🥀Capítulo 22🥀

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Lo que tenía que suceder sucedió.

JinYoung fue retirado de la escuela.

SeungHun fue fichado y expulsado.

Y ambas familias estaban en disputas legales en esos momentos.

A YukHei no le bastaba únicamente con cancelar la unión entre JinYoung y SeungHun, sino que quería anular también el trato de unir ambas empresas, causando un claro descontento en YoonOh.

—¿Esto es en serio, YukHei?

YukHei alzó la mirada de unos papales que revisaba cuando vio a YoonOh entrar como perro por su casa, detrás de él venían dos tipos de seguridad y la secretaría - quien todavía le estaba diciendo que tenía que retirarse y no podía pasar sin una cita previa.

—Déjenos hablar un momento a este... — Miró de forma despectiva a YoonOh —, caballero y a mí, por favor.

Sus empleados lo miraron perplejos por exactamente cuatro segundos, luego hicieron una corta reverencia y salieron de la oficina, cerrando las puertas.

—Toma asiento, quiero acabar rápido con esto.

—Estoy bien de pie.

—Como quieras.

—Entiendo que quieres cancelar la unión de tu cachorro con el mío, pero esto anular también nuestro acuerdo de unir las empresas es demasiado. Es algo que llevábamos hablando desde hace dos años.

—Sí, lo sé.

—Bueno, si lo sabes, deja de lado las cosas personales que nos pasaron y sigue adelante con nuestro acuerdo.

—Algún día, le heredaré esto a mi hijo primogénito, y claro, a mis demás cachorros que tenga con JungWoo, por supuesto, pero el más importante es JinYoung al ser el primero.

Apuntó con su mano todo el lugar, haciendo que YoonOh alzara una ceja.

—¿Y?

—Estoy seguro de que tú también le heredaras tu empresa a SeungHun — Sonrió —. ¿Crees que dejaré que mi cachorro haga tratos con esa bolita de peste? No pienso dejar que ni tú ni tu hijo toquen cualquiera de las acciones de mi jodida empresa en su puta vida. Si tengo que romper nuestro acuerdo, claro que lo haré, porque no dejaré que ninguno de ustedes se adueñe de algo que es mío, de mi omega y mi cachorro.

YoonOh frunció el ceño, parecía que estaba a punto de refutar en contra de lo que le acababa de decir, pero no le permitió seguir hablando, puesto que reclinó su espalda en el espaldar de su silla.

—No hay forma en la que alguien pueda hacerme cambiar de opinión, así que no me hagas perder el tiempo y vete por donde viniste.

—YukHei, esto es ridículo, sé razonable y sigue con el maldito acuerdo.

—No me sale de los cojones hacerlo, como verás. Ahora, si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer. Si tienes algo que agregar, háblalo con mi abogado.

YoonOh, hecho una furia, salió de la oficina de la misma forma que entró.

Por la noche llegó a su mansión, sintiéndose más estresado que nunca, cosa que DongYoung fácilmente pudo olfatear, por lo que se acercó a darle un masaje en los hombros a su esposo mientras este tomaba asiento en uno de los sofás individuales.

—¿Cómo te fue?

—Tal y como esperaba, YukHei no va a dar su brazo a torcer, dijo que quiere destruir cualquier cosa que una nuestras familias, y eso incluye la unión de las empresas... Bien, me lo veía venir — Frotó sus ojos —. ¿Cómo pasaron el día aquí?

—Bueno, ya sabes que después de la fiesta del colegio empezarían las vacaciones, pero esto no era lo que tenía en mente... Ningún colegio quiere aceptarlo, Yoonnie — Suspiró —, también lo veo decaído. No ha hablado mucho conmigo luego del regaño.

—El colmo sería que estuviera feliz después de liarnos la vida a todos nosotros.

Permanecieron en silencio por unos minutos hasta que DongYoung caminó hasta estar frente a su alfa, sentándose en sus piernas para darle un beso en la frente.

—Ya se nos ocurrirá algo, Yoonnie, no te estreses.

—A mí se me ocurrió algo, pero no estoy seguro de que te agrade.

Generalmente, cuando YoonOh le decía eso, solo era una exageración y la idea no era tan mala, pero DongYoung supo que no era el caso esta vez al verlo tan serio.

—¿En qué pensaste?

—Un internado.

DongYoung abrió sus ojos, viéndolo como si creyera que todo era una mala broma, pero el alfa mantenía su mirada seria. Él no estaba bromeando, no estaba sonriendo, no se estaba riendo, iba en serio.

—¿Un... internado? — Repitió palabra por palabra.

—Es la única forma de componerlo y que siga estudiando, así que sí, un internado.

—¿Estás seguro?

—Estoy seguro, por eso te lo estoy proponiendo, ¿qué piensas?

—¿Me lo preguntas a mí?

—Claro, es nuestro cachorro, lo que tú pienses también me importa.

DongYoung sonrió, descansando su cabeza en uno de los hombros de YoonOh, acomodándose mejor para que el alfa pudiera envolverlo en sus brazos.

La idea de llevar a su hijo a un internado y que unos extraños se encargaran de criarlo sonaba extraña, no había pensado alguna vez en algo así, pero si lo veía de otra forma, era lo más razonable.

SeungHun tenía que aprender una lección por lo que había hecho.

—Supongo que es lo más justo para él y nosotros.

—¿Estás seguro?

—Sí, es decir, ¿cuánto puede durar ahí?

—El tiempo que el director o directora considere apropiado, investigué un poco uno, y allí les hacen hasta secciones con psicólogos para determinar su estado mental. Te aseguro que estará muy bien cuidado.

—Vale... confío en ti, alfa.

DongYoung se reincorporó, sonriendo felizmente.

—Vamos, hoy preparé yo la cena, te va a gustar.

—Lo que sea que cocines me va a gustar, Doyo.

Juntaron sus narices entre risitas, mirándose con afecto.

Bullying (BaeHun) CIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora