(✓) 𝐃𝐀𝐈𝐒𝐘 •˖* Ryland Storms ¹

thirteen; you're a liar

˚⁺ ↳ DAISY ROBERTS
part thirteen of DAISY; you're a liar

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3/5.

—¿Ya me dirás a donde iremos? —le pregunto a Ryland por decima vez en el día.

—No. —respondió de lo mas tranquilo desde mi cama.

Estaba harta, todo el día llevaba preguntándole a Ryland a donde iríamos y el solo se guardaba las palabras, según el era una sorpresa.

—¿Estas lista? —pregunto aun recostado desde mi cama.

—Si. —le respondo y mirándome por ultima vez en el espejo me decido por salir.

Ambos salimos de mi habitación, no sin antes tomar las patinetas de skate por que según Ryland las necesitaríamos, lo cual a mi me resultaba extraño.

—A ustedes los veo muy felices. —comenta Tayler una vez que habríamos subido las escaleras y llegado al salón principal en donde se encontraban los demás.

—Estamos normal, Tayler. —le respondo.

Tayler guardo silencio por unos segundos, entrecerrando sus ojos como si estuviera analizándonos a mi y a Ryland, y cuando vi la sonrisa que se formo en su cara supuse que nada bueno saldría de su boca. —¡Perdieron la apuesta! —exclama y Ryland y yo inmediatamente abrimos los ojos.

—Muy bien es tiempo de irnos. —comento Ryland a la vez que tomaba de mi mano y me guiaba escaleras abajo.

—¡No duraron mas de tres semanas! —escucho como exclama. —¡Nick págame! —vuelve a gritar. —¡Te dije que era mas fácil que ellos dos perdieran la apuesta a que tu y Brooke volvieran! —escucho como le grita hacia nuestro amigo y tras el ultimo comentario Ryland y yo estallamos en risas.

(...)

—¿Ya me dirás a donde vamos? —inquiero por novena vez en el camino.

—No y no te quites la venda de los ojos. —me ordena Ryland.

Dejando escapar un suspiro me remuevo en el asiento del auto mientras que sentía como Ryland aun seguía conduciendo. Yo podía ser de las personas con menos paciencia, y eso Ryland lo sabia, ¿aun sabiendo de aquello como se le ocurría vendarme los ojos y no decirme a donde nos dirigíamos?

Media hora mas tarde siento como el auto es estacionado e inmediatamente me incorporo en el asiento.

—¿Ya llegamos? —pregunto entusiasmada.

—Si, quítate la venda. —comenta Ryland e inmediatamente obedezco a lo dicho, cegándome el resplandor tras haber estado vendada de los ojos por mas de una hora, y una vez que logro distinguir en donde nos encontramos me fui inevitable girarme a ver a Ryland con emoción.

La pista de patinaje a la que solíamos venir hace unos años, esta seguía tal y como la recordaba, nada había cambiado. Sin siquiera disponerme a esperar un segundo mas inmediatamente desabrocho el cinturón y salgo del auto, no sin antes haber tomado mi skate.

—¡¿Que esperas?! —le grito a Ryland y este a lo lejos asiente antes de tomar su patineta y bajar del auto.

Patinamos por horas y horas, recordando en como hace años solíamos venir aquí todos los días y pasar la mayor parte del tiempo.

—¿Aun recuerdas cuando subiste hacia mi cuarto y mi padre te descubrió? —pregunto aun recostada en el césped del parque.

Ryland a un lado mío rio. —Como olvidarlo sentí temor. —respondió entre risas. —Aunque debo de confesarte algo.

—¿Que? —pregunto girando hacia el al igual que Ryland lo hizo.

—¿Recuerdas la vez que un chico te beso en el supermercado y que salió corriendo?

—Como olvidarlo, jamás supe quien fue. —respondo a la vez que soltaba una pequeña risa al recordar aquello. Ese día recuerdo que me había enojado demasiado y que tanto yo como ningunos de mis amigos con los que iba sabían de quien se trataba.

—Fui yo. —respondió tras un silencio e inmediatamente miro a Ryland algo confundida.

—No, eres un mentiroso.

—Fui yo. —volvio a decir. —Te había visto en la pista de patinaje y digamos que desde ahí comencé a interesarme en ti, recuerdo que junto con Ben armamos un plan para hablarte y fue esa vez que Ben y yo estábamos en el supermercado cuando decidí ir y besarte y salir corriendo.

La confesión de Ryland me había dejado anudada, tantos años creyendo que un loco me había besado y ahora resulto ser que había sido Ryland, solo que el si estaba loco.

—No fue un mes después que me atreví a hablarte.

—¿Trepar hasta mi habitación a media noche y raptarme?

—¡No te rapte! —exclamo y yo reí.

—Eres un idiota. —exclamo entre risas.

Ryland a un lado mío rio al igual que yo, siempre el me había tratado de loca y resulto ser que el loco era el.

—Se mi novia. —comento tras unos segundos e inmediatamente tras la sorpresa mis risas se detuvieron.

—¿Es una pregunta? —inquiero divertida.

—Es una orden. —respondió y en mi rostro hubo impresión.

Ryland no me dejo responder por que inmediatamente se abalanzo hacia mi y me beso, siguiéndole el beso yo con algo de dificultad.

—¿Creí que sin etiquetas estábamos bien? —logro hablar una vez que recupere el aire.

—Ya eres mi novia. —me respondió y una vez mas volvio a besarme, sonriendo yo en medio del beso.