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Chenoa:

me desperté algo desubicada hasta que recordé que había dormido en casa de David, en que momento la cosa se había enredado tanto? si yo solo venía a dejar a la niña aquí...

Me levanté y bajé a tomarme mi café, allí me encontré con un recién levantado David, con sus rizos despeinados que tanto me gustaban cuando vivíamos juntos. Por un momento viajé allí, a nuestro piso en el Tibidabo, a nuestras mañanas, a nuestras rutinas... había cambiado tanto todo desde entonces... me tomé un momento para observarlo antes de que se diese cuenta

D: Buenos días eh! - me miró

L: Buenos días - sacudí un poco la cabeza

D: un café?

L: eso siempre - me sirvió un café y se lo agradecí con la mirada mientras le daba un trago al desayuno

D: has dormido bien? - asentí

L: esa cama es muy cómoda... Las niñas siguen durmiendo?

D: Aina si, Ella vino a despertarme para desayunar... no se le gasta nunca la energía - reí por su afirmación

L: ya decía yo que no te hacía tan madrugador...

D: si fuese por mí, hubiese seguido durmiendo el resto del día

L: qué exagerado! - reímos

A: buenos días - apareció por la puerta de la cocina frotándose los ojos

D: buenos días Bella durmiente!

L: has dormido bien? - asintió bostezando y yo le di un beso en la frente

D: quieres desayunar? - mi hija asintió y se sentó en la isla de la cocina

L: bueno, yo voy a recoger un poco arriba y me voy, que he quedado a comer con Gisela y si no no llego

D: pero no recojas nada mujer, si nosotros lo apañamos en un momento luego - Sirvió el desayuno a Aina

L: bueno, lo que tú digas - salí de la cocina volviendo a la habitación en la que había dormido.

Ventilé un poco, me vestí,  hice la cama y volví a bajar a despedirme de las pequeñas. David me acompañó hasta la puerta.

L: Gracias, de verdad - sonreí sincera

D: No me las tienes que dar...

L: cualquier cosa me llamas, vale?

D: que no va a pasar nada, de verdad - rió - no te fías de mí?

L: de tí me fío, de ellas no - reí también

D: te prometo que el domingo te la devuelvo sana y salva

L: a ver si es verdad, quieres que venga a por ella?

D: no te preocupes, tengo que llevar a Ella, así que aprovecho y te la llevo yo

L: como quieras, a mí no me importa

D: y a mí menos - reímos

L: bueno que al final no llego a comer con Gisela ya verás, que luego se piensa cosas que no son y ya lo que me faltaba...

D: anda tira... - nos despedimos con dos besos y subí al coche dirección a mí casa.

Una vez de vuelta en casa, me duché y me preparé para la comida con Gisela, aún que habíamos quedado antes para tomar algo con un par de personas más. Ya en el coche llamé a mi campanilla para avisarle de que estaba de camino y no tardé más de 20 minutos en llegar al restaurante en el que habíamos quedado

Amores Dormidos - Chebis [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora