(✓) 𝐃𝐀𝐈𝐒𝐘 •˖* Ryland Storms ¹

four; they fucked hard

˚⁺ ↳ DAISY ROBERTS
part four of DAISY; they fucked hard

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El dulce dolor de cabeza es el que provoca que yo despierte de mi siesta, llevando una de mis manos a mi cabeza logro abrir los ojos con algo de dolor.

Girando sobre el colchón veo el cuerpo de Ryland al otro extremo de la cama, siendo cubierto por la manta.

Como puedo me levanto de la cama y en el momento en que me pongo de pie suelto un pequeño gemido tras el ardor en mi zona, ahora si se había pasado Ryland.

Sosteniendo con una mano la sabana en mi cuerpo con la otra intento buscar mi ropa de la noche anterior; nada, ni siquiera mi ropa interior.

Resignada camino hacia el armario de Ryland y tomando la sudadera más larga me la coloco, cubriendo hasta por debajo de mis muslos. Sin nada más salgo de la habitación, asesorándome de no encontrar a nadie más hasta llegar a mi habitación, la cual estaba a unas puertas de la de Ryland y así encerrarme de una buena vez en mi habitación.

Con el cansancio consumiéndome y el dolor de cabeza empeorando, arrastrando los pies me dirijo hacia mi baño antes de deshacerme de la sudadera y entrar a tomar una ducha de agua fría.

Terminado la ducha me seco el cuerpo al igual que el cabello con la toalla antes de caminar a mi armario y vestirme. Esta vez solo me decido por el outfit completo de la merch de la Hype.

Lentamente me agacho hasta tomar la toalla mojada pero al sentir el ardor una vez más en mi zona, me fue inevitable y suelto una maldición, pensando en que forma seria la más adecuada de asesinar a Ryland.

Sin más rodeos salgo de mi habitación y subir por las escaleras hasta la planta principal, en donde un muy sonriente Calvin me recibió.

—Bueno días. —saluda el.

—Que te jodan. —respondo de mal humor y continuando mi camino hacia la cocina.

Muy pocas personas se encontraban en esta, así que sin tener demasiadas ganas de prepararme un desayuno me decido por un cereal.

Sacando la leche de la nevera y dejarla sobre la barra antes de abrir el gabinete de cereales y estirar mi mano hasta arriba y lograr bajar la caja de cereales, o tirarla al suelo más bien.

De mal humor de agacho a rejuntar la caja pero una vez más siento ese ardor.

—Auch. —mencionó intentado que eso pasara rápido.

Tyler pareció notar mi sufrimiento.

—Ellos follaron duro. —habla divertido antes de soltar una risa. En respuesta a que eso no me parecía le lanzó la caja de cereal a el.

—Jodete. —habló mostrándole mi dedo de en medio.

—Créeme que yo también te adoro, Daisy.

Regalándole una falsa y forzada sonrisa tomo lo que recién habría sacada y sirvo mi cereal sobre un plato antes de añadir la leche.

De mala gana como mi cereal y una vez que termino dejo el plato sobre el fregadero y salir corriendo escaleras abajo a mi habitación.

Entró a toda prisa y comienzo a vestirme con algo más apropiado ya que saldría. La puerta de mi habitación es abierta y girando sobre mis talones veo cómo Ryland entra con una pícara sonrisa en el rostro.

—¿Y bien, qué haces aquí? —preguntó una vez que termino de colocarme mi camiseta y girando completamente sobre mis talones y así lograr mirarlo a los ojos.

—Se te ha olvidado esto. —dice con diversión y sacando del bolsillo de su pants mi ropa interior, lanzándomela y de inmediato yo tomarla.

—Un mal recuerdo de la noche anterior. —habló antes de tirarla al cesto de ropa sucia y después dirigirme hacia mi armario y sacar mi chaqueta.

—¿A donde te diriges? —escuchó como Ryland pregunta desde la comodidad de mi cama.

—A una cita. —en el momento en que digo aquello el se levanta a toda prisa, hasta llegar al lado mío y de un moviemiento brusco girarme a su dirección.

—¡¿Que?! —exclama.

De un tirón logro que el soltara mi muñeca y así yo tener la libertad de cerrar la puerta de mi armario una vez que escogí mi chaqueta.

—Ya lo escuchaste. —habló sin esperar su aprobación mientras me colocaba mi chaqueta, terminado mi outfit.

—Pero si tú y yo.. —antes de que el pudiera seguir me encargo de interrumpirlo.

—Si, el sexo fue genial y me hiciste llegar al orgasmo. —admito. —Pero yo tengo una cita.

—Tú no saldrás con alguien. —habla tomando mis ambas manos y posarlas arriba de mi, golpeando mi diminuto cuerpo a comparación del suyo a la pared.

—Eso ya lo veremos. —habló retadora.

En un fugaz moviendo levantó mi rodilla hasta golpearla en donde más le duele, logrando que el soltara su agarre y llevara sus ambas manos a su lugar afectado mientras que se removía del dolor en el suelo. Justo en el golpe bajo de los hombres.

Antes de salir de mi habitación me dirijo la mirada hacia Ryland, el cual se removía de dolor en el piso, antes de soltar mi último comentario. —Yo iré a una cita, Storms. Y no te tengo que pedir algún permiso.