La entrada al hospital donde Carlisle estaba trabajando fue sumamente dramática; era el más cercano para poder atender a Esme, quien ingresaba en una camilla empujada por un par de paramédicos mientras una enfermera salía corriendo de su puesto de trabajo en triaje para poder hacer ingresar al niño que aun estaba bajando con cuidado de la ambulancia solo.
Algunos curiosos y periodistas amarillistas comenzaron a tomarle fotos a Paul mientras bajaba e incluso aquellas sanguijuelas de la sociedad comenzaron a hacerle preguntas a lo que el niño no supo que contestar por lo que solo se sintió más ansioso de tener a tantas personas alrededor suyo. Se sintió rodeado y tan pequeño.
Antes de que la enfermera llegara al menor, una ráfaga de blanco pasó por su lado ganándole en velocidad y solo observó como abrazaba al niño para después levantarlo en brazos mientras este le decía "papá" frente a aquellos curiosos y periodistas; reconocieron al famoso Dr. Cullen quien estaba invirtiendo en la salud de los ciudadanos de Seattle. ¿Quién no lo conocía? A pesar de que era joven, se estaba ganando un generoso espacio en las noticias y demás revistas. Conocían a su joven esposa pero no tenían conocimiento de que ese guapo doctor tuviera un hijo.
Y ahora esa sería la noticia del día.
Después de todo habían tomado fotos del niño en una condición que vendía.
—¡Ya basta de fotos!— vociferó el doctor mientras otra enfermera traía consigo una pequeña manta de la sección de pediatría para cubrir al niño y que no tomaran más fotos de él aunque ya era un poco tarde para eso.
Carlisle abrazó con fuerza el pequeño cuerpo de su hijo mientras las dos enfermeras iban tras él y los de seguridad pronto negaron el paso a los chismosos en general.
—Necesito un espacio en pediatría para poder atenderlo.—
—Sí, doctor.— dijo la mujer que le había alcanzado la manta y pronto la enfermera se adelantó buscando un espacio para que el, ahora famoso, hijo del doctor Cullen sea atendido por su propia mano.
—¿Mamá...?—
—Ella ya está en manos de colegas profesionales. Estará bien, Esme es muy fuerte.— Paul se sentía mal consigo mismo, enojado era la palabra que rondaba en su cabecita. Se sentía enojado consigo mismo por no poder haber hecho algo para que esos dos hombres no lastimaran a su mamá.
—Perdón... perdón.— Paul repetía muy cerca al cuello de su padre y este solo soltó un suspiro intentando calmar todas las emociones que tenía en su pecho al ver a su esposa tan mal herida, claro que había cosas que seguro Esme ya le contaría después, esa preciosa mujer era no solo perfecta estéticamente, sino que era muy inteligente para asuntos como esos, después de todo se necesitaba mucho cerebro y un centenar de suerte para matar a dos hombres y que la policía no encontrara aun al sospechoso de todo eso, aunque en un principio sospecharon de la mujer que ambos tuvieron en común pero no llegaron a nada definitivo y Esme quedó impune de todo.
La enfermera señaló un espacio vacío en un consultorio de pediatría que atendía por las tardes y que a esa hora de la mañana estaba vacío.
—¡Por aquí doctor!— habló en alto la enfermera y los pasos de Carlisle se hicieron más largo y rápido para llegar cuando antes a ese consultorio.
—¿Habrá algo que necesite?— la joven enfermera que fue en ayuda de su hijo en un primer momento seguía a su lado.
—No por el momento, solo te pediría que me mantengas informado sobre el estado de mi esposa mientras estoy cuidando de mi hijo. Te lo agradecería mucho.— la enfermera asintió con la cabeza con una pequeña sonrisa mientras daba media vuelta en dirección a donde habían llevado a la señora Cullen.
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My Masterpiece [Paul x Jasper]
Mystery / ThrillerPaul Lahote busca a alguien perfecto para amar. Busca a alguien que comparta su credo, que tenga esa necesidad básica que Maslow no colocó en su pirámide. Paul está en el limbo de ser un psicópata y un sociópata. Escogió como su pareja a Rachel Blac...