Viajaban en bote, como en su primera cita.Despues de cincuenta años de casados, Benito y Matilde evocaban las vivencias de su juventud, deshojándolas como a una margarita.
A sus arrugas añejas se les sumaban ahora las de sus sonrisas. Abrazados intercambiaban palabras suaves como el pan recién horneado que prepararon durante décadas.
Una vida juntos. El tiempo le había hecho a su amor lo mismo que al vino
-Perdone, ¿podría remar un poco más lento?- preguntó Benito amablemente-.
Nos gustaría disfrutar el viaje.-Claro, como ustedes gusten-
respondió, comprensiva, la muerte.
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CUENTOS PARA MONSTRUOS
AléatoireAntología de historias relacionadas con la furia, la pérdida y la violencia compactada en el espíritu humano. Los personajes son ficticios, pero sus acciones tienen pinceladas de realidad. . Esta es un libro de Santiago González Pedraza lo comparto...