Nina siempre vivió en una fantasía idílica en donde todo era la perfección, inteligente e idealista esta dispuesta a ser casada sin sentimientos reales con un chico al que no ama, solo con la intención de continuar con los roles que mantienen a Heiw...
Mi familia había estado desde la fundación de nuestro reino, Heiwa, ayudando en él a la mejora de la evolución de nuestra raza. Nosotros habíamos sido los sobrevivientes de una destrucción mundial. El avance tecnológico y científicos había llevado a la evolución; como forma de adaptarnos, nuestras capacidades psíquicas cambiaron, dotándonos de habilidades magnificas e inimaginables, convirtiéndonos asi en la epitome de la sociedad perfecta.
Aunque también existían aquellos que intentaban destruir todo lo que habíamos creado, aquellos a los que la evolución no alcanzó. Esta parte de la sociedad eran como pequeños animales salvajes, con instintos a flor de piel y unos deseos enormes de destruir. Por ellos nuestro líder Jones y el consejo que le ayudaba a dirigir Heiwa habían decidido mudarlos lejos de nosotros a las afueras de la ciudad en un sector encargado de su reeducación, gracias a la favorable propuesta, se encargaban de la producción de nuestros alimentos y a los que obtenían mejores resultados se les permitía trabajar en nuestras casas.
La bondad de Jones había sido tan grande que en ocasiones permitía que algunos niños, en los cuales la inadaptabilidad aún no sucedía por completo, viniera a su casa ser educados personalmente por él. Nuestro caritativo rey- aunque no le gustaba ser nombrado así - tenía la convicción de un santo o eso solía decir mi abuela, que hacía que nuestros ciudadanos lo admiraran por completo.
Aquí en nuestro reino, existían dos procesos que nos mantenían emocionados, el primero era la asignación de tareas dentro de nuestro sector, por suerte mi propio padre, quien se encargaba de la parte científica me había entrenado en persona y con dedicación, por lo cual mi asignación con mis hermanos fue indudable.
El segundo proceso se realizaba cada 4 años, el protocolo 1402, el protocolo de procreación. Se dice que hace muchos años cuando aún no existía este protocolo existió una época que se recuerda con tristeza, la muerte de 176 niños y la apenas sobrevivencia de 34 con enfermedades. La ciencia y los millones de estudios decían que esto se debía a que con la evolución surgió cierta incompatibilidad entre nuestros genes; para evitar esta catastrófica situación el protocolo 1402 realizaba un análisis genético súper avanzado que te asignaba a aquellas personas cuyos genes encajan perfectamente y estoy segura de que el protocolo nunca fracasaba. O eso creí.
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¡Hola! este es un nuevo proyecto en el que estoy comenzando a trabajar, honestamente no se como se desarrollara esto, pero espero que lo disfruten mucho, si no han leído Bloodline, háganlo!!
Si encuentran alguna falta ortográfica, lo lamento mucho XD. Espero sus comentarios.
