No digas nada - HeeHye

Chapter eleven - Heejin

Desde que conocí a Hyejoo, muchas cosas cambiaron.

Siempre había tenido una rutina sin darme cuenta.

Llegaba, tomaba mis clases, compartía los descansos con mis amigas y luego me iba a casa en bus.

No eran los mismos días pero todo se sentía repetitivo de alguna manera. 

Me di cuenta mientras limpiaba la sangre de su labio inferior, que era lo que había cambiado.

Ya no iba a casa después de la salida. Cuando llegaba, mi salón no era el primer lugar al que me dirigía. Tenía una cosa verdaderamente importante por la que preocuparme y no era obligatoriamente.

Y eso me daba miedo. Los cambios nunca fueron lo mío, y que estuviera ocurriendo de golpe justo ahora, hacía que no supiera cómo actuar de manera correcta.

Entendía entonces la frase: la vida es un lienzo en blanco.

El lienzo de la mía no estaba en blanco, tenía colores pero estos no formaban nada.

Con Hyejoo, sentía que se estaba pintando poco a poco con colores más brillantes y vivos, contrarios a los fríos y poco coloridos que antes la componían.

Ese era el cambio al que le tenía miedo. 

No podía esconderme, ella me tenía atrapada en un red de la que no tenía pensado escapar.

No podía correr, porqué eso significaría alejarme de ella, y ya no puedo ni quiero hacer eso.

― ¿Cómo fue que...ya sabes, te diste cuenta? ― terminaba de limpiar los rastros de lágrimas y sangre seca de su rostro.

Sonreí ante su pregunta, se escuchaba tan tímida que, inconscientemente, quería contarle aunque fuera vergonzoso para mi.

― ¿Qué me gustan las chicas? ― terminaba con su labio inferior.

Ella asintió sin mirarme. Parecía estar muy apenada para mirarme a los ojos, cosa que agradecí porque no creía ser capaz de soportar su mirada sobre mí por mucho tiempo. Pero a la vez me ponía triste porque en serio quería ver sus ojos.

― Fue hace año más o menos si no mal recuerdo ― comencé a relatar ― siempre tuve mis dudas y todo eso, pero creo que nunca fui capaz de aclararlo conmigo misma. Una chica de último año, no recuerdo su nombre, se me confesó, no tenía ningún problema con eso pero en aquel momento me asusté bastante…

Deje de limpiar su labio notando que la fisura no era tan grande como la de su pómulo, así que solo necesitaba desinfectarse y seguramente, un antiinflamatorio.

― ¿Y qué hiciste? ¿corriste? ― si supiera ― espera, ¿en serio corriste?

― ¡Entre en pánico!, ¿okey? ¿me dejas seguir? ― soltó una risa de nuevo y finalmente se calló, dejando una sonrisa muy hermosa en su dañado rostro ― ella, tal vez me presionó un poco para mi respuesta, pero le dije que no tenía planes de tener pareja en ese momento, y…me besó.

― Que acosadora ― negué rápidamente riendo.

― Yo se lo pedí, era para comprobar algo.

Por fin se dignó a verme, no directamente, pero era un avancé, me sonrió y mi buen humor regresó al instante.

― ¿Lo comprobaste? 

― Claro que sí ― le di una de mis mejores sonrisas ― pero, ¿eh? no se lo digas a nadie, calladita te ves más bonita, Son.

Era verdaderamente gratificante oír su risa.

― Mis labios están cerrados, Jeon ― creo que me dar un calambre en la cara de tanto sonreír.