Mi sabelotodo favorita - Hermione Granger y tú -

Capítulo 14

-Esto...-Hermione de puso nerviosa- Se trata sobre Josh.

-¿JOSH? -no le puede pasar nada a él, es mi amigo de la infancia. El único que tuve desde años. Si le pasa algo lo mato.-Dime que esta bien. Por favor.

La cara de Hermione no me decía lo mismo... estaba preocupada. Ella sabía lo importante que era Josh para mí.

-Sera mejor... que lo veas tú misma.-me cogió de la mano y me llevo a al a enfermería. Yo estaba alarmada. ¿Que le paso a Josh?
¿Por que se habían cancelado hoy las clases?
¿ Por que estaba todo el mundo tan alerta?
¿QUE ESTABA PASANDO?

Mi cerebro me estaba comiendo con todas las preguntas.

Cuando llegamos a la enfermería vi a Josh tendido en una camilla y una medimaga estaba a punto de cubrirlo con una manta.

Me solté del agarro de Hermione y corrí hacia la litera.

-¡JOSH! -grite su nombre- ¿QUE LE HA PASADO? ¿QUIEN LE HA HECHO ESTO? ¿ÉL ESTÁ BIEN? -pregunté lo último con lágrimas en los ojos. Ya sabiendo como estaba. Deseando que esto sólo fuese un sueño.

-P-por favor -dije con lágrimas en los ojos y sin fuerzas para estar derecha- l-levanta Josh. No puedes dejarme aquí. No puedes. -llore mientras me agarraba de la camilla y miraba a Josh. Esperando que en cualquier momento se levantaría y me decía que era broma con una de sus maravillosas sonrisas.

-TN... -dijo Hermione.

Me abraza a ella y empecé a llorar en su pecho.

No me podía creer lo que le había pasado.

Cuando me calme un poco pregunté enfadada.

-¿Quien le ha hecho esto?

Dumbledore apareció.

-En la noche estaba paseando cuando un grupo de mortífagos lo rodearon. Josh fue un gran chico y no se merecía lo que le ha pasado. Pero entiende, TN. Él ahora está en un mundo mejor. En uno sin injusticias. En un mundo en el que puede vivir en paz. Sin villanos. Sin oscuridad. Y solo luz.

Al escuchar las palabras del director empecé a llorar otra vez. Me tape la cara con las manos y Hermione me abrazó.

Los chicos aparecieron en la enfermería. Estaban todos ajetreados. Nerviosos.

Ellos ya sabían lo que había pasado.

Cuando me vieron llorando me abrazaron también.

-Gracias por estar conmigo-dije sin poder parar de llorar-no se que haría sin vosotros.