Capítulo Cuatro

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— Abre la boca bebé —Habló Soobin quién con una cuchara tomaba un pedazo de pastel de mermelada de fresa.

Riki fruncio el ceño, nunca había visto algo así y pensaba que sabría mal, no solo pensó eso con el pastel, también cuando Soobin le preparó una especie de fideos con mucha carne. Su cara se fruncio al ver la forma rara que la comida tenía. Aunque el sabor no se comparaba con la imagen, incluso llegó a pedir otro plato de lo rico que sabía.

Pero, ¿y si el pastel no tenía el mismo sabor rico?

— ¿Qué ed? —Preguntó y de inmediato apuntó el postre con sus manitas.

— Pastel, ¿nunca lo has probado? —El infante negó—. Es lo más rico que vas a probar, anda, abre la boca.

Nishimura asintió y con inseguridad abrió su boca solo un poquito.

Los deliciosos dulces llenaron su paladar y sonrió en grande mientras aplaudía eufórico por la sensación.

Mad, mad.

Soobin rió y con la cuchara tomó otro pedazo y lo volvió a dejar en la boca del menor.

Deñor Choi —el nombrado asintió dando a entender que siguiera—. ¿Dónde edta du edpodo?

Choi suspiró, desde hace un par de días en las noches no había visto a Yeonjun y sólo le ha hablado por mensajes. Sólo sabía que estaba en la oficina trabajando y que hoy volvería hasta en la noche.

Claramente señal de que seguían enojados.

— Yeonjun está trabajando mucho. Esta ocupado y hasta hoy en la noche va a volver —el menor asintió masticando el nuevo pedazo de pastel y mesiendo sus pies de un lado a otro por la altura del banco ya que se encontraban en la barra americana—. ¿Por qué la pregunta?

— Lo esstraño —se esforzó en decir las palabra bien, como le empezaba a enseñar Soobin—. Él me dio du cobija cuando tenía frío.

Soobin asintió sonriendo con nostalgia, su esposo tenía un gran corazón y esa era una de las grandes cosas por las cuales se enamoró de él. Aún seguía sin entender cómo es que él mismo ignoró el claro sollozo de un bebé.

Después de estar un rato más dándole de comer el postre al bebé, el timbre de la casa sonó y Soobin se levantó del banco para abrir. Sabía que no era Yeonjun, ya que este salía hasta las ocho con treinta de trabajar y apenas eran las cinco.

Cuando abrió la puerta, olvidándose de preguntar quién era, un niño entró corriendo con patines puestos y riendo.

— iTio Bin! —Gritó el infante, dando vueltas alrededor del castaño.

— ¿Tu madre otra vez te dio helado?

— ¡De chocolate con jarabe de fresa y chispas de chocolate!

Ahora vio como el niño salía de nuevo afuera donde suponía estaba su madre.

— ¡Sunoo, ven para acá! —Eunha gritó desde el carro que le pertenecía, esperando que su hijo se acercara para quitarle los patines y ponerle los tenis de la escuela a donde asistía.

Por cierto, Soobin al ver a su sobrino con el uniforme recordó inscribir a Riki igual al colegio para que empezara a aprender hablar mejor.

Minutos después, Eunbi se acercaba con Sunoo en brazos, mientras el menor besaba el rostro de su madre y soltaba risillas.

— ¿Qué tal, Soo?

— Cuñada, hasta que te apareces.

Los tres entraron a la casa, dejando los zapatos en la entrada y poniéndose unas sandalias mas cómodas y limpias.

— Tío Bin. ¿Puedo jugar con Sean en el patio?

— Primero quiero que conozcas a alguien.

— ¿Adoptaste un caballo? ¿Puedo ponerle el nombre? ¡Lo llamaré Donita de chocolate! ¿No es lindo?

Choi rio por lo dicho de su sobrino, caminaban por el pasillo antes de entrar a la cocina y ver como Nishimura comía del pastel pero ahora con sus manos. Llenando su rostro de mermelada pegajosa.

— ¿Quién es? —preguntó Sunoo mirando al menor como bicho raro.

— Es Ni-ki —Subió al niño en un banco y observó como este dejaba de comer para verlos curioso—. Tiene casi tu edad. ¿Porqué no sales a jugar con él y Sean? Salgan a conocerse, ¿te gustaría Riki?

El nombrado asintió lentamente, sabía que si decía que no tal vez Soobin le pegaría como cuando su mamá lo hacía cada vez que no quería hacer algo que le ordenaba. Pero él no tenía la culpa, no le gustaba ver a esos hombre feos hacer gritar a su mamá.

— ¡Vamos, yo te llevo! —Sunoo se bajó del banco con cuidado y se acercó al menor igual ayudándole a bajar. Soobin limpió el rostro del menor y después los vio correr al patio. Abriendo las puertas corredisas y viendo como su perro corría de inmediato y tumbaba a Sunoo llenándolo de baba.

Finalmente rió mientras veía a Eunha sentarse en donde Riki estaba y él igual tomó asiento.

— Es muy tierno —Habló su cuñada comiendo el resto de pastel.

— Lo sé. La ropa que le compré lo hace ver más tierno —Rió, viendo como el menor traía un overol de mezclilla con una blusa blanca con rayas negras y tenis celestes, corriendo atrás de Sean mientras reía.

— ¿Y Yeonjun? ¿Qué piensa de esto?

— Él no tiene voto aquí desde ese día, dijo que no podríamos quedarnos con él.

— Lo dices como si fuera un perro.

Choi suspiró, lo sabía. Riki no era un perro y no quería poner ese ejemplo, pero si no lo tenía con él no sabría como seguir viviendo.

Tal vez su parte paternal volvió a prenderse y aquellos tres días despertando con un niño en sus brazos o saltando en su cama que compartía con su esposo le hicieron volver a querer ser papá.

Era eso, o Ni-ki estaba destinando a estar con él desde un principio.

sH, miren; YeonBin novios, SunKi novios, BeomHyun novios, ChaeRyu novias, EunJu novias

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sH, miren; YeonBin novios, SunKi novios, BeomHyun novios, ChaeRyu novias, EunJu novias.

It's Okay, Baby Riki « YeonBin┇SooJun » Donde viven las historias. Descúbrelo ahora