¿Qué haces cuando en las calles desoladas de Seúl, en medio de la madrugada, escuchas a un niño pedir ayuda?
SooBin juraba que era un fantasma y quería huir lo más rápido posible de allí; pero su esposo, YeonJun, siempre fue alguien curioso y nunca...
— Es una bolita de amor —susurró Taehyun viendo a Riki dormir en los brazos de Yeonjun.
El día siguiente después de encontrar al infante, Beomgyu y Taehyun fueron a vistarlos. Beomgyu porque era pediatra y podría ver si el pequeño tenía alguna enfermedad y Taehyun porque simplemente quería conocer al menor.
— Cierto —Soobin sonrió estando al lado de su amigo, tomó en brazos a Riki y fue a dejarlo en cama para que descansara, finalmente bajó de nuevo para escuchar lo que Beomgyu le diría.
— Tiene desnutrición, lo mejor sería que lo alimenten con esta dieta y se recuperará —el menor de los Choi les pasó una hoja con varias recetas ligeras para un niño—. También tiene una infección en sus riñones por aguantar tanto tiempo sin ir al baño pero este medicamento le ayudara y en siete días estará bien. No necesitas una receta médica ya que puede ser una enfermedad común, así que en cualquier farmacia puedes encontrar el medicamento.
El lugar quedó en silencio cuando Beomgyu terminó de hablar, el pecho de Soobin y Yeonjun dolió hasta cierto punto.
¿Qué hubiera sucedido si Yeonjun no decidía entrar al callejón? Seguramente Riki no hubiera soportado mucho, o alguna persona con malas intenciones le hubiera mentido y se lo hubiera llevado.
Soobin no podía contra esos pensamientos.
— ¿Conocen a un buen abogado? —preguntó finalmente el más alto de todos.
— Soo-
— Alguno que de verdad haga bien su trabajo —ignoró a su esposo sin siquiera verle la cara.
Beomgyu suspiró y volteó a ver a su amigo pálido por si debía seguir hablando, claramente conocía a un buen abogado que le había ayudado a él y a Taehyun al contraer matrimonio, cuando ninguna iglesia quiso hacerlo.
Yeonjun negó con la cabeza, pero Taehyun frunció el ceño algo molesto.
— Si —habló el rubio—. Es amigo mío y de Beomgyu, se llama Lee Hee Seung. Es muy bueno en su trabajo y creo que les puede ayudar, él junto a su esposo también lucharon por adoptar un bebé y ahora tienen tres hijos.
— Taehyun no hagas esto —Yeonjun se levantó del sillón volteando a ver a su pareja —. Y tú, Soobin, sabes lo que hemos pasado y sabemos que si nos niegan de nuevo en el orfanato no podremos salir de esta. Olvídate de esto, llevaremos a Riki con las autoridades mañana y esperemos que se hagan cargo de él. No podemos hacer nada más, lo siento.
Soobin frunció más el ceño apretando sus puños por el tono tan duro y frío en el que Yeonjun le había hablado. Pero igual se levantó del sillón y tomó a Taehyun de la muñeca para llevárselo a la planta de arriba donde tenía una pequeña oficina.
Yeonjun suspiró cerrando los ojos.
— No seas así —habló el menor de los Choi—. Bin siempre quiso un hijo, déjalo ser.
— ¿Qué ocurrirá cuando nos nieguen serlo? ¿Crees que solamente lo digo por Soobin? Lo amo y haría cualquier cosa para verlo feliz pero también yo quedaría destrozado. No creo aguantar una vez más esto, estoy harto y molesto porque la gente simplemente piensa que por ser un hombre con postura dura no tengo sentimientos.
El pálido salió de la casa dejando sólo así al más bajo.
Beomgyu sacó su celular y marcó a un viejo amigo quién contesto segundos después.
— Huening, ¿recuerdas el favor que me debes?
𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐤𝐚𝐲, 𝐁𝐚𝐛𝐲 𝐑𝐢𝐤𝐢
Kai Kamal Huening es reconocido por ser uno de los jueces más jóvenes de su época. Todos los abogados tenían un tipo de miedo hacia el moreno por ser cruel y seco en los juicios, no mostraba remordimiento o culpa al ver a alguien ser culpado y mandado a la cárcel. Prácticamente en eso se basaba su trabajo.
Lee Hee Seung es una abogado justo, todos los casos los tomaba parejo a excepción de aquellos que eran para personas de su desagrado. No defendía a políticos corruptos, sacerdotes inculpados por algún crimen, violadores o asesinos. Nunca quería meterse en problemas. Es por eso que agarró fama con la gente puesto que de todos los casos que había hecho, todos los había ganado.
Según Beomgyu, si tenía a esos dos grandes amigos de su lado no podrían perder en el caso de pedir la adopción y así podría olvidarse del estresante problema que sus dos amigos tenían. Porque aunque no quería, y no era bueno para su salud, Beomgyu cargaba con los problemas de sus amigos.
— Esto no es comprado —Habló el único Choi presente por milésima vez, tratando de hacer entender a su mayor—. Mis amigos quieren adoptar a un bebé que encontraron abandonado en un callejón, así que les ayudarás. Y tú —Apuntó a Huening—. Me debes un favor así que ahora quiero que me ayudes también en esto.
— Creí que alguna vez me llamarías diciendo que te sacará de la cárcel Choi, pero esto es nuevo. ¿Tú ayudando a alguien? —Lee rió, y Huening le siguió—. Aún así acepto. Mientras tengan un testigo y bastantes pruebas del maltrato, por mí no hay problema.
Ahora volteo hacia Huening quien asintió rendido.
— Bien, me encargaré de tener todo eso.
Beomgyu sonrió para después de un rato despedirse de los dos contrarios, acordando una cita para ver los avances que tenían.
Caminó hasta su auto y mientras conducía marcó el número de su esposo.
Sabía que se merecía algo por la gran acción buena que estaba haciendo sin recibir nada a cambio.
— ¿Beomgyu?
— Amor, recuérdame con quién te casaste.
Una risilla se escuchó tras la línea—. Con Choi Beom Gyu , el hombre más amable de todo el mundo que se merece tener el puesto como Dios en el paraíso —Taehyun volvió a reír al recordar que aquello lo había dicho el día de su boda—. ¿Qué has hecho ahora, Choi?
— Que no he hecho querrás decir. Debes complacer a tu Dios por la gran obra caritativa que hizo el día de hoy.
Y vaya que si.
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twngo todos los capítulos escritos y me estresa decirme "publica uno por día"; fue, lo haré cada que comience a entrar en crisis
