8. Control

187 27 3
                                    

Sasuke fue a la cafetería en busca del café más fuerte que le pudiesen servir. Durante la noche fue víctima de multitud de sueños donde su rubio amigo era protagonista, lo cual era normal en él desde hace más de una década, pero no uno tras otro, tras otro y otro... inclusive uno de sus sueños, que fue interrumpido porque despertó, continuó cuando volvió a dormirse. Lo cual en otro momento de su vida habría sido maravilloso, ya que solía despertar en el mejor momento.

Había dormido poco y mal, y no fue hasta las 5 de la mañana que se permitió consolarse y descargar, quedándose rápidamente dormido. Su orgullo le impidió ceder, pero su entrepierna ganó y tuvo que recurrir a la imagen de su rubio en un ajustado bañador naranja, que guardaba secretamente en su teléfono en una carpeta llamada 'vector cartesiano en tres dimensiones'. El rubio reía  porque Sakura acababa de mojarle con la manguera y Sasuke no pudo evitar sacar su teléfono para hacer unas cuantas fotos. Naruto se percató de ello, pero el moreno rápidamente fingió, exageradamente, estar haciéndose una selfie, consiguiendo que el rubio se ría de él. La imagen era espectacular: Naruto, mirando a la cámara, con la piel brillando bajo al sol, debido a las gotas de agua, y riendo, ocasionando que sus músculos se marquen un poco más. Sasuke no podía creer el maravilloso tesoro que albergaba su teléfono

Con el café en una de sus manos y la sección de noticias en su teléfono, pensó que la calma volvía a su persona, pero la voz de su amiga detrás de él, le indicó lo contrario. Sakura se sentó a su lado y empezó a hablar sobre lo idiota que era uno de sus profesores. La miró de reojo y se preguntó cómo podía verse tan bien a pesar de estudiar medicina.

"Sakura." Necesitaba preguntárselo, puede que ella pudiese darle algún consejo útil para soportar pocas horas de sueño. "¿Cuántas horas duermes por la noche?"

"Hum... menos de cuatro."

"¿Y cómo aguantas?" La chica ni siquiera solía beber café.

"Drogas." Le respondió ella sonriendo dulcemente. "Te acostumbras a dormir poco, aunque las pastillas para el déficit de atención, también ayudan mucho." Sasuke se quedó en silencio, sin saber que decir. Prefería masturbarse antes que recurrir a la medicación, por muy culpable que se sintiese después de manchar la pantalla de su teléfono.

De un momento a otro, Sakura detuvo su apología a las drogas y empezó a reír, señalando la puerta. Allí estaba, su ángel de sonrisa infinita. Fingió mirar su móvil para controlar el nerviosismo que le provocaba ver ese rostro solo unas pocas horas después de haber eyaculado sobre él, aunque haya sido en una cutre pantalla. Su corazón latía desbocado y si alguna vez llegase a hacerle eso al rubio, sin duda, le daría un infarto.

El rubio saludó a sus amigos y se sentó delante de Sasuke. En ese momento el moreno se percató de que Naruto lucía diferente.

"¡Por fin has renovado tu armario!" Exclamó Sakura, aplaudiendo. Sasuke observó el jersey negro de cuello alto que vestía su amigo. Era un poco ajustado y marcaba maravillosamente algunos de sus músculos.

"Que bien se ve."

"Fue Gaara. Este fin de semana hicimos un mes." Dijo el rubio, un poco avergonzado mientras rascaba su cabeza. Sakura exclamó alguna cursilería y Sasuke sintió náuseas.

"¿Y qué le regalaste tú?" Preguntó su amiga y por algún motivo, el moreno supo que la respuesta no le gustaría.

"Si yo no tengo dinero." Se excusó el rubio, pero la chica con pelo rosa rio maliciosamente.

"¿Seguiste mi consejo?" Preguntó ella en un susurró, como si quisiese que sólo lo escuchase el rubio, lo cual era estúpido puesta estaba demasiado cerca de los dos y podía escuchar todo perfectamente. Naruto ligeramente sonrojado y mirando hacia el techo, asintió. Causando un grito ahogado en la chica. El moreno sintió una enorme curiosidad, pero sabía que por su estabilidad mental, mejor no preguntar.

No lo hagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora