si me hubiese preocupado por ella, me lo hubiese contado... Sentía una pizca de felicidad, un hijo siempre es algo bonito, no? y más si es con el amor de tu vida... pero también estaba muy decepcionado, por qué esa felicidad llegaba doce años tarde, me había perdido el ver crecer a mi hija, y no por gusto, si no por desconocimiento, nadie me informó de esto, y me dolía muchísimo.

La semana estaba llegando a su fin, esta tarde vendrían Gisela y Busta, y el Lunes tendría que volver a Madrid, al trabajo y a la rutina.

Poco tiempo después el sonido del timbre irrumpió en mis pensamientos, me levanté a abrir a Gisela y Busta que ya debían de haber llegado.

D: pero bueno, la pareja Disney por excelencia - Reí

B: que pasa rulos! - Saludó mi tocayo

G: como estas? - me encogí de hombros y me abrazó

D: Pasad anda, queréis tomar algo?

B: Yo quiero una cerveza, anda

G: a mí me apetece más un café - fuí a por ello

B: te ayudamos? - Dijo desde el salón

D: No, si ya está - lo llevé al salón

G: suéltalo ya, venga

D: si es que no sé que decir, no sé que pensar...

B: A ver - suspiró - sé que es jodido enterarte de repente de esto... pero seguro que para ella tampoco ha sido fácil

D: pues para no haber sido fácil, bien que se lo ha callado todos estos años

G: David, escúchame - me miró seria - Ella quería contártelo, pero ya sabemos lo orgullosa que es, no quiso atarte... todos la dijimos que era algo que no podía ocultar toda la vida, pero nosotros tampoco teníamos derecho a decirte nada...

D: eso es lo que más me duele de todo esto, sé que no tenéis culpa, pero joder, lo sabíais todos menos yo... y así, de la noche a la mañana tengo una hija preadolescente

B: Si te entendemos, de verdad que sí, pero tienes que intentar entenderla a ella

D: si lo intento, pero no puedo, no entiendo como puedes ocultar y privar a un padre de su hija y vivir tan tranquila

G: Por ahí no, vamos a ver, tu te crees que para ella ha sido fácil sacar a la niña adelante sin tu ayuda? pues claro que no, Laura es la primera que sufría por Aina, por lo que pudiesen decir sus compañeros de clase...

D: si, pero tampoco le ha hablado nunca de mí

B: siendo objetivos, tú tampoco te has preocupado por ella en 12 años...

D: que no haya hablado con ella no quiere decir que no me haya preocupado... Laura fue muy importante para mí y siempre le voy a tener cariño, pero esto... no sé si voy a poder afrontarlo

G: Échale huevos David, tú quieres recuperar el tiempo perdido con tú hija? pues adelante, yo sé que Laura no te lo va a impedir. Y si te lo ha dicho ahora, es por que por fin habíais recuperado contacto.

D: no sé si quiero tener contacto con ella, con Aina si, por supuesto, me encantaría poder pasar tiempo con ella

B: si quieres tener contacto con la niña, tendrás que tener contacto con ella, intenta llevarlo todo lo bien que puedas

G: exacto, todos sabemos que la conexión que tienes con Laura es inevitable, y también sabemos que tú eres muy temperamental, pero por favor, piénsatelo, igual esto refuerza más vuestra relación

D: supongo que tenéis razón, pero no es fácil, sabéis?

B: nadie ha dicho que sea fácil... pero tienes que intentarlo, por tú hija

G: Laura está muy jodida... cuando te lo contó me llamó y se pasó la noche llorando, hoy ha quedado con las chicas para desahogarse y no creo que tarde mucho en hablar con Aina, pero necesita encontrar el momento adecuado

D: y cuando va a ser ese momento? cuando pasen otros 12 años? 

G: que no David, ya verás como cuando menos te lo esperes te escribe para decírtelo

B: de todas formas, Aina es una niña muy inteligente y no creo que le cueste asimilarlo

D: ya... bueno, yo el lunes vuelvo a Madrid, y si Laura quiere yo estoy dispuesto a intentar hablar las cosas, igual me he precipitado enfadándome tanto

G: no te has precipitado, has reaccionado como reaccionaríamos cualquiera ante esa situación, y Laura sabía que tu reacción podía ser esa, ella está dispuesta a intentar solucionarlo, pero eso lo tienes que decidir tú

D: Muchas gracias chicos... y gracias por haber venido

B: No las tienes que dar, estamos aquí para lo que necesites

G: exacto 

Hablamos un rato más de otros temas y al poco se fueron

D: Gracias, de verdad 

B: ven aquí anda - nos abrazamos

G: piénsatelo, vale? yo ahora igual me paso un ratito por allí a ver que se cuece - Sonreímos y tras una breve despedida se marcharon.

Y ahí me quedé yo, otra vez, en la soledad de esa casita, apartado del mundo y dándole vueltas a la cabeza sobre la conversación que mantuvimos los tres.