(✓) 𝐃𝐀𝐈𝐒𝐘 •˖* Ryland Storms ¹

two; actually, it's my love

˚⁺ ↳ DAISY ROBERTS
part two of DAISY; actually, it's my love

══════════════════════════

THE HYPE HOUSE
Los Angeles, California
22 - 07 -20.

Las puertas del ascensor se abren permitiéndome salir de la cabina y toparme con cada uno de los integrantes de la Hype House en la sala principal.

Todos filmando o bromeando como era ya de costumbre en esta casa.

Después de haber saludado a la mayoría ahí me dispongo por continuar con mi camino y llegar a la cocina, en donde ahi me encuentro con mi mejor amigo, Nick, y como era de esperarse, donde estaba el también estaría Ryland.

—Hola idiota. —saludó a Ryland, aprovechando la ocasión que osaba de lego y dejó un golpe en su cabeza, golpe que no fue lo suficiente fuerte. A comparación de a Ryland a Nick si lo saludo de una manera más adecuada, puesto que era mi mejor amigo.

—En realidad, es mi amor. —se queja Ryland mientras que con sus manos palmeaba sus piernas en signo de que me sentara en ellas.

—No,yo porque tendría que llamarte así. —remató antes de salir de ahí y dirigirme de regreso a mi habitación y comenzar a alistarme para lo que sería la fiesta sorpresa de Larray.

Por más que a Ryland le doliera le doliera aceptar la verdad, lo que había dicho allá afuera habría sido más que cierto. Si podría que nosotros tuviéramos una especie de "relación" en todos estos años, pero no por aquello ahora estuviéramos con todas aquellas cursilerías de pareja. Una oreja tendría que congeniar en casi todo, además de ser completamente oficiales, un caso que era completamente distinto a lo mío con Ryland que solo en este par de años solo recurríamos a nosotros para aventuras de un solo momento.

—¡Te quiero fuera en cinco minutos! —escucho como Nikita toca la puerta de mi habitación en señal que me apresurará, logrando con aquello que yo saliera de mis pensamientos.

Después de una cena fuera de la Hype House en uno de los restaurante más cotidianos, ahora estábamos de vuelta en la mansión, intentando hacer lo más posible por que nuestro plan funcionara y por ende l sorpresa de cumpleaños no se arruinará.

Entre susurros y golpes logramos bajar a Larray de la camioneta con los ojos aún vendados, el cómo cualquier persona confundida no para de realizar pregunta tras pregunta.

—¡Sorpresa! —gritaron todos en la sala principal una vez que la venda de los ojos de Larray terminara por desaparecer. El miro la escena más que sorprendido antes de gritar y alzar sus manos al aire y celebrar.

Al paso de unas horas la música y el alcohol ya crujirá por completo la mansión completa, presentándose ahí en cada invitado las sustancias alcoholicas. Como todos los invitados ahí me dediqué a divertirme y acompañar a celebrar a uno de mis amigos, al final de cuentas para eso mismo se habría hecho la fiesta, para celebrar y olvidar.

Por más tiempo que pasaba y consumía las bebidas comenzaban a hacer efecto, teniendo en mi sistema todo el alcohol ya que provocaba que yo para este tiempo ya me encontrara más que ebria como todos ahí.

Por lo que, cuando un chico alto y desconocido se paró frente a mi y pregunto; —¿Bailamos? —no dude en aceptar sin siquiera haberme detenido a pensarlo dos veces.

El alcohol habría respondido por mi, y se mostró aún más cuando gustosamente acepte tomarlo de la mano y junto a él adentrarnos aún más a la pista de baile improvisada.

No me preocupo por los otros y esta vez simplemente me dedico a bailar y disfrutar.

En un momento dado y siguiendo el ritmo de la música que corría por mi cuerpo, me giro sobre mis talones y quedó de espaldas al chico que no dudo ni un solo segundo en pisar sus ambas manos en el borde de mi vestido que lentamente subía un poco de este. En cuestión de segundos la fiesta terminó por terminar cuando el cuerpo del chico fue retirado de mi bruscamente, permaneciendo anonadada cuando ya a mis espaldas permanecía el cuerpo del chico tirado sobre el suelo debido al fuerte golpe que altruism le habría proporcionado en el rostro, siendo ese alguien nada más y nada menos que Ryland.

Ryland me miro serio y cuando se acercó hacia mi entre la multitud y me tomo con fuerza por el brazo guiándome entre las personas, me dije a mi misma que esta situación no terminaría del todo bien, y que probablemente terminaría con una mala decisión, otra vez.

El me guió fuera de la multitud sin siquiera haberle importado haber armado una escena ahí.

Logro ver como presiona de mala gana y continuamente el botón del ascensor, abriéndose las puertas en breves segundos en los que fui obligada a entrar a la cabina, Ryland una vez más presiona uno de los botones del respectivo nivel aún sin siquiera haber mencionado una sola palabra.

—¡¿Que mierda te pasa por la cabeza?! —exclama girándose hacia mi cuando las puertas del ascensor cerraron.

—Vodka, Tequila, White Claw.. —enumeró aquellas bebidas que había ingerido con el simple fin de hacer de su enojo, y sabía que lo estaba logrando.

—Daisy.. —murmura frustrado. —¿Por qué haces esto?

—Por que quiero. —me adelantó a decir. —No eres nadie como para darme órdenes.

—¡No! —gritó. —No puedes estar así, no puedes estar con alguien más. —completo esta vez aún más calmado, deteniéndose el ascensor en el respectivo nivel.

En ese momento, al escucharlo decir aquello, un pensamiento rondo y se estancó en mi miente, tomando la iniciativa sin dudarlo al acercarme a él, tanta la cercanía que nuestros labios podía rozarse.

—Entonces castígame, Ryland. —murmuró en sus labios.

El pareció entender a lo que me refería, por lo que no dudo dos veces y estampo sus labios con los míos desesperadamente.

Sus manos rápidamente bajan hasta mis muslos y los toma de tal manera que me alzara al aire, obligándome a rodear mis piernas en su cadera como busca de mejor soporte.

Quería que toda el enojo que llevaba lo descargara en mi.

Aún sin separar sus labios de los míos presiona un botón y las puertas del ascensor son abiertas, saliendo de la cabina aún conmigo en sus brazos, terminándome el por estampar mi espalda en una puerta, una habitación, su habitación.