🥀Capítulo 16🥀

73 13 10
                                    

—¡Eres tan estúpido!

SeungHun empujó a JinYoung, haciéndolo caer al pasto, la mirada de todos los demás niños estaba plasmada en él y no iba a echarse para atrás.

Lo pateó.

Una, dos, tres, cuatro veces, y siguió así hasta que vio a JinYoung escupir sangre, y fue entonces cuando volvió a sí.

Había perdido el control de sí mismo, todo lo demás se había bloqueado y no era consciente de que había transpasado sus patadas desde el estómago del alfa hasta su rostro, pateándolo - al parecer - una vez en la boca, cerca de la nariz.

Había un extendido y enorme silencio en el patio, solo se escuchaban a los pajaritos de los árboles cantar entusiasmados, sin saber que en el patio había de todo menos felicidad.

Ante la mirada de todos, SeungHun chasqueó lengua, dándose media vuelta para irse.

—No le toquen el rostro, de resto, hagan lo que quieran con él — Volvió a repetir con voz autoritaria y se fue.

JinYoung estaba encogido desde su lugar, en posición fetal, estaba acostumbrado a ser golpeado un poco, pellizcado y jaloneado, pero esto era otro nivel al que no había llegado.

Nunca había sangrado.

Sin mencionar que sentía punzadas en el estómago, torso y ahora en su rostro.

Se sentía incapaz de moverse un solo centímetro sin sentir dolor, y a este punto, las lágrimas ni siquiera salían, únicamente jadeos silenciosos y temblorosos.

Los demás niños no sabían qué hacer, si acercarse a hacerle algo o seguir con sus cosas, así que solo permanecieron de pie, viéndose unos a otros.

No fue sino hasta que tocó el timbre y todos se fueron en silencio hasta sus aulas que se movieron, dejando a JinYoung allí, solo y con dolor.

El alfa trató de levantarse poco a poco, apoyándose en el tronco del árbol detrás de él, gruñendo ante el tremendo dolor que le recorría y atormentaba.

La sangre ya no bajaba, pero seguía teniendo rastros de esta en la boca, así que puso todo su esfuerzo en ir paso a paso hasta una fuente no muy lejos - por suerte -, juntando sus manos para recoger agua y limpiar su rostro.

Nuevamente, tenía el uniforme desaliñado y sucio, pero no es como si tuviera más opciones, debía ir así a clases.

Paso que daba, paso que ardía horrores en su cuerpo y que le torturaba la cabeza, se tambaleaba de un lado a otro, creyendo que en cualquier momento iba a caer si no se agarraba de las paredes.

De alguna forma, logró llegar hasta su aula, no sabía cuánto había tardado, pero de que era tarde, lo era, ya que no había ningún niño rondando por los pasillos a parte de él.

Tocó la puerta, tratando de componer su cuerpo para no dejar a notar que estaba sufriendo por dentro, y el maestro de turno le abrió.

—Bae, ¿dónde estabas? La clase empezó hace diez minutos.

—L... Lo siento, maestro...

—Pasa, pasa, pero igual tendré que ponerte inasistente en la hoja.

JinYoung se mantuvo en silencio durante las clases restantes del día, queriendo ahogarse en llantos y retorcerse por el dolor que se acumulaba y no podía demostrar.

Aún con tanto dolor físico, había algo que le dolía más que cualquier cosa que tuviera.

Su corazón.

SeungHun le había hecho esto, sin piedad, sin cariño, sin remordimientos, vacío y a la vez lleno de ira.

Era claro que, hiciera lo que hiciera, no lograba ganarse al omega, y eso le entristecía y frustraba porque, mierda, había soportado tanto como podía, pero esto ya era demasiado.

Quería que las cosas entre ellos funcionasen, pero ¿cómo?

Estaba saliendo lastimado de una forma que no sabía si podría soportar, porque él era un niño, era débil, pero seguir de esta forma era una tortura.

Por ello es que planeó en los siguientes días lo que sería su “último intento” de ganarse a SeungHun.

Estaba convencido de que debería funcionar esta vez, es decir, según él era algo muy lindo que le gustaría a cualquier omega.

Lo haría para la fiesta que el colegio organizaría, estaba seguro de que saldría bien y tenía fe en ello.

Así que se preparó ese día con su trajecito hecho a medida, acomodando su chaleco encima de la camisa blanca, y luego amarró la corbata.

—Mi bebé, ¿estás listo? — JungWoo entró y chilló —, ¡aaww! Si te ves tan guapo con tu traje, bebé. ¡Xuxi, ven a ver a JinYounggie!

El alfa no tardó mucho en llegar, sonriendo orgulloso al ver a su pequeño, alzándolo en brazos.

—Qué guapo que estás, campeón, SeungHun al verte se va quedar con la boca abierta.

JungWoo rodó los ojos y se acercó, acariciando el cabello de su cachorro.

—Bien, bebé, tenemos que llevarte a tu colegio.

—Está bien, mamá.

JinYoung admitía que estaba nervioso y aterrado, muy aterrado por ver cuál sería la reacción de SeungHun ante lo que haría, pero si no lo hacía ahora, se lamentaría luego.

—Que te diviertas, bebé — JungWoo sonrió.

—Pásala bien, campeón.

—Nos vemos más tarde, los quiero.

—Y nosotros a ti, bebé.

JinYoung entró, siendo dirigido inmediatamente a su aula correspondiente por los maestros, ya que esperarían a que la hora de entrada cesara y llegaran todos los niños para después pasarlos todos a la cancha.

Los nervios le carcomían y comenzaba a dudar de si seguir con su plan en mente o no, porque en definitiva sería difícil por el hecho de que esto era arriesgar todo.

Si salía mal, las cosas se complicarían en exceso y no tendría segundas oportunidades.

Pero JinYoung quería creer que todo saldría como pensaba.

Bullying (BaeHun) CIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora