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Chenoa:

Los días pasaban y seguíamos sin haber mirado nada para los pequeños, ni siquiera habíamos pensado los nombres.

L: David, de hoy no pasa, tenemos que elegir por lo menos los nombres...

D: a ver, tienes alguna opción?

L: alguna tengo, pero no me terminan de convencer, es como que juntos no me pegan

D: y si les decimos a las niñas que los elijan ellas? ya se lo dijimos en su día, pero no han vuelto a mencionar nada

L: por intentarlo no perdemos nada, por lo menos tenemos más opciones... - llamé a las niñas para que bajase

A: que pasa? - preguntó sentándose en uno de los sofás, seguida de la pequeña Ella

D: a ver hijas, gabinete de crisis, Laura y yo estamos sin ideas para los nombres de los bebés, así que necesitamos vuestra ayuda

A: y como lo hacemos? lo debatimos?

L: decid un nombre cada una y ya sobre eso pensamos

E: a mí me gusta Oliver - me quedé pensativa, Oliver era un nombre que siempre me había gustado pero que nunca me había planteado poner a mis hijos y no me disgustaba

D: ah mira, ese no se me había ocurrido a mí..

A: pues a mí me gusta Aiden

L: oye pues... Aiden y Oliver... no suena mal - miré a David

D: a mí me gustan

A: si?

L: pues si, yo por mí, tenemos nombres eh...

D: por mí también - sonrió

A: pues listo, Aiden y Oliver - las niñas volvieron a subir a la planta de arriba felices.

D: quieres que aprovechemos a mirar cosas de la habitación?

L: te apetece?

D: contigo? me apetece todo

L: pues vamos - cogí el portátil poniéndolo sobre mi regazo

D: quieres que cojamos una o dos cunas?

L: hombre yo creo que al principio entran en una, pero cuando tengan su habitación una para cada uno, no?

D: si, eso será lo mejor

L: y el carro gemelar, que no vamos a estar cargando con 80 carritos

D: yo mientras sea cómodo me da igual todo

L: y los porta bebés para el coche...

D: y una bañera

L: bañera tengo yo la de Aina en el trastero, y la trona de cuando era bebé también, eso que nos ahorramos

D: pero habrá que comprar muebles también, no? y ropa, y juguetes...

L: cariño, tú no te agobies, que todavía queda tiempo, vamos a lo más importante primero y lo demás ya lo iremos viendo

D: si... además con las Navidades seguro que mi familia les regala cosas

L: y la mía. Por cierto, hablando de Navidades, te recuerdo que se acerca el cumple de tu hija

D: y a tí te recuerdo que va a hacer un año desde que nos volvimos a ver - me guiñó el ojo

L:  deberíamos organizar la quedada de Navidades con los de OT también.

D: cuantas cosas de repente...

L: bueno nosotros a lo importante - señalé el ordenador.

Miramos alguna cosa por internet y terminamos comprando un par de cosas por ahí, pero la realidad es que preferíamos verlos en persona así que esa semana pasaríamos por Ikea.

Pasaban las semanas entre rodajes, visitas al médico, planes familiares y algún que otro viaje express. Y sin apenas darnos cuenta, llegó el cumpleaños de Aina, 13 años hacía desde el día en el que llegó al mundo. Acordamos celebrarlo en casa pues había espacio más que suficiente. Busta y Gisela nos ayudaron en todo lo que pudieron para tener todo preparado, vinieron algunos compañeros y amigos más cercanos, y Aina invitó a sus mejores amigas de clase, además de a sus primos y a Daniella, por supuesto. 

Decoramos el amplio garaje para celebrarlo ahí, pusimos luces de discoteca y una gran mesa con toda clase de aperitivos. En el arcón guardamos las bebidas para mayores y pequeños, y poco antes de las 18.30 ya estaban todos los invitados por ahí. Pusimos música de fondo y los niños camparon a sus anchas por todo el garaje. No fue un cumpleaños multitudinario, nunca habíamos sido de esos. Aprovechamos el photocall de las niñas para hacernos fotos nosotros también, la verdad que lo terminamos disfrutando más nosotros que ellos. Gisela se encargó de fotografiarme con mi rulos y yo hice lo propio con ella y su David. También nos hicimos fotos los cuatro juntos, y por supuesto, les pedimos que nos hiciesen una a las dos juntas. Está última foto fue, sin duda, nuestra favorita, así que no dudé en subirla a redes. En ella salíamos Gis y yo, una frente a otra, con nuestras barrigas pegadas y mirándonos felices. Escribí "Feliz de poder compartir esto contigo, te quiero sister" como pie de foto y la publiqué dejando el móvil a un lado para centrarme en el cumpleaños de mi pequeña, que ya había dejado de ser pequeña, para convertirse en toda una señorita.

L: ay que ver lo rápido que pasa el tiempo... y pensar que ya no es mi bebé... - dije apoyando mi cabeza en el hombro de David

D: Ya dentro de nada nos pide cava en nochevieja -lo miré seria 

L: no pienso dejar que mi hija se vuelva una alcohólica, primer aviso 

G: Uy Lauri, dentro de nada te trae el novio a casa - guiñó el ojo

B: o lo mismo su novio es uno de los que ha venido hoy y no lo sabéis, Bisbal yo que tú la tendría vigilada

D: No me digas eso que los echo a todos ahora mismo eh

L: ay de verdad, no se quién es peor de los dos - reímos

Pasó la tarde rápido, junto a Gis y Busta habíamos empezado a planear la quedada de Navidades, ya solo quedaba proponerlo por el grupo. 

Busta pensó en hacerlo en la sierra de Madrid, para que Gisela y yo no tuviésemos que viajar estando embarazadas y no nos pareció mal, aunque para esa fecha yo ya sería una pelota de pilates. Esas navidades las pasaríamos en Madrid, y nuestras familias vendrían aquí. 

Poco a poco la habitación de los niños iba tomando forma, hasta que quedamos completamente satisfechos con el resultado. Aprovechamos para recolocar también el resto de habitaciones. En la nuestra simplemente añadimos la minicuna para los primeros meses.

Las semanas pasaban y sin apenas darnos cuenta llegaron las vacaciones de Navidad y con ellas las reuniones familiares que tanto me gustaban. Por primera vez y después de muchos años, estábamos toda la familia reunida, y cuando digo toda me refiero a ambas partes, la familia de David, la mía y la ya no tan pequeña Aina. Esa nochebuena solo faltó Ella, que pasó la primera parte de las vacaciones con su madre. Yo ya estaba de 6 meses y medio de embarazo y parecía que iba a explotar en cualquier momento,  no quería ni pensar como sería la recta final del embarazo. Nuestras familias llegaron y entre David, Marimar, y nuestras madres, con la ayuda de Aina se encargaron de preparar todo para esa noche, quise echar una mano pero no me dejaron. Cenamos llenos de felicidad y tras eso, vimos la gala especial de Navidad que habíamos rodado hacía unas semanas. Nos dimos los primeros regalos de las navidades y ya de madrugada nos fuimos a dormir.

Amores Dormidos - Chebis [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora