Bullying (BaeHun) CIX

🥀Capítulo 20🥀

—El cristal no tocó ninguno de los órganos vitales, por suerte, así que él se repondrá y todo estará bien. Solo no tiene que hacer esfuerzos hasta que la herida se cierre, y luego podremos quitar los puntos.

JungWoo asintió, ayudando a JinYoung a subir a la espalda de YukHei, quien al estar ocupado firmando unos documentos no podía hacerlo.

—Gracias, cariño — Agradeció el alfa con una sonrisa y siguió firmando.

—¿Cuánto tiempo debe estar en reposo, doctor?

—Un par de semanas, los deportes quedan prohibidos hasta nuevo aviso, amiguito — JinYoung asintió —. Y bueno, además de las otras indicaciones que le di en estos días, no hay nada más que deba informarle.

—Basado en su experiencia — Dijo YukHei al terminar de firmar, entregándole los papeles a la enfermera —, ¿cuánto cree que tarde en cerrarse la herida?

—Bien, la herida ya está cosida, así que en las siguientes, aproximadamente, tres semanas, el cuerpo reparará los vasos sanguíneos rotos y crecerá nuevo tejido. Los glóbulos rojos le ayudarán a crear el colágeno para el nuevo tejido, y la herida empezará a llenarse con el tejido nuevo, y luego la nueva piel se formará sobre este tejido. Entonces, podremos retirar los puntos, y se le recomienda al paciente durar algunos meses sin hacer esfuerzos, pues aunque la herida cierre por fuera, toma un tiempo en cerrar por dentro.

Los padres asintieron, procesando la información recibida.

—Entendemos. Bueno, gracias por todo, doctor.

—Muchísimas gracias.

—No es nada. Que tengan un buen día.

JinYoung fue hablando más tranquilo con sus padres, quienes habían dicho que lo llevarían a un parque de diversiones para celebrar su salida del hospital luego de estar internado unos tres días.

Iba bastante feliz en los asientos traseros hablando y escuchando a sus padres, tanto así que había olvidado la herida que tenía en su cuerpo.

E incluso había logrado despejar su mente de SeungHun.

Pero se detuvo en pleno palabrerío cuando vio que estacionaban frente a un enorme edificio, era gigante, un rascacielos de metal y vidrios.

—¿Qué hacemos aquí?

—Solo será un momento, amor, baja.

Al momento de bajar, JungWoo lo tomó de la mano, vio que YukHei le daba las llaves del auto al valet parking, acercándose a ellos para empezar a caminar juntos a la entrada del edificio.

—¿Papá?

—Solo será un momento, hijo, no te preocupes.

A JinYoung no le daba buena espina ese lugar, lleno de gente que iba y venía con trajes elegantes, con rostros muy serios que lo hacían ir de hombros encogidos.

Vio a su padre y madre identificarse con el secretario y este les dijo que subieran al piso 84, donde serían recibidos.

Mientras iban en el ascensor, JinYoung miraba los espejos de las paredes algo preocupado, pues había mucho misterio sobre por qué estaban aquí y creía que no era por algo bueno.

Supo que la idea de ir al parque estaba descartada en ese momento.

Al salir del ascensor, una pequeña oficina les recibió, adelante había un pasillo con cuatro habitaciones, dos de cada lado de la pared. Si bien la oficina mantenía la misma estructura de paredes de vidrio, algo le daba la sensación de que esos cuatro cuartos no serían igual.

—Buenas, Bae YukHei y Bae JungWoo.

—Oh, claro, señores Bae — La muchacha tecleó rápidamente algo en su teclado y luego miró a JinYoung con una sonrisa —. Debes ser JinYoung, ¿no?

—Sí, me llamo Bae JinYoung, señorita.

—Qué lindos modales, eres todo un caballerito. Mira, ¿por qué no entras a esa puerta blanca de la izquierda? Voy a hablar algo con tus papis.

JinYoung miró a sus padres y estos le dirigieron una sonrisa, diciendo que no tenía que preocuparse y que fuera, así que les soltó las manos y fue a pasos dudativos hacia la puerta.

Habían cuatro puertas en ese pasillo, las dos primeras - situadas una en frente de la otra - eran de color negro, y más adelante habían dos puertas - igualmente una frente a la otra - pero de color blanco. Le dio una breve mirada a sus padres antes de entrar a la puerta de la izquierda, viendo que - en efecto - era una habitación cerrada y algo oscura.

Solo tenía una mesa rectangular en medio, un enorme espejo en una de las paredes, tres sillas - una de ellas mirando hacia el espejo y las otras dos de espaldas a este - y una lámpara de techo encima de la mesa.

¿Qué se supone que debía hacer ahí?

Se adentró en la habitación, cerrando la puerta detrás de él para ir a curosear un poco.

No encontró más que eso en la habitación, todo eran paredes y ese espejo, así que sin algo más que hacer, se sentó en la silla que le daba una mirada al espejo, balanceando sus piernas de atrás hacia adelante.

Pocos minutos después, dos hombres entraron, olisqueó un poco, pero no olían a nada, por lo que supuso que eran betas. Los hombres tomaron asiento en las sillas frente a él con pequeñas sonrisas y una grabadora en manos.

—Hola, ¿tú debes ser JinYoung, no?

—Sí... me llamo Bae JinYoung, señor.

—Está bien — Aclaró su garganta —, yo me llamo inspector Lee, mi compañero y yo queremos hacerte algunas preguntas rápidas, ¿vale?

—¿Dónde están mis papás?

—Ellos están hablando con la secretaría, pero no te preocupes, esto será rápido — Sonrió el compañero del inspector.

JinYoung, algo temeroso, bajó la mirada. No se sentía cómodo ahí y mucho menos con esos dos extraños, pero si debía contestar preguntar para irse rápido con sus padres, lo haría.

—Okey...