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Creo que nunca había estado tan asustada en mi vida. El corazón era muy capaz de salirse de mi pecho y mi cara de pánico y preocupación asustó a varios conocidos que me fui encontrando por los pasillos.
Pero ¿qué había pasado?
A causa de mis padres y mi hermano mayor, llegué tarde a la escuela. Nunca llegó tarde. Más ahora que conocía a Hyejoo. Pero a mi familia se le ocurrió la grandiosa idea de preparar un "desayuno especial" hoy por la mañana, tarde tanto en comer todo lo que prepararon que apenas y logré pasar antes que cerraran.
Ya no había estudiantes en la entrada. Todos estaban en los pasillos, no vi a Jaehyun y mucho menos a Hyejoo, le pregunte a Yerim y Jungeun si la habían visto pero las dos respondieron lo mismo, "no nos encontramos hasta el almuerzo"
Mientras el tiempo pasaba, asi fueran solo segundos, cada vez estaba más segura de que algo le habia pasado. Algo relacionado con Jaehyun, sin duda alguna.
― ¡Heejin, amor de mi vida! ― y hablando del rey de Roma. ¿Como me dijo?
― ¿Jaehyun, qué te pasa? ― se veía exhausto, tenía la cara roja y gotas de sudor pasaban por todo su rostro hasta caer por su cuello. Que yo sepa, él no practicaba un deporte, y si lo hiciera, ¿por qué practicaria a primera hora?
― Oh no, nada que tenga ver conmigo, ¿te acuerdas de Son Hyejoo? ― oh no, no, ¿qué hiciste Jaehyun? no me dejó responder, siguió hablando con un tono burlón ― quiere invitarte a una cita pero la pobrecita no sabe como hacerlo, asi que le estoy dando un pequeño empujón, ¿qué te parece? está en el salón de informática esperandote...
Lo dijo con tanta calma y naturalidad, mofándose de una manera que no cualquier podría adivinar, nadie se preocuparía por Hyejoo de la misma manera que yo si Jaehyun les dijera eso, porqué ellos no sabían lo que pasaba.
Él sonrió y esa fue mi señal, mi bandera verde para salir corriendo al salón de informática. Sin importarme el timbre resonando por todo el pasillo indicando el inicio de la jornada escolar. Tenía que ver a Hyejoo.
Cuando llegué, abrí la puerta con tanta fuerza que hasta yo me asusté cuando golpeó la pared. Busqué con mi mirada a Hyejoo y no supe si sentirme feliz o triste de haberla encontrado.
Estaba sosteniéndose de una silla intentando levantarse, tosiendo con fuerza. No le di tiempo a molestarse conmigo por verme allí y fui casi corriendo a ayudarla para que al menos lograra sentarse.
― ¿Jaehyun? ― ella asintió ocultando su rostro entre su cabello.
― Estas perdiendo clases...― su voz se escuchaba como si estuviera haciendo un gran esfuerzo por hablar.
― ¿En serio es eso lo que te preocupa? ― veía sus brazos, no se veian mal a primera vista, pero si se podían ver pequeñas protuberancias que denotaban que habían sido golpeados.
