Mystery Kingdom | Kookv

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Después de atrasar aquello por un par de minutos, mismo que los gastaron bailando uno junto al otro, recibiendo miradas tanto de ternura como de envidia. Los príncipes Jungkook y Taehyung se acercaron a la feliz pareja para finalmente decir sus felicitaciones y deseos para ellos.

— Felicitaciones, majestades — dijo el príncipe Jeon —. Les deseo un matrimonio prospero y una vida llena de felicidad.

La pareja de recién casados sonrieron y saludaron con la cabeza como a todos los demás.

Cumplido su deber, Jungkook volteó hacia su prometido, quien simplemente esperaba que terminara para alejarse de ellos y continuar en su cálida burbuja de amor y bellos colores. Jeon en cambio trato de hacerle entender con su mirada que debía decir algo a su hermano por su matrimonio.
El omega comprendió el mensaje, negando con incomodidad al sentir la mirada de Jisoo y su hermano sobre ellos. Saludo con la cabeza y se llevó al alfa de allí.

Con el ceño ligeramente fruncido, el príncipe Jungkook miraba a su prometido que se veía completamente aliviado al estar alejado de los novios.
Taehyung lo notó y se limitó a suspirar antes de contestar.

— Sé que en Busan no es así, pero aquí sí debemos mantener la constumbre de que yo deba estar detrás de usted.

— Eso realmente no me gusta — reprochó lo suficientemente fuerte para intimadar al omega.

Pero, ya un poco acostumbrado a la bondad y dulzura que este poseía genuinamente, quiso tranquilizarlo con su suave voz.

— Solo será esta noche — prometió tomando con delicadeza su brazo y deshaciendo el cruce que hacía sobre su pecho.

— Bien. Haré lo que desee, príncipe — suspiró rendido, para luego sonreírle al bonito omega de rubias hebras.

Con una sonrisa satisfecha, el omega enlazó su brazo con el alfa, mirándolo con cariño y tranquilidad, sintiéndose nuevamente envuelto en aquel ambiente tan dulce y colorido que sólo Jungkook podía formar a su alrededor.

Se dirigieron a su mesa, para ser invádidos por preguntas y comentarios siendo remitidos por los familiares lejanos del omega que no podían creer quien era su futuro alfa.

Jungkook notoriamente incómodo por aquello, aclaró su garganta antes de acercarse al omega y hablar en su oído.

— Quiero pasar un rato con mis padres — aviso en un tono ligeramente bajo—, si gusta se puede quedar aquí mientras regreso — Taehyung se negó al sentir las miradas de confusión en su familia, no pasando desapercibido por aquel alfa inteligente. Así como hace un par de minutos, con una seductora voz susurró —. No sigo las ordenes de otros reinos, príncipe.

El sonrojó en Taehyung fue notado hasta por las celosas omegas que veían a su prometido con total deseo. Jungkook con una sonrisa dejó la mesa, dirgiendose al lugar que tomaban sus padres en aquel salón repleto de invitados, adornos y postres deliciosos.
Con la mirada siguió aquel cuerpo fornido y elegante, sintiendo que sus pulmones le iban a fallar en algún momento por culpa de sus acciones tan repentinas y descolocantes.

— Eres tan suertudo, Kim Taehyung — casi reclamó una omega, prima lejana suya —. Ese príncipe es un completo monumento.

— Pareciera que fue creado por la manos de la Luna misma — suspiró encantada otra.

— ¡Es guapísimo! — chillaron dos omegas adolescentes.

— Amable...

— Caballeroso...

— ¡Pero que envidia! — renegó una con recelo.

Él estaba acostumbrado a oír esos comentarios por aquella familiares envidiosas, presentándose a las reuniones sólo para generarse un nuevo coraje ante la envidia de no tener la vida que los príncipes tenían.
Le desagradaban mucho aquellos comentarios tan deshonestos de sus familiares hacían de su alfa, también le molestaba en sobre manera las miradas lujuriosas y descarados coqueteos, odiaba que hiceran aquello frente a sus narices como si él no importara. Pero le frustraba aun más no poder decir nada al respecto.