7. Entre amigos

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"¡Chicos, decid hola a Neji!"

"¡Neji! ¡Cuánto tiempo!"

"Que largo tienes el pelo."

"Se te echa de menos."

"¿Cuántas americanas te has tirado ya?"

Un cúmulo de voces incomprensibles fue lo que escuchó Neji a través de los auriculares. Sin duda, no espero encontrar eso cuando respondió a la videollamada.

"¿Sabéis qué hora es?" No es como si no estuviera acostumbrado a madrugar, pero, ese repertorio de molestas y alcoholizadas voces no era lo que más le apetecía escuchar de camino al gimnasio.

"¡No lo sé! ¿Quién lo sabe?." Era insoportable lo chillona que se volvía la voz de Naruto cuando bebía.

"Naruto, serán las ocho de la mañana allí, mejor llámale en otro momento." A pesar del barullo, reconoció esa voz en cuanto la escucho.

"Mira que comprensivo es Kiba con su cuñado."

"¡N- No es mi cuñado! Yo sólo..."

"Inuzaka Kiba" No le importó interrumpirlo mientras hablaba. Un extraño silencio inundó la videollamada, convirtiéndose el mencionado en el centro de atención. Inclusive, Naruto movió su teléfono hasta posicionarlo delante de Kiba, mostrándole un primer plano de esa nerviosa cara.

"D-dime." Le resultó tan satisfactorio escucharlo tartamudear. Maldito bastardo.

"No te acerques a mi prima." Aquella simple oración bastó para que el chico mostrará una expresión horrorizada y el audio de la llamada volviese a saturarse de incontrolables risas.

"Un poco tarde, Neji." Pudo distinguir, entre las risas, la voz Chouji, quien se agarraba el estómago producto de la fuerte risa.

"¿Qué mierda has hecho, Inuzaka?" Su impasible expresión junto a su calmada voz parecieron poner aún más nervioso al chico.

"¡Nada! Te juro que nada."

"¡No mientas, perro! Pobre Hinata. Naruto le rompió el corazón, pero tú le rompiste e-"

"Neji, te oigo muy mal. Kuhhh. Se pierde la señal. Kuhhh, te llamamos. Kuhhh. En otro momento. ¡Bye!" Observó como Kiba luchó durante unos segundos con Naruto para arrebatarle el teléfono y colgar la llamada.

Todo había sido tan absurdo, e ignorando los comentarios sobre su prima -luego la llamaría-, se alegró por el miedo que el Inuzaka le tenía.

No pudo hacer nada cuando Naruto comenzó a salir con Hinata, pero esta vez era muy diferente. No dudaría en romperle las piernas a ese bastardo si se atrevía a romperle el corazón a Hinata. Nadie volvería a hacer daño a su querida prima.



"¿Por qué le cuelgas? Nos estábamos divirtiendo."

"Sí, a mi costa, hijos de puta."

"Venga, no ha sido para tanto."

Naruto, y los demás, no paraban de reír, producto del alcohol, y de la bizarra situación. No había querido participar, pero le resultó difícil no reír durante unos momentos.

Aún riendo, Naruto se sentó a su lado y le ofreció una lata de cerveza, que no dudo en aceptar, a pesar que la suya estaba casi llena.

"¿Te imaginas tener un cuñado como Neji? Que miedo." ¿Cuánto habría bebido Naruto? Su bobalicona sonrisa y el letargo en su manera de hablar, le indicaban que demasiado.

No lo hagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora