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Jungkook de verdad se desconocía. Este no era él.
¡Por dios! Se encontraba relativamente mucho más temprano en la entrada de la universidad esperando a un pequeño omega de aroma delicioso con el propósito de decirle que ambos eran pareja destinada. Claro, cosa de todos los días.
En este momento estaba en la entrada de la universidad, escondiendo su cuerpo en una lona que colgaba del techo. Asomó su cabeza un poco y pudo ver como una pequeña silueta daba saltitos mientras agitaba su manita en dirección a un coche. Demasiado tierno.
Él omega se fue acercando poco a poco hasta que ya estaba entrando a las instalaciones, así que salió, haciendo que el peligris pegara un saltito del susto.
—Hola, bonito —saludó coqueto, ganándose un tierno gruñido por parte del más pequeño, genial, no llevaba ni un minuto y ya había jodido todo.
—Déjame en paz —dijo firme el omega, y quiso pasar de largo al alfa frente a él, pero una mano en su muñeca se lo impidió.
—Tengo algo que decirte —Taehyung lo miro un poco intrigado, más con su otra manita quito la mano del alfa de la suya, tomando distancia entre sus cuerpos.
—No nos conocemos, así que no tienes nada que decirme —habló y una vez más intento irse, pero nuevamente el pelinegro se lo impidió—. ¿Qué? —preguntó, frunciendo su ceñito en señal de que realmente se estaba enfadando.
Jungkook bufo y respiro hondo, embrigandose del delicioso aroma de miel, manzanilla y el toque a lavanda. —No finjas que no sabes, estoy seguro que tú tambien ya sabes lo que quiero decir —fue acercándose poco a poco al omega quien negaba con su cabecita—. Bueno, en vista de que no sabes te lo vengo a decir yo —hizo una pequeña pausa—. Somos pare...—la voz del omega lo interrumpió.
—No lo digas, por favor —pidió, bajando su cabecita y soltando un casi inaudible sollozo, poniendo alerta al alfa frente a él.
—¿Qué pasa? —cuestionó preocupado.
—Tú no puedes ser mi alfa —habló, elevando su mirada, dejando a la vista sus ojitos cristalizados.
Jungkook frunció su ceño y su lobo chillo adolorido por el rechazó de su pareja, y el lobito de Taehyung no estaba muy diferente, pues también se encontraba aullando de tristeza al ver como su humano rechazaba a su alfa destinado.
—¿Por qué no? Igual no es como si lo pudieras decidir —dijo, intentando no sonar afectado por lo dicho por él peligris, este puso una cara indignado.
—¡Tú no eres el alfa que yo quería! Eres totalmente diferente a lo que pase toda mi vida anhelando. Y claro que lo puedo decidir —respondió enojado.
—¿Y cómo por qué no soy el alfa qué tú querías? —preguntó el pelinegro mirando a los ojos al omega, quien solo apartó la vista.
Taehyung se mordió su labio inferior ante la tristeza y decepción que lo invadía. Pudo ver a lo lejos como ya varios estudiantes se acercaban, así que sin decir nada salió corriendo del lugar.
