Mystery Kingdom | Kookv

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Con delicadeza, se acercó a su padre y sintiéndose incómodo por quitarle la corona al mismísimo rey. Se atrevió a ponerla sobre su cabeza permitiéndole a esta brillar con intensidad y esplendor, tal y como ocurrió con la corona de la vida, misma que su amado omega portaba y lucia con elegancia apesar de encontrarse en una lucha.

Al darse vuelta pudo ver a muchos guardias de reino Rubí acercarse, empuñando sus espadas de fuego en busca de defender su reino. Preocupado por el bienestar de su familia y amigos, corrió hacia ellos, tomando cualquier espada que estuviese encrustada en algún cuerpo inerte, llegando con un buen impuslo hacia sus oponentes, mismo que derribo sin dudarlo ni un segundo.

— ¿Qué se siente haber sido salvado por tu omega, hermanito? — indagó Jungsan en tono de burla mientras luchaba como si aquello fuese algo de todos los día.

El omega rodó los ojos totalmente frustrado, aun metiendose fuerte para seguir luchando por su libertad.

— Eres el ser más inoportuno, alfa tonto — regañó Taehyung y Jungkook no pudo esconder la sonrisa que surcaba en sus labios luego de oír aquello. Amaba que su omega le haya perdido el miedo a los alfas y que haya descubierto cuan fuerte y valiente es.

— Por la Luna, te amo tanto — le gritó Jungkook provocando un ligero sonrojo en el omega que no pensaba rendirse en algún momento.

Min Yoongi los derribaba a todos con su escudo, Park Jimin no dudaba en incrustar su espada en cualquiera que se interpusiese en su camino, el príncipe Jeon Jungsan se convertirá en águila y con ayuda del ave fenix degollaba a quien quisiera lastimar a su familia. Ambos prometidos luchaban con todas sus fuerzas, siendo de apoyo aquellas poderosas espadas zafiro. Todos luchando con un objetivo en común, muy cerca de la victoria.

Y aquello no hacía más que enfurecer al malvado rey Lee Chansung, luciendo tan molesto y estresado que abandonó la lucha y corrió con devoción hacia una enorme puerta protegida por muchas cerraduras, cadenas y candados.
Con su espada Rubí cortó cada una de las cadenas y con precaución daño cada una de las cerraduras de aquellas enormes puertas, mismas que se abrieron en un estruendo dejando en libertad a la enorme y monstruosa bestia rubí, con sus escamas luminosas y su enorme boca en busca de nuevas victimas para saborara.

Un rugido de esta bestia bastó para que cada uno de los guardias de reino Rubí corriera lejos de ahí, buscando una refugio y protección porque bien sabían que aquella bestia no causaría más que una masacre.

Los cinco guerreros, acompañados del ave fenix se quedaron estáticos viendo a aquella bestia gigantesca, destruir todo a su paso mientras rugia totalmente hambrienta y furiosa por haber sido despertada de su sueño.

— Y es esta la parte de la historia en la que todos morimos — dijo un optimista Min Yoongi luego de sentir la mirada roja de aquella enorme bestia sobre ellos.

— Oh, no lo haremos — renegó un furioso Jungsan. Corrió hasta estar junto a su hermano buscando ser escuchado por este entre los gritos y fuertes rugidos —. Jungkook, es el momento de que te demuestres a ti mismo quien eres.

—¿Qué?— Jungkook lo miró confundido y levemente asustado.

— Tienes la corona, hermanito. ¡Tú sólo saca tu animal interior! — apoyó con euforia el alfa hibrido.

— Jungkook — Taehyung tomó su mano entra las suyas y conecto sus hermosos zafiros con las brillantes esmeraldas del alfa, ambos orbes brillantes con el temor latente de perderse mutuamente. De no poder escapar —. Puedes hacerlo — aseguró con una brillante sonrisa —, confío en ti, mi amor.

Confiado, Jungkook asintió a sus palabras y se alejo un poco de todos antes de cerrar sus ojos en busca de concentración entre todo el desastre que había a su alrededor.
Recordó cada una de las lecciones secretas que su padre le había dado cuando niño sin que su madre supiera, buscando que el futuro rey de Busan estuviese preparado para cualquier catástrofe.
Su corazón, su mente y todo su ser deseaban salvarlos a todos y volver a casa sanos y salvos, por ello imagino al animal más fuerte que pudo; un dragón.