Capítulo 23

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—Tranquilo baja el arma—murmuró el hombre nervioso—Necesito ese vehículo.Vamos amigo colabora conmigo.

El policía miró al hombre y rápidamente pateó el arma tirándola al piso para luego lanzarse sobre él y golpearlo.

La pelea llamó la atención de los caminantes.La sangre fluyendo de sus narices y de algún lado de la cabeza estaba siendo el tentador aroma que los atraía hacia aquellos hombres,los cuales totalmente ajenos seguían en su disputa.

Daryl y Abraham salieron de repente, mirando intrigados aquel hombre y matando a los caminantes que se acercaban.

—Déjalo,por favor—susurró una voz deteniendo momentáneamente la pelea.

El sheriff alzó la mirada mientras se limpiaba la cara ensangrentada para ver mejor.Era una mujer de aspecto triste y meditabundo.Tenia los ojos cristalizados y abrazaba con fuerza a dos chicos que probablemente eran hijos suyos.La miró una vez más y juró ver debajo de toda esa suciedad y su mata enmañarada que la cubría una pequeña mancha morada.

Un golpe.

El policía arrugó el ceño,pero antes de que siquiera una idea surcara su mente.

Ella corrió hacia el hombre.

-Peete...¿Estas bien ?—susurró tocándolo y limpiándole la sangre.Pero el rubio se lo impidió.No quería quedar como un imbécil frente al policía—Deja de tratarme como si fuera un idiota ¡Estoy bien!—graznó poniéndose de pie.

****************

Carol vigilaba a la familia con un rifle mientras Abraham y Daryl metían todo lo que habían  encontrado en el auto.

La mujer los miró,entre dudosa y esperanzada.

Tal vez...

—Ustedes—comentó nerviosa y aún más al saber que había captado su atención—¿Tienen un campamento? o ¿Un lugar donde vivir?

—¿Para qué quieres saber eso ?—le preguntó Abraham.

—Se que somos extraños—comentó mirando el suelo—pero hemos estado errantes desde que comenzó todo y han muerto muchos de los que conocí.Solo respondanme...

—¿Cuantos caminantes has matado?

—No se cuántos pero son muy pocos.

Abraham miro al policía y luego miró a la mujer.A los ojos del pelirrojo no le parecía una mala persona.

Rick se acercó a ella y le ordeno que abriera las manos y separara los pies.

No quería sorpresas.

La reviso de pies a cabeza lentamente maldiciendo el hecho de que su cuerpo hubiera reaccionado al suave acto y agradeciendo de que nadie lo hubiera notado.

Un gemido ahogado salió de sus labios y decidió que era mejor comentarlo con los demás.

—¿Qué creen ustedes?

—Yo no lo se —comenzó Daryl—pero ese idiota no me da buena espina.

—Creo que debes dejarla—afirmó Abraham—Ella no parece mala y no podemos dejarla a la intérperie con dos niños.

Las palabras de Bob resonaron en la mente de Rick y una fibra sensible se activó en él.

—Esta bien—afirmó después de unos minutos—vienen con nosotros.

Daryl & Carol ©(En proceso de Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora