¿Qué haces cuando en las calles desoladas de Seúl, en medio de la madrugada, escuchas a un niño pedir ayuda?
SooBin juraba que era un fantasma y quería huir lo más rápido posible de allí; pero su esposo, YeonJun, siempre fue alguien curioso y nunca...
Soobin esperaba afuera de la sala del tribunal, ahora la conferencia se estaba dando a acabo para saber si por fin Riki sería legalmente suyo.
Aún no se confiaba, aunque Heeseung antes de empezar dijera que eso estaba ya decidido y que los del orfanato también aceptaron después de ver como vivía el infante.
Sentía miedo, terror de que algo fallara allí adentro, y le enojaba saber de que si algo de verdad ocurría él no estaría para saberlo, pues Yeonjun nunca le diría.
Por otro lado trataba de calmarse mientras veía en su celular las imágenes que Taehyun le mandaba de Riki jugando junto a Sunwoo y Sean en el patio trasero de su casa. Por lo menos eso le daba una pequeña paz después de tantas cosas.
Finalmente, después de media hora más, las enormes puertas se abrieron y de entre toda la gente presente empezó a buscar a Yeonjun y Heeseung.
Beomgyu y Eunha ya habían llegado a un lado de él y sus caras sólo expresaban sorpresa, no más, no felicidad ni tristeza o enojo, sólo sorpresa.
— Yeonjun —habló el menor cuando llegó a un lado de su esposo quién lloraba y era consolado por Heeseung y Hyunjin—. ¿Qué ocurrió? —su pareja no contestó—. ¿Alguien aquí puede decir qué ocurrió?
— Bin... —Beomgyu pusó una de sus manos en su espalda, y después de pensar en lo peor vio como Choi menor le sonreía—. Felicidades, Ni-ki es legalmente su hijo.
Soobin cerró los ojos sintiendo el aire faltarle. Ahora entendía del porqué su esposo estaba llorando, no era tristeza, era felicidad.
Y él estaba igual, nunca se había sentido así de bien, a excepción de la vez que Yeonjun le dijo el primer te amo en su viaje de Universidad a la isla Jeju, cuando le propuso matrimonio, o el día de su boda donde se unió de por vida al pálido.
Eran momentos, días y recuerdos que siempre atesoraba en su pequeño pero hondo corazón.
Finalmente unos fuertes brazos lo sacaron de sus pensamientos.
Yeonjun lo abrazaba y apretaba como si tratará de hacerlos uno sólo, pero era algo que no quería porque así los dos no podrían disfrutar de Riki como se debía.
— Por fin —escuchó susurrarle antes de que se unieran en un beso.
𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐤𝐚𝐲, 𝐁𝐚𝐛𝐲 𝐑𝐢𝐤𝐢
La puerta de la casa se escuchó abrir y la pareja de esposos entró siendo seguido de los demás.
Inmediatamente Ni-ki dejó de poner atención a Taehyun quien les leía un cuento a Sunoo y a él.
Aunque al principio no sabía muy bien que era un "cuento", pero cuando Kang empezó a leer de las páginas con dibujos entendió y supo que de ahora en adelante eso sería su cosa favorita. Bueno, además de la comida que hacía Soobin, o los dulces que Yeonjun le llevaba todos los días.
Aunque bueno, su cosa favorita era pasarse los fines de semana junto a los dos mayores, viendo películas de caricaturas y comiendo comida chatarra, además de que Sean siempre estaba en sus pies o a un lado suyo tratando de conseguir caricias de su parte.
Finalmente cuando estuvo frente a la pareja Choi fue cargado de inmediato por Yeonjun y en seguida Soobin los abrazo a los dos, mientras los mayores llenaban de besos al menor, a su nuevo hijo.
— Por Dios, tenía tanto miedo de que algo saliera mal —susurró Taehyun abrazando a Beomgyu, aferrándose a este.
— No llores —el mayor rió pero aún así dejó caricias en los cabellos de Kang.
— Mami, ¿por qué los tíos están llorando? —Sunwoo preguntó mientras abrazaba a su madre de una pierna.
— Porque tienen un hijo, mi amor, por eso lloran —contestó mientras cargaba al menor y lo abrazaba.
No era momento pero Jung se preguntó qué sería de él sin su pequeño Woonie, sin sus abrazos mañaneros, los desayunos un poco raros o los baños de burbujas llenos de risas. Yuna ya la había dejado y no podía imaginarse que su hijo algún día lo haría.
Volviendo a los Choi, dejaron su momento familiar y empezaron a agradecer a todos los presentes.
Y obviamente por parte de Taehyun, organizaron una pequeña fiesta para darle la bienvenida al nuevo integrante, al tercer miembro de la familia Choi.
𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐤𝐚𝐲, 𝐁𝐚𝐛𝐲 𝐑𝐢𝐤𝐢
— ¿Estoy escuchando bien? —Soobin escuchó del otro lado de la línea, mantenía su celular pegado a su oreja con el tono bajo.
— Sí... papá, no te pongas loco, Ni-ki pasó algo muy fuerte así que no quiero que empieces con tus cosas.
— Me ofendes Choi Soobin, pero esta bien, iremos a la fiesta —el mayor soltó un pequeño grito de emoción—. Ya quiero conocerlo, apuesto que es muy tierno.
— Lo es, te dejó, es tarde y mañana tengo cosas que hacer.
— Bien, cuidate hijo. Me saludas a Yeonjun y dile al pequeño Riki que el abuelo le llevará muchos regalos.
Soobin rió antes de contestar y después colgar. Apagó el celular y lo dejó en la mesita a un lado de su cama para acomodarse en esta.
— ¿Todo bien? —preguntó el pálido mientras dejaba un libro en su mesita que tenía a un lado suyo.
— Sí, papá te manda saludos, y dijo que asistirán a la fiesta —susurró tratando de no despertar a Ni-ki quién dormía en medio de los dos y se pegaba a Yeonjun.
— Perfecto —contestó, el mismo apagó la luz de su lámpara y entrelazo una de sus manos con las de su pareja.
Lo dos se besaron con cuidado, el menor sólo se removió y aflojó su agarre en Yeonjun.
— ¿Te lo hubieras imaginado? —Soobin preguntó—. Que ahora tuviéramos un hijo... ¿Te lo hubieras imaginado?
— La verdad no, pero ahora me alegro de tenerlo.
— Pues yo me alegro de que seas un curioso, gracias a ti conocimos a Ni-ki y lo ayudamos. Aún duele mi corazón cuando lo recuerdo abandonado en ese feo callejón.
— Ya no pienses en eso —Yeonjun se pegó un poquito más hasta besar rápidamente al menor—. Lo importante es que está aquí con nosotros, y que lo vamos a proteger de todo y todos. ¿De acuerdo?
El menor asintió, y así empezaron a cerrar los ojos, con un bebé en medio de ellos, ambos tratando de no hacer mucho movimiento para no despertarlo.
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estamos a esto —manitas tocándose— del final, o sea qkdnlqkd,, es la obra que más rápido estoy terminando, waa.
sus interacciones también me hacen muy feliz, aunque no responda me emociona ver que les gusta, sip.
