Capítulo 17

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Una ligera brisa hizo que los pensamientos del sureño volvieran a tierra.

Tenia muchas cosas en la cabeza.

Una responsabilidad le había sido confiada.

¡Un Bebé!

Daryl Dixon jamás se había planteado la idea de tener un bebé y menos ahora que el mundo se había ido a la basura.

—Estaremos bien—la mano de Carol hizo que el se sobresaltara y la mirara.

Ella sabía lo que estaba pensando.Así que le sonrió tratando de calmarlo en un lenguaje que sólo ellos entendían.

—¿Tu crees que los encontremos?—preguntó de repente mirando a los alrededores.

—Yo se que si los encontraremos.

Ambos se miraron en silencio hasta que el arquero bajo la mirada hacia el pequeño que dormía entre los brazos de su compañera.

—Ehmm...—carraspeó—y ¿Cómo esta el?

—¿Quien?—preguntó.

—El crío.

Carol sonrío corriendo suavemente el pequeño mechón castaño del bebé.

—Ian,Daryl su nombre es Ian.

—Bueno ya él.

—Esta muy bien—afirmó.La mujer miró las bolsas que aún cargaban—Usaremos las cosas que estabamos llevando para Judith—determinó—No todas pero lo haremos.

—Ahora habrán dos pequeños "pateatraseros" en el grupo.

La risa de la mujer se escuchó de repente entre ellos.Una risa calmada,suave y sincera.
Tal vez después de todo algo mejoraría.

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—Debes dormir un poco—susurró el arquero.

—Quisiera—le respondió—pero quien no quiere hacerlo es él—afirmó señalando a Ian—No podemos dejarlo solo porque puede hacer ruido.

—Debes descansar—reafirmó Daryl dudando un momento—Descuida yo...Yo lo cuido. Anda—le ordenó suavemente estirando los brazos.

Ian abrió los ojos lentamente al sentir el movimiento.El arquero lo miraba analizante y curioso.Los recuerdos se aglomeraron en su mente y parte de su infancia fue rememorada por él.

—Sujetas fuerte ¿eh?—le susurró con una sonrisa pequeña el arquero al ver que el bebé le tocaba suavemente el meñique.

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Lo primero que vio el sureño cuando abrió los ojos fue la mirada clavada de su compañera.

El espectáculo era sumamente inusual.

Daryl se había quedado dormido sentado de tal forma que seguramente después le dolería la espalda.Y aferrado y acunado a él estaba el pequeño.

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El sol del mediodía resultaba molesto para el viaje.

—Hay que descansar un momento—comentó el sureño.

Carol asintió y se apoyó en el tronco de un árbol cercano sacando la botella de agua, tomando un poco y luego alcanzandosela al arquero para que este hiciera lo mismo.

Un fuerte disparó resonó en el lugar relativamente cerca a ellos activando sus sentidos y haciendo que se juntarán mirando a los lados.

—Ya bebé—le susurró la mujer tratando de calmar el llanto del pequeño.

Daryl los miró y acomodó la ballesta entre sus manos avanzando hacia el origen del ruido.

Frente a él unas alambradas y autos cubrían  lo que probablemente era un refugio.Este se alzaba dejando pequeños orificios por lo cuales se podía ver a varios hombres armados.

Daryl trató de mirar mejor a la gente pero no podía.

Hasta qué uno de los tipos cogió  a uno de ellos y lo golpeo con una varilla de metal haciendo que sangrara.

El desconocido se doblaba en el suelo hasta que cesaron de golpearlo y lo levantaron del cabello.

—Lo preguntaré una vez más  ¿Cuál es tu nombre?

El aludido levantó la mirada.Y Daryl pudo ver su rostro golpeado y sangrante dejándolo frío por unos segundos.

—Soy Rick...Rick Grimes.

Daryl & Carol ©(En proceso de Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora