Mystery Kingdom | Kookv

8

La celebración dió inicio al anochecer, los invitados disfrutaban del delicioso banquete o aprovechaban la ocasión de reunirse en un festejo y ponerse al día con asuntos personales o simplemente para escuchar historias de lo que se dice en el pueblo.

El príncipe Jungkook charlaba tranquilamente con algunos familiares y miembros del consejo real, haciendo tiempo hasta que su futuro prometido hiciese apareción en aquella fiesta que era sólo y únicamente para él.

— Jeon Jungkook, aun no puedo creer que vayas a casarte — dijo una joven alfa a su primo mayor —. ¿Quién es la afortunada?

— Somi, prima mía — saludo besando la mano de la rubia —, pronto conocerás a la increíble persona que me ha aceptado.

— De seguro es una alfa hermosa, después de tanta espera, debe tener un buen gusto para las mujeres, alteza — asumió una omega de rojos cabellos.

Con una burlona sonrisa, Jungkook les permitió divagar en sus pensamientos, asumiendo que se trataba de una hermosa alfa y no de un bello omega del reino vecino. Le encantaba la idea de dejar todos con la boca abierta cuando Taehyung se presentase en la fiesta, dejándolos sin aliento así como a él en aquel primer encuentro en Daegu.

Después de un tiempo, la espera de los invitados se detuvo al igual que la banda musical que creaba un cálido ambiente en la fiesta.
Los trompetistas anunciaron finalmente la presentación del príncipe, por lo que el menor de los Jeon se acercó a las escaleras en medio del gran salón, esperando ansioso por su futuro prometido.

— ¡Con ustedes, el príncipe omega Kim Taehyung de Daegu!

El silencio en el lugar fue sepulcral, siendo solo la lenta melodía del piano la que resonaba en el salón, acompañado del sonido de las zapatillas del joven omega de cabellos dorados, resonando contra cada escalón, desprendiendo sus dulces feromonas frutales, sonriendo con dulzura, robando más de un suspiró a los alfas y omegas presentes.
Ya sea de sorpresa o satisfacción.

Cuando llegó al final de la escalinata, tomó la suave mano del príncipe Jeon, mismo que le sonreía con dulzura.
Este mismo le guió con delicadeza hasta el centro del enorme salón, abriendose paso entre los invitados que no más les vieron acercarse se apartaron, formando un círculo al rededor de ambos, reverenciando a la pareja real.

Los duques y condes jadearon ante la sorpresa, jamás imaginando que el único heredero a la corona se comprometería con un omega de un reino vecino, armando una alianza con estos aun sabiendo lo que pensaban de ello y los actos brutales que cometían contra los omegas.

Después de aquella presentación ante todo Busan, la cena fue anunciada, entrando al comedor del palacio solo aquellos invitados que pertenecían a la familia real.
Todos en espera por aquella propuesta tan inesperada y sorprendente.

— Si no le parece indecoroso que diga esto — susurró Jungkook al omega a su lado —, se ve completamente espléndido.

— Gracias... — sonrió algo apenado, cubriendo sus mejillas con sus delgadas manos, buscando que nadie notase su sonrojo.

Su luna peleaba por decirle que él también se veía espléndido, tan apuesto como aquella primera cena en Daegu, pero se limitó a guardarse el cumplido, sintiendo miedo a ser reprendido por su familia o la de Jungkook ante su indecencia.

Cuando el postre fue servido, el heredero dejo su asiento, tomando una copa llena de vino tinto, golpeando el cristal con la cucharita del postre, llamando la atención de todos los presentes.

Un agujero se formó en el estómago de Taehyung, sintiendo nervios al saber que era el momento. Por lo que se habían reunido, estaba apunto de suceder.